La perspectiva política en Nicaragua no es buena y la premisa de que “todo tiempo pasado fue mejor” pareciera tomar más fuerza entre los 1,600 encuestados por M&R Consultores.
- La calificación negativa, que el 81 por ciento de los encuestados da al trabajo realizado por los partidos de oposición, es una alerta para los líderes políticos de este sector que, además de expresarse “preocupados” por esa cifra, creen que se hace más imperante impulsar la unidad.
Criticó que se hable de unidad, pero a la vez se excluya a organizaciones políticas, como ha ocurrido con la Alianza Liberal Nicaragüense (ALN); o que denigren a sus miembros, sin tomar en cuenta que antes o en la actualidad los denigradores han mantenido relaciones con el partido de gobierno, para obtener prebendas; o han manejado un doble discurso, respaldando leyes que son nocivas para la población.
Para el diputado Eliseo Núñez Hernández, la falta de unidad debido a que algunos partidos han antepuesto intereses personales a “intereses macro de la Nación”, ha provocado que la ciudadanía tenga una pésima imagen de las fuerzas de oposición.
“La unidad es la única forma como podemos cambiar esa percepción”, afirmó Núñez Hernández. Sobre la posibilidad de que ese proceso esté lejos de darse, afirmó que “todo parto es doloroso, pero se va a dar, se tienen que superar (diferencias), por voluntad o por gravedad”.
El diputado liberal Wilfredo Navarro desestimó los resultados de la encuesta de M&R, en cuanto a las notas bajas que saca la oposición, y señaló que esos datos reflejan el interés de quien las encarga.
“Desgraciadamente en nuestro país las encuestas dejaron de ser un instrumento técnico de medición, para ser un instrumento técnico de promoción política; aquí las encuestas te dicen lo que el que paga la encuesta quiere”, dijo Navarro.
Aseguró que el trasfondo de la encuesta es deslegitimar a las fuerzas opositoras y sus representantes, para vender la idea de que es necesario nuevas opciones, nuevos líderes de la sociedad civil, y por ello han decidido contar con sus propios mecanismos de medición.
El liberal Eduardo Montealegre se mostró “preocupado” por la percepción negativa de la población, pero argumentó que al ver la violación constante que hace el Presidente de la República, Daniel Ortega, de las leyes o lo que apruebe la Asamblea Nacional, la población “se frustra”.
“Les gustaría que nosotros desde la Asamblea o como opositores forzáramos al Presidente de la República a que hiciera las cosas de acuerdo a la ley, pero como somos nosotros respetuosos de la ley, y no estamos dispuestos a ir a agarrar las armas, a pegar un tiro, la población está frustrada y con toda razón”, concluyó Montealegre.
Un 42.6 por ciento dijo tener desconfianza de que el Movimiento contra el Fraude pueda “alcanzar el objetivo” de detener la aspiración reeleccionista de Ortega. Un 35.5 por ciento desconfía de que la organización opositora logre hacer respetar la Constitución y un 36.1 por ciento no cree que se logre luchar contra el pacto entre Ortega y el ex mandatario Arnoldo Alemán.
En el caso de la Alianza Patriótica, el 47.2 por ciento manifestó que no podrá ser el “núcleo” de la oposición al FSLN y Ortega.
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El 53.3 por ciento afirmó estar insatisfecho con el funcionamiento de la democracia en Nicaragua, mientras el 40.6 por ciento se declaró satisfecho.
Además, un amplio 61.4 por ciento manifestó que la situación política del país es negativa, un 28.8 por ciento la consideró regular y un diminuto 7.8 por ciento cree que es positiva.
SITUACIÓN ESTÁ IGUAL O PEOR, PERO NO MEJOR
Los resultados del estudio, efectuado entre el 19 y 28 de junio en las zonas urbanas, rurales y semirrurales de todo el país, añaden que un 41.8 por ciento siente que la situación política es igual a la de hace un año.
El 34 por ciento la percibe peor y el 22.8 por ciento cree que está mejor.
Las instituciones del Estado tienen, en la actualidad, a una veintena de funcionarios de alto rango ejerciendo funciones fuera de tiempo, porque ya cumplieron sus cinco años en sus respectivos puestos, pero continúan mandando gracias al ilegal decreto presidencial 3-2010, que prorrogó en el cargo a 23 servidores públicos de primer nivel.
El mandatario Daniel Ortega continúa gobernando mediante decretos y ha insistido en que se postulará nuevamente a la presidencia, amparado en una resolución que en octubre pasado firmaron seis magistrados judiciales sandinistas, para quienes la Constitución no puede prohibir a ningún ciudadano sus deseos de mantenerse en la primera magistratura.
RESOLUCIÓN Y DECRETAZO SON MAL VISTOS
M&R Consultores descubrió que un 55.4 por ciento desaprueba la resolución de los magistrados judiciales sandinistas y un 31 por ciento la aprueba.
En el caso del decretazo, un 69.9 por ciento lo consideró inconstitucional y el 19.6 por ciento ve positivo que los funcionarios sigan en sus cargos, aunque ya se les haya vencido su período de cinco años.
ERA SOMOCISTA MEJOR QUE LA ORTEGUISTA
La situación actual provoca que un 40.4 por ciento de los encuestados por M&R vea el año 2010 peor que la era somocista de los años setenta.
Un 34.6 por ciento consideró lo contrario, al decir que el 2010 es mejor que la época de la dictadura somocista.
ESPERANZADOS EN ELECCIONES
El pesimismo, sin embargo, no impide que un alto 73.3 por ciento de los consultados tenga la esperanza de que la situación de Nicaragua mejore, como resultado de las elecciones presidenciales del 2011.
Un 20.2 por ciento de los encuestados no cree que las cosas cambien.
Además, un 55.4 por ciento dijo tener la esperanza de que los comicios del 2011 sean transparentes y que se respete la voluntad de la mayoría.
El 34.8 por ciento no tiene ninguna esperanza en ese sentido.
CPC NO TIENEN BASE
Los Consejos del Poder Ciudadano (CPC), protegidos por el gobierno de Ortega, no han logrado sumar adeptos entre sus filas y la población tampoco percibe que ayuden a resolver los problemas, según M&R.
Apenas el 6.1 por ciento de los encuestados dijo pertenecer a los CPC, pero un descomunal 93.7 por ciento indicó que no forma parte del poderoso movimiento paraestatal.
El futuro tampoco le sonríe a los CPC, pues un bajo 4 por ciento manifestó tener mucho interés en sumarse a esos órganos, el 19.6 por ciento afirmó tener algún interés y el mayoritario 76.4 por ciento lo descartó por completo.
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