CORRESPONSAL/MATAGALPA
Superando múltiples obstáculos atribuidos a las autoridades municipales, miembros de la Comunidad Indígena de Muy Muy (CIMM) eligieron este domingo a nuevos directivos de esa organización, en un nuevo capítulo de la lucha que, por el control de los bienes comunales, mantiene divididos a los miembros de la etnia.
En las elecciones de la Comunidad Indígena de Muy Muy participaron dos ternas encabezadas por Macario Díaz Meza y Pedro Barrera García, quienes ofrecieron a sus electores terminar con los problemas atribuidos a esa etnia. De los 854 personas que votaron, 624 fueron a favor de Díaz Meza, 226 a favor de Barrera García y 14 votos nulos.
Los bienes de la CIMM incluyen alrededor de 120 mil hectáreas en un territorio comprendido entre los municipios matagalpinos de Muy Muy, Matiguás y una parte de San Ramón, donde la mayor parte de los conflictos de propiedad son atribuidos a directivos anteriores de la organización, vinculados al gobernante Frente Sandinista.
PROCESO ELECTORAL SIN INCIDENTES
Aunque el proceso electoral transcurrió sin incidentes, miembros del Consejo de Ancianos y el Cacique Mayor de la CIMM, Patricio Suazo Blandón, impulsores de las votaciones, denunciaron supuestas maniobras de los sandinistas para “boicotearlas” e impedirlas.
Marc Lancharro Rodríguez, un catalán miembro de movimientos sociales y de la “izquierda anticapitalista” de España, llegó a Muy Muy como observador del proceso electoral y tras escuchar las quejas de los organizadores lamentó: “Lo que es un desgobierno es que las propias instituciones de Nicaragua no reconozcan los derechos de los pueblos indígenas ( ) todas las instituciones nicaragüenses deberían reconocer estos procesos y no boicotearlos, poner trabas e intentar deslegitimar unas formas tradicionales y democráticas de elegir a sus representantes”.
EL ORTEGUISMO CON SU MISMA MAÑA
Las elecciones fueron desconocidas por el Gobierno Municipal, presidido por el sandinista Carlos Sequeira, porque respalda a una directiva impuesta en enero de este año encabezada por Lucilo Rojas, un miembro del FSLN quien entre dientes dice que tiene el cargo “torcidamente, porque ahí lo que tengo sólo son problemas y esto que viene más encima, entonces ahí lo que me espera es ir a las rejas (cárcel)”.
Niega que haya hecho algo malo, pero teme ir preso “porque puede ser que lo que ellos (grupo de Suazo) andan haciendo, todo sea en contra mía y que yo resulte el peor de todos”.
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