BRUSELAS/EFE
Los ministros europeos de Asuntos Exteriores aprobaron ayer un paquete de sanciones más restrictivas contra Irán para motivar la vuelta de Teherán a las negociaciones sobre su programa de enriquecimiento de uranio.
La jefa de la diplomacia europea, Catherine Ashton, afirmó que el programa nuclear iraní “cada vez nos preocupa más a todos”, en declaraciones al término del Consejo de ministros que se celebró ayer en Bruselas. Ashton señaló “la falta de cumplimiento de las resoluciones de Naciones Unidas y la OIEA (por parte de Irán) y su falta de compromiso en las negociaciones” como los puntos que más inquietan en la Unión Europea.
Como respuesta al comportamiento iraní, además de las sanciones contenidas en la resolución 1929 aprobada por la ONU el pasado 9 junio, los Veintisiete adoptaron sanciones específicas comunitarias.
Los titulares de Exteriores aprobaron una declaración pública en la que consideran que las nuevas medidas constituyen un paquete “completo y robusto” en áreas como el comercio, los servicios financieros, las energía y el transporte.
Asimismo mencionan la decisión de negar la concesión de visados y congelar los activos de ciertos bancos iraníes, así como de los Guardianes de la Revolución y de la Compañía de Transporte de la República Islámica de Irán (IRISL).
Fuentes diplomáticas adelantaron, como ejemplos, que todas las nuevas inversiones, exportación de equipamiento o transferencia de tecnología para la industria iraní del refino de petróleo o producción de gas licuado quedarán prohibidas.
Los aviones de cargo con bandera iraní no podrán aterrizar en aeropuertos europeos y las autoridades marítimas podrán llevar a cabo inspecciones de buques en alta mar.
En el sector bancario se prohibirán totalmente las nuevas inversiones o aperturas de filiales, si bien se respetarán los contratos ya existentes.
Asimismo se ampliará la lista de empresas iraníes que no podrán operar en la UE y de personalidades del régimen a las que se les negará el visado.
Ashton valoró positivamente el anuncio del representante iraní ante el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), Ali Asghar Soltaniye, quien confirmó ayer la disposición de su país a dialogar sobre el intercambio de combustible nuclear, acordado con la mediación de Turquía y Brasil, pero advirtió de que “hay que examinar los detalles”.
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