Por Carlos Enrique Sánchez
Había una vez unos niños que fueron al campo de pic-nic, llevaron mucha comida y botellas de agua y gaseosas.
Cuando se tomaron el líquido dejaron caer las botellas abiertas al río, por lo que los peces empezaron a entrar en ellas y luego no podían salir.
Los pobres peces casi se mueren, pero uno de los niños los vio y rápidamente comprendieron lo mal que habían hecho, así que se metieron a las aguas para sacar la basura que habían arrojado allí, liberando a los pecestios para que no murieran.
Los niños luego de esa experiencia iniciaron una campaña para porteger y no contaminar los ríos y evitar la muerte de los peces porque la naturaleza debe ser cuidada y es parte de nuestro planeta.