Por David Nowak
MOSCU/AP
Al menos 34 personas han muerto en incendios que han destruido decenas de hogares y quemado vastas áreas de tierras secas, pero los bomberos avanzan en el control de las llamas, señaló un funcionario ruso este lunes.
Unos 500 incendios nuevos habían surgido en las últimas 24 horas en el país, pero la mayoría fueron sofocados de inmediato, dijo Vladimir Stepanov, director del centro de crisis del ministerio de Emergencias, en un mensaje televisado.
“Más importante aún, la misión a la que nos enfrentamos de prevenir que los incendios lleguen a centros poblados para evitar más muertes, se está logrando”, indicó.
Aún así, los rusos seguían en alerta, pues una pequeña pausa en la peor ola de calor que ha golpeado al país desde que se empezó a llevar estadísticas hace 130 años parecía llegar a su fin. Los meteorólogos pronosticaron una nueva semana de temperaturas que podrían llegar a los 38 grados centígrados (100 Fahrenheit), con la posibilidad de nuevos incendios.
Funcionarios dijeron que 28 personas murieron durante el fin de semana en los incendios, que el domingo envolvían un área equivalente a unas 128.000 hectáreas (316.00 acres), principalmente en el centro y el occidente de Rusia. El lunes, el área se había reducido en unas 2.000 hectáreas (7.000 acres), dijo el funcionario.
Unas 1.500 casas han sido destruidas por los incendios, alimentados por la ola de calor que ha secado bosques y campos. Miles de personas en las trayectorias de los incendios han sido evacuadas.
Un estado de emergencia permanecía en efecto el lunes en 14 regiones, incluyendo los alrededores de Moscú, la ciudad de Voronej en el sur y Nijny Novgorod, a unos 475 kilómetros (300 millas) al este de la capital.
En la aldea semidestruida de Maslovka, cerca de Voronej, funcionarios de emergencia distribuían comida y ropa hoy. El humo y la neblina que envolvía el área ha desaparecido.
El ministro de Emergencias, Serguei Shoigu, llamó hoy a los rusos que disfrutan de sus vacaciones en áreas rurales del país a que tengan mucho cuidado a la hora de desechar materiales inflamables. Las parrillas a orilla del río son comunes en esta época.
Columnas de humo contaminado de turbas quemadas en el sur y en el este han llegado periódicamente a Moscú, multiplicando los niveles ya altos de contaminación. Los capitalinos se despertaron con una neblina con un intenso olor a quemado.
Agencias de noticias rusas reportaron que damnificados empezaban a recibir paquetes de compensación de 6.600 dólares, que les prometió el viernes el primer ministro Vladimir Putin.