Miami/EE.UU./EFE
La venezolana Stefanía Fernández tiene una sensación “agridulce” a medida que se acerca la fecha de la entrega de la corona de Miss Universo, según confió a Efe.
“Por un lado, siento que he trabajado mucho por las causas que me interesan. Pero por el otro, ha sido una aventura maravillosa que no quiero ver terminar. Si voy a ser honesta, ¡quiero repetirlo!”, dijo Fernández, quien el 23 de agosto dejará de ser oficialmente la mujer más bella del universo.
Ese día se celebrará una nueva edición del concurso de belleza en el Mandalay Bay Resort & Casino en Las Vegas, que será transmitida por la cadena Telemundo.
“La verdad, me siento triste“, señaló a Efe la joven Stefanía, nacida hace 19 años en Mérida (Venezuela) y coronada Miss Universo en agosto de 2009.
Para Fernández, que siempre ha sentido una gran pasión por viajar, el título le ha servido de pasaporte para conocer el mundo.
“Desde chiquita me gustaba escuchar a mis mayores hablar de sus viajes, y yo soñaba con hacer lo mismo. Y ahora puedo decir que he estado en todas partes: India, África, Europa… He aprendido de muchas culturas y países diferentes. Gané el título cuando tenía 18 años y la verdad es que estas experiencias te hacen madurar. Hasta mi mamá me ha dicho cuánto he crecido como persona”.
A los 16 años Fernández se fue de su casa con la meta de competir en diferentes concursos de belleza para prepararse para llevar sobre su cabeza la corona de Miss Universo, el sueño de su vida, que se hizo realidad en 2009.
“Por suerte, muchas personas me retaron para que abandonara mi sueño. Eso me dio otra razón para jamás rendirme”, aseguró.
Ese mismo tesón lo ha dedicado a luchar por las causas más cercanas a su corazón: “Quiero trabajar por los niños de África y concientizar al mundo sobre el sida. Es importante que la gente se eduque sobre esta enfermedad, para que se acabe el estigma y paren la discriminación”.
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