Tomado de EL UNIVERSAL
Caracas, Venezuela
El economista petrolero y profesor de la Universidad Central de Venezuela, Rafael Quiroz, considera que la escasa inversión que la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) ha hecho en materia de exploración y producción, como se ha visto reflejado en el balance de la empresa en 2009, no se “compadece” con lo exigido en los planes estratégicos que la industria se ha trazado para los próximos años.
Señaló que en la medida que se realicen las inversiones necesarias, más cercano estará el cumplimiento de las metas. No obstante, lo que se ha visto desde hace seis años es un “descuido” en este sentido, sobre todo en las dos primeras fases de la industria (exploración y producción).
- Ante el boom de ingresos petroleros que se inició en 2004, el Estado venezolano fue más exigente con PDVSA y por esas peticiones, la industria terminó orientando gran parte de sus recursos a otros sectores, que hacia sus áreas fundamentales.
Esos recursos superan las inversiones concretadas en las áreas medulares, que en un período de cinco años fueron 51.3 millardos de dólares.
Ese comportamiento de las inversiones se refleja en los niveles de producción y refinación. Los datos muestran, que por ejemplo, entre 2005 y 2009 la extracción de crudo apenas tuvo un aumento de 3 por ciento.
Reportes del primer trimestre de 2010 señalan que los volúmenes de extracción y exportación de petróleo bajaron, respecto al pasado año.
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En declaraciones a El Universal criticó que el gobierno de Hugo Chávez haya adjudicado a PDVSA funciones y responsabilidades que no le son propias, como distribuir alimentos o construir viviendas, y por ende tenga que desviar sus recursos para gastos sociales.
Ése es precisamente uno de los grandes problemas que el profesor universitario observa cuando se interpreta el resultado anual que presentó el martes el ministro de Energía y Petróleo, Rafael Ramírez, en el cual la ganancia neta de PDVSA cayó a 4,394 millones de dólares en 2009, frente a los 9,413 millones de dólares del 2008.
Bajo este panorama, Quiroz considera que las reducciones en las ganancias netas son razonables por la reducción de los precios petroleros, tomando en cuenta que la cesta OPEP tuvo una reducción de 35 por ciento el año pasado y el crudo venezolano bajó a 56.88 el precio promedio del barril anual.
MÁS EMPLEADOS Y MENOS PRODUCCIÓN
Otros dos elementos que influyeron también, a su parecer, fueron el incremento de los costos operativos de PDVSA, como consecuencia del crecimiento de la nómina de la empresa (91,949 trabajadores al 2009), y la reducción de la producción.
El profesor universitario advirtió que una disminución en los dividendos de PDVSA va a tener un efecto en los ingresos fiscales de la nación, gasto público e inversión.
“El impacto es directo, somos un país eminentemente petrolero y cuya renta depende de forma fundamental del oro negro”, dijo.
Según Quiroz, las consecuencias se van a ver reflejadas en menos obras públicas, en menos subsidios y más limitaciones en gastos sociales. El año pasado, la contribución a programas sociales y Fonden se redujo en 80 por ciento al cerrar en 3 millardos de dólares, cuando en el 2008 se destinaron 15 millardos de dólares.
Planteó la necesidad de que se comience a “despetrolizar” el ingreso fiscal venezolano y diversificar la economía nacional, pues a su juicio, se está haciendo un “enorme” daño.
Al Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) PDVSA entregó 600 millones de dólares en 2009, cuando en 2008 fueron transferidos 12.3 millardos de dólares (en ese período tuvo la contribución a los precios extraordinarios del crudo).
Los fondos orientados a las misiones y programas de las comunidades se ubicaron en 2.4 millardos de dólares, según los datos de PDVSA. El informe operacional apunta que, además de la menor contribución al Fonden, hubo una fuerte reducción en los aportes al Fondo de Desarrollo Agrario Socialista (que se encarga de financiar proyectos agrícolas).
Una de las misiones sociales del Gobierno más impactada por la reducción de los ingresos petroleros fue Barrio Adentro en sus tres niveles.
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