El gobierno de Daniel Ortega Saavedra volvió a reflejar datos sobre la reducción de la pobreza en el país, que para analistas consultados, se puede considerar un nuevo intento de “maquillar” la realidad en que está sumida la mitad de la población en Nicaragua.
Y es que el Gobierno brinda dos datos en base a dos encuestas realizadas, una por una organización privada y otra por una entidad oficial. En la primera se afirma que la pobreza en general se redujo 15.4 por ciento, mientras la segunda indica que la reducción es de 5. 8 por ciento.
Dichos resultados el Gobierno —en una nota de prensa que llama informe— los señala como una “Espectacular Reducción de la Pobreza y la Pobreza Extrema“.
Una de las encuestas fue realizada por la Fundación Internacional para el Desafío Económico Global (FIDEG), cuyos resultados dicen que la pobreza general en Nicaragua pasó de 48.3 por ciento en 2005 a 32.9 por ciento en 2009, lo que representa una reducción de 15.4 puntos porcentuales.
“Mientras que la pobreza extrema pasó de 17.2 por ciento en 2005 a 9.7 por ciento en 2009, para una reducción de 7.5 puntos”, dice el texto.
FIDEG habría contado con financiamiento de la Cooperación Suiza (Cosude) y Holanda, con respaldo técnico del Banco Mundial.
LA PRENSA buscó a Alejandro Martínez Cuenca, director de FIDEG, pero se excusó de poder brindar una entrevista.
INIDE INDICA OTRA REALIDAD
Los otros resultados son de la Encuesta de Medición de Nivel de Vida (EMNV 2009), realizada por el Instituto Nacional de Información para el Desarrollo (Inide), los cuales reflejan brechas con el FIDEG, pues establecen que la reducción es de 5.8 por ciento en pobreza general y 2.6 por ciento en pobreza extrema.
Los analistas René Vallecillo y Adolfo Acevedo no dan crédito a estos resultados, y sostienen que esta realidad que intenta vender el Gobierno puede refutarse fácilmente con los mismos informes oficiales del desempleo, el Plan Nacional de Desarrollo Humano y el Programa de Reducción de la Pobreza que igual se han presentado a los organismos internacionales.
Acevedo opinó que se está “volviendo hábito de los funcionarios públicos” no publicar íntegramente los resultados de las encuestas y sus bases de datos, para que puedan ser analizados.
“No se puede hacer un análisis serio de los resultados de estas encuestas ”, cuestionó.
En base a algunos datos de la encuesta de FIDEG a los que tuvo acceso, Acevedo analizó que los resultados lo que muestran es una reducción de la pobreza general de 48.3 por ciento en 2005, a 44.7 por ciento en 2009, y no a 32.9 por ciento como dice la nota del Gobierno.
Igual, analizando los datos del Inide, Acevedo sostiene que “la reducción de pobreza extrema es de 3.6, no de 7.5 puntos porcentuales”. Sostiene que es importante tener en cuenta que la encuesta de FIDEG también “muestra síntomas de deterioro de la calidad del empleo en el mercado laboral”.
“Habría aumentado el grado de informalidad del empleo”, asegura Acevedo, por cuanto se habría reducido el empleo formal del empleo total del 34.2 por ciento en 2005 al 27.3 por ciento en 2009.
“Mientras el empleo informal habría aumentado del 66.8 por ciento en 2005 al 72.4 por ciento en 2009”, dijo.
Acevedo asegura que el peso de los trabajadores por cuenta propia está representado sobre todo “por personas de bajísima calificación que emprenden por su cuenta casi cualquier actividad para poder sobrevivir, principalmente actividades precarias e informales”.
DESMIENTEN A ORTEGA
Por su parte, el economista René Vallecillo señaló que incluso los nuevos datos vendrían a confirmar que “el presidente (Daniel) Ortega estaba equivocado cuando dijo que durante su Gobierno los índices de pobreza disminuyeron 50 por ciento”.
En base a ambas encuestas, el Gobierno refleja haber conseguido disminuir los índices de pobres tanto en la zona rural como en la urbana. Según el Inide, “en el campo se redujo en 6.9 puntos (en 2009) respecto de 2005 y la urbana en 4.1 puntos”. Según FIDEG, las reducciones son de 16.3 puntos porcentuales en la pobreza rural y 11.3 puntos en la zona urbana.
Se señala como “un gran impacto” que FIDEG asegure que la población en el sector rural pasó de ser 30.5 por ciento en 2005 al 18.2 por ciento en 2009, “para una reducción de 12.3 puntos porcentuales”.
Por su parte Vallecillo señaló que los márgenes “no son exclusivos” sino que se comparten con la Administración de Enrique Bolaños.
Para Vallecillo se mantiene la tendencia de “maquillar las cifras” para ocultar la ineficacia de los programas como el Hambre Cero, que apenas tiene una ejecución presupuestaria de 0.07 por ciento. Sostiene que no se puede hablar de mejora en el nivel de vida cuando se enfrenta una crisis económica que deja a más de 60 mil personas sin empleo, y la tasa global del desempleo en el país creció al 9.1 por ciento.
Valoró que el Gobierno está tratando de restar validez a la posición del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial, quienes han expresado la necesidad de obtener mejores resultados en los programas de desarrollo humano.
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