Tegucigalpa/ACAN-EFE
La Cancillería de Honduras anunció hoy que se aplazó hasta mañana por el mal clima el vuelo que transportaría a Tegucigalpa los cadáveres de 16 hondureños que fueron asesinados en la matanza de 72 inmigrantes en México.
“Por problemas de clima, la Dirección de Aeronáutica Civil de México no dio permiso para la salida del avión” que iba a traer los cadáveres a Honduras, pues hay “muchas tormentas eléctricas”, dijo el canciller hondureño, Mario Canahuati, en rueda de prensa.
Por tanto, el vuelo “no va a venir el día de hoy, como estaba programado, sino que estará saliendo mañana”, apuntó.
Afirmó que el avión, un Hércules C-130 de la Fuerza Aérea Mexicana, estaba listo para salir hacia Honduras, pero ante la orden de Aeronáutica Civil “tuvieron que descargar los cadáveres”.
La llegada del vuelo estaba prevista para las 20.00 hora local de hoy (02.00 GMT de mañana), y ahora se prevé que sea mañana alrededor de las 12.00 (18.00 GMT), según Canahuati.
El canciller reconoció que “es dolorosa la espera” de los familiares y subrayó que la Cancillería seguirá colaborando con ellos durante su estadía en Tegucigalpa.
Según lo programado, el presidente hondureño, Porfirio Lobo, encabezará el acto de recibimiento de los cadáveres en la Base Aérea Hernán Acosta Mejía de Tegucigalpa.
Posteriormente, los cadáveres serán entregados a los dolientes para su traslado y sepelio en sus lugares de origen, aunque antes el Ministerio Público tomará muestras de huellas dactilares como parte de sus investigaciones del caso, según el fiscal general Luis Rubí.
AUMENTA ANGUSTIA DE FAMILIARES
En tanto, el anuncio aumentó hoy la angustia de sus familiares que esperaban en la Cancillería de Honduras.
“Dios por qué tanto dolor, hasta cuándo vamos a esperar”, expresó llorando Marleny Xiomara Suárez, esposa de Miguel Ángel Cárcamo, uno de los 16 hondureños asesinados en un rancho del estado de Tamaulipas, México.
Suárez tenía pocos minutos de haber llegado a la sede de la Cancillería hondureña, cuando el titular de Relaciones Exteriores, Mario Canahuati, informó de que la repatriación de los cadáveres se aplazó hasta mañana por mal tiempo.
La esposa de Cárcamo y dos de sus cuatro hijos llegaron desde la aldea El Guante, municipio de Cedros -un poco más de 100 kilómetros al noreste de Tegucigalpa- de donde son originarios.
Suárez dijo a Acan-Efe que regresaría hoy mismo a su lugar de origen porque dejó a los dos hijos menores en casa, y que espera que mañana a su retorno a Tegucigalpa le entreguen los restos de su marido “para llevarlo a enterrar a El Guante”.
Situación similar es la de Chanel Chávez, esposa de Bryan Ariel García, otro de los 21 hondureños asesinados, de los que hasta ahora solamente han sido identificados 16.
Chávez indicó a Acan-Efe que hoy mismo regresaba a San Pedro Sula, 243 kilómetros al norte de Tegucigalpa, para ir a atender a su hijo Justin Joan, de apenas un mes de nacido.
“Mi esposo viajó con destino a Estados Unidos el 8 de agosto, apenas pudo disfrutar a nuestro hijo 17 días”, añadió Chávez, quien relató que su bebé, al que mostraba en una foto en un teléfono móvil, nació el 22 de julio pasado.