PHOENIX/AP
El Departamento de Justicia de Phoenix inició ayer un juicio al comisario de Arizona, Joe Arpaio, a quien acusan de negarse, durante más de un año, a entregar documentos relativos a denuncias de que su agencia comete discriminación contra los hispanos.
La acusación califica el desacato de Arpaio y su agencia de “sin precedentes” y dice que el gobierno federal intenta desde marzo de 2009 que los agentes colaboren con su investigación de las denuncias de discriminación, allanamientos e incautaciones inconstitucionales y de utilizar solamente el inglés en sus cárceles, en detrimento de quienes tienen conocimientos escasos del idioma.
Arpaio tenía plazo hasta el 17 de agosto para entregar los documentos solicitados hace 15 meses. El abogado de Arpaio, Robert Driscoll, expresó que no había recibido el acta de acusación no hablado con su cliente.
Previamente la comisaría de Arpaio había dicho que cooperó plenamente en la investigación sobre la cárcel, pero que no entregará documentos relativos a los actos presuntamente inconstitucionales, porque las autoridades federales no han dicho exactamente qué investigan.
El gobierno federal ha iniciado juicio contra el estado de Arizona debido a su nueva ley antiinmigrante. “Las acciones de la oficina del comisario no tienen precedentes”, manifestó Thomas Pérez, secretario de Justicia adjunto en materia de derechos civiles.
El acta nombra como acusados a Arpaio, la comisaría del condado de Maricopa y al condado en sí.
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