El presidente del Banco Central de Nicaragua (BCN), Antenor Rosales Bolaños, prácticamente desautorizó al Presidente de la República, Daniel Ortega Saavedra, al afirmar que no pueden utilizarse las reservas internacionales como “garantías” para cumplir con el bono-regalo, si eventualmente Venezuela no entregara los 500 millones de córdobas para seguirlo pagando a los empleados públicos.
“No existe ningún fondo de garantía que vaya a colocarse en el Banco Central. El Banco Central no recibe recursos de garantías de ninguna entidad, ni privada ni pública (en ese sentido)”, afirmó Rosales Bolaños.
Este lunes durante una conferencia donde anunció la llegada este 8 de septiembre a Managua de una nueva misión del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rosales salió al paso de la defensa de las facultades que da la nueva Ley Orgánica del BCN, al Consejo Directivo de la entidad sobre la “guarda y administración de las reservas internacionales”.
“Es obvio que quien maneja las reservas de Nicaragua es el Banco Central, y es por eso que esta tarde les he contestado que no existe ninguna decisión de parte del Banco Central de Nicaragua de tener ningún fondo de garantía”, insistió Rosales Bolaños.
Pero fue más claro aún: “No es ni mucho menos que el Presidente (de la República) puede determinar que tales montos pueden ser colocados de tal manera. No, en lo absoluto”.
En ese sentido afirmó que la política de administración de las reservas de Nicaragua concierne al Consejo Directivo del BCN, quien establece las políticas y a través de un Comité de Manejo se desarrollan “en base a un plan específico en cumplimiento a la Ley, como es colocar las reservas que estén seguras y a la vez produzcan algún rendimiento”.
Consultado sobre si Ortega incurriría en la ilegalidad si dispusiera de los recursos de la reserva para tal finalidad, Rosales fue claro: “No veo sinceramente cómo pueda ser porque para que puedan salir (los fondos) tengo que firmarlo yo, y les estoy diciendo que no es posible que se puede tomar ningún monto, ni un córdoba, ningún dólar, ni 500 ó 200”, dijo.
- Una misión del FMI llega este 8 de septiembre y hasta el 17 de septiembre continuará con el equipo negociador del Gobierno de Nicaragua la cuarta y quinta revisión del programa macroeconómico.
El actual programa se vence el 4 de octubre. Pero debido a los impasses que ha sufrido, como el último de cuatro meses provocado por el anuncio de la entrega del bono-regalo, ahora el Gobierno se ve en aprietos en lograr cumplir con el plazo.
También plantean la extensión de un año del actual programa, explicando Rosales que descartaron la opción de entrar a negociar un nuevo programa por un año, por la complicación de tener que revisar toda la base del acuerdo con el FMI.
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“Para que puedan salir debe contarse con la autorización del Comité que maneja las reservas y de los encargados de las firmas para que puedan hacer uso de los recursos de aquí del Banco Central”, afirmó.
Respecto a la presión del FMI en el tema, Rosales igual expresó una posición firme en que discuten con el organismo políticas, pero “no elementos puntuales de la administración”.
“No discutimos si Venezuela me va a dar o no me va a dar, porque entonces mejor les entrego la silla para que ellos (FMI) vengan a administrar Nicaragua y eso no está dentro de los planes nuestros”, dijo.
LO DICHO POR ORTEGA Y ARCE
De esta manera, Rosales Bolaños pone distancia a lo afirmado la semana pasada tanto por Ortega como su asesor para Asuntos Económicos, Bayardo Arce.
Arce declaró el viernes pasado que si bien el Alba seguirá entregándoles 500 millones de córdobas para mantener el bono-regalo, sostuvo que el Gobierno sí tendría la misma cantidad en las reservas internacionales del país, respaldando su futuro pago, si el Alba les fallara.
“El Fondo dice: me gustaría estar claro, estar seguro que si el Alba no lo puede dar, la gente se los va a pedir y de dónde lo van a agarrar. Entonces le dijimos: vea, aquí están, vean las reservas, las disponibilidades del Estado. Si es necesario se tocan. Pero no creo que sea necesario”, dijo Arce a LA PRENSA.
Arce justificó como “un lapsus” la primera explicación del presidente Ortega el lunes 30 de agosto.
Ortega dijo entonces: “Parte de esos 1,400 millones (de la reforma al presupuesto) ya están comprometidos. Cerca de 500 millones ya están comprometidos, porque, por nuestra propia iniciativa decidimos dar ese paso de colocar 500 millones en las reservas de Nicaragua, del Banco Central, y de esa forma tener ahí como una garantía frente al bono que se les está entregando a los trabajadores”.
El jueves 2 de septiembre, cambió la explicación y prometió no tocar los recursos de la reforma, y que el llamado bono cristiano, socialista y solidario seguiría saliendo de las utilidades que generan las empresas del Alba.
SÓLO BCN DECIDE
Aunque el presidente del Banco Central intentó ir acorde con la última explicación de Ortega, finalmente sostuvo que ningún Gobierno puede disponer de manera discrecional de los recursos del país en la figura de reservas internacionales.
Esos fondos de las reservas los conforman tanto los depósitos de los bancos en concepto de encaje legal, así como los recursos que por ley debe el Gobierno colocar para “fortalecer las reservas”. Incluso la cantidad y el porcentaje a pagar es determinado por el Consejo Directivo del BCN.
“También el presidente (Ortega) ha señalado, así lo he entendido y así lo entiende el Consejo Directivo, de mantener la política de fortalecimiento de las reservas internacionales porque nos garantiza la estabilidad monetaria, la libre convertibilidad y la confianza y seguridad que quieren y exigen los inversionistas”, sostuvo.
Igualmente descartó que los 1,428 millones de córdobas obtenidos por ingresos tributarios, a meterse en el presupuesto de este año vía reforma, serán exclusivamente distribuidos a los sectores de Educación, Salud, Policía, Ejército y atender la emergencia de reparación de caminos y carreteras debido a las lluvias.
ORTEGA INSISTE EN SU BONO
Anoche, el presidente Daniel Ortega durante el 31 aniversario de la Policía Nacional, anunció que tiene garantizado su bono-regalo para 147 mil 500 trabajadores, para lo que resta del año y también para el próximo año. Y que ayer empezó a entregar el de presente mes.
“Es un bono que proviene del Alba, no afecta al presupuesto de Nicaragua que no endeuda a Nicaragua”, aseguró Ortega.
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