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Tradición de sangre y espuela

El lugar está oscuro, estrecho y sofocante. De repente siente que una puya metálica le jinca violentamente en la costilla, otra más en el cuello, otra en la pierna y una más en el ano. Cuando al fin se abre la puerta y cree que se ha librado de todo, siente en su espalda el peso de alguien más. Su salida la marca el pinchazo o una descarga eléctrica en la nalga. Mientras más intenso sea, más rápido y más alto tendrá que saltar intentando deshacerse de su carga. Al fin ve la luz, pero no tiene escapatoria, el redondel de madera lleno de ruidos extraños y una multitud que celebra su martirio, será el campo donde librará una batalla de la que no pidió ser parte. Pero ahí está. Es su fama contra el honor del jinete.

Fotos LA PRENSA/ Arlen Cerda/ Archivo

El lugar está oscuro, estrecho y sofocante. De repente siente que una puya metálica le jinca violentamente en la costilla, otra más en el cuello, otra en la pierna y una más en el ano. Cuando al fin se abre la puerta y cree que se ha librado de todo, siente en su espalda el peso de alguien más. Su salida la marca el pinchazo o una descarga eléctrica en la nalga. Mientras más intenso sea, más rápido y más alto tendrá que saltar intentando deshacerse de su carga. Al fin ve la luz, pero no tiene escapatoria, el redondel de madera lleno de ruidos extraños y una multitud que celebra su martirio, será el campo donde librará una batalla de la que no pidió ser parte. Pero ahí está. Es su fama contra el honor del jinete.

En otro campo alguien más defiende, literalmente, su cabeza. Atado de sus miembros inferiores y de cabeza, no le queda más que sacudirse frenéticamente en un intento para esquivar las manos que tienen como objetivo arrancarle de un jalón ese miembro. Su cuello engrasado dificulta la mutilación y hace más larga la tortura. Uno, dos, tres intentos. El cuello se estira. Crujen las vértebras. ¡Crak! Los tendones se revientan y finalmente una mano logra arrancarle la cabeza, que luce alzada y entre la multitud que lo vitorea. Un juego llamado “carrera” sin razón alguna, pues si la víctima tuviera la más mínima oportunidad de correr, lo haría de inmediato para salvarse de una muerte agonizante y segura.

No se trata de un sacrificio humano extinto o una práctica perturbadora en algún rincón del mundo. Son tradiciones. Generalmente destinadas a la diversión. Diversión de quienes los torturan. Las montadas de toros, peleas de gallos y carreras de patos son polémicas tradiciones vigentes en Nicaragua. Los animales son víctimas de abusos y maltratos de quienes intentan mantener un legado a toda costa.

Unos a favor, otros en contra. ¿Tradición o abuso? Todo depende de a quién se le pregunte. Tradicionalistas, defensores del bienestar animal, diputados o gente que se declara desentendida del tema. Nadie ha llegado a un acuerdo.

“Nosotros no estamos en contra de las tradiciones, sino en contra del maltrato”, asegura Enrique Rimbaud, presidente de la fundación A.Mar.Te, “el problema es que muchas personas se escudan en la cultura para disfrazar la crueldad o los intereses económicos y continuar con estas prácticas que no abonan nada positivo a la sociedad. A ver, deporte es el boxeo, ver a dos hombres pelearse a voluntad, pero provocar la riña de dos animales que se enfurecen por medio de torturas no es más que promover la violencia”.

El veterinario uruguayo ha encabezado desde hace más de cinco años un movimiento de protección animal y cuido del medio ambiente que dio lugar a la fundación, un conglomerado de diversos grupos. A.Mar.Te tiene según su presidente más de 500 miembros activos que trabajan en los proyectos que se especializan en una área, de los cuales unos 30 son médicos veterinarios.

“Con nuestro trabajo sólo hemos logrado controlar algunas cosas, crear conciencia y poco a poco la gente se ha ido dando cuenta que realmente se pueden hacer las cosas bien sin dañar a sus animales”, hace una pausas cada vez que se le acaba un cigarrillo y tiene que encender el siguiente para seguir fumando. “Un ejemplo claro es el caso de los caballos. Hace un tiempo que realizamos el programa de comunidad por los caballos, con énfasis en Masaya y Granada. ¿Qué encontramos? Bueno, un carretonero y un cochero ganan cantidades diferentes de dinero, pero en ambos casos hay descuidos a su animal que es también herramienta importante de su trabajo. Si se emite una ordenanza que ponga como requisito al que tenga un caballo que le dé un techo, salud, alimentación adecuada y los cuidados necesarios la situación de estos animales irá mejorando y si junto a eso se erradica el maltrato, en unos meses su dueño tendrá un animal sano y fuerte, con mayor rendimiento para su trabajo y más atractivo para los turistas dependiendo de la utilidad que se le dé”.

Pero ésta sólo es la punta del iceberg. No todos los maltratos son tan evidentes o están al alcance de ser frenados.

Según Mario Tapia, gallero tradicionalista, en Managua hay más de 60 galleras. Reconoce que no todas cuentan con buenas condiciones, por lo que solicita una reglamentación para el funcionamiento de estos lugares.

[doap_box title=”Nicaragua a la espera ” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

El Proyecto de ley de Bienestar y Protección Animal fue dictaminado el 7 de julio pasado gracias a la aprobación de bancadas que forman parte de la Comisión del Medio Ambiente y los Recursos Naturales. Sin embargo la Asamblea Nacional ha pospuesto para la sesión del 21 de septiembre la resolución definitiva de esta ley que necesita 47 votos para ser aprobada.

Según Enrique Rimbaud, presidente de A.Mart.Te, si el Poder Legislativo no incluye las peleas de gallos en esta ley, ellos trabajarán en la propuesta de erradicar las apuestas en las galleras y se ofrecen para capacitar y apoyar a las autoridades pertinentes para el buen cumplimiento de esta ley.

[/doap_box][doap_box title=”En otros países ” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

En julio de este año el Parlamento catalán aceptó la Iniciativa Legislativa Popular que pedía prohibir las corridas de toros en la comunidad. Con 68 votos a favor, 55 en contra, y 9 abstenciones, la ley entrará en vigor el 1 de enero de 2012, por lo que a los amantes de esta fiesta taurina les queda más de un año para despedirse de su tradición.

La isla Feroe de Dinamarca mantiene vigente la matanza de delfines calderones como una controversial tradición que practican los jóvenes lugareños para demostrar la madurez al entrar a la edad adulta.

Canadá cada año incluye en su temporada de juegos de invierno la matanza de focas, una competencia en la que el ganador será quien más pieles y de mejor calidad tenga al final del día de la masacre. El medio de obtenerlas es golpeando al animal hasta provocar la muerte.

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Hasta hace algunos años, según cuenta Álvaro Gutiérrez habitante de la zona, en municipios como San Juan de Oriente, Catarina, San Juan de la Concepción y Masatepe se realizaban las llamadas “carreras de patos”, donde el ave es colgada de cabeza en una cuerda suspendida por dos postes a la espera de que un jinete arranque de jalón la cabeza de tanto estirar su cuello o que en otra de las variantes de estas prácticas sea enterrado hasta el cuello para ser decapitado esta vez con el filoso machete del montado que se abalanza contra él.

“He escuchado que en algunas comarcas aún se practica, pero en fiestas más pequeñas y más aisladas”, comenta, “pero aquí ya no se celebra con ese tipo de actividades”. Según la tradición la carrera de patos es una especie de recreación del martirio de la muerte de San Juan Bautista quien según el evangelio fue decapitado. En algunos lugares se celebra en junio por su nacimiento o en agosto por su muerte.

Gutiérrez sostiene que estas actividades han sido sustituidas en algunos lugares por las carreras de argollas o con la sencilla elección de su reina en un concurso de belleza convencional, pero aclara que esta variante nada tiene que ver con alguna preocupación por el bienestar del animal, sino más bien por la pérdida de popularidad o de interés por la tradición.

“Tenemos miembros en todo el país y recibimos constantes denuncias”, asegura Rimbaud, “en algunos lugares desaparecen y en otros se hacen más fuertes estas tradiciones. Tuvimos llamadas de Juigalpa y Nandaime hace unos meses notificando estos maltratos cavernarios, justo cuando en este año Nicaragua fue el primer país en Latinoamérica en firmar su apoyo a la Declaración Universal sobre Bienestar Animal (DUBA)”.

Enrique Rimbaud se muestra esperanzado en la aprobación del Proyecto de Ley de Bienestar y Protección Animal que ellos mismos promueven y para la cual presentaron un respaldo de 11 mil firmas en abril de este año como manera de presión a la Asamblea Nacional para que la ley entrara a discusión lo más pronto posible.

“Es una ley bastante concreta y completa en la medida de la realidad”, explica Rimbaud. “Abarca desde los cuidados integrales a un animal doméstico hasta las prohibiciones en los casos de animales silvestres. La penalización de cualquier tipo de maltrato hacia los animales, incluso del ganado de consumo, para el que pedimos un trato más digno, que las reses al ser transportadas no sean víctimas de hacinamiento, que su muerte no sea larga y dolorosa, que se haga de una manera amigable con el animal para evitar el sufrimiento. Eso sí, habrá mucho trabajo por hacer, sobre todo por algunos vacíos y contradicciones que los mismos diputados promueven, como el caso de la exclusión de las peleas de gallos, pues esto les provoca un conflicto de intereses, pero una vez aprobada, nuestros esfuerzos serán en la difusión y vigilancia de que se cumpla, estamos dispuestos a trabajar junto a las autoridades”.

Esta misma ley y muchas de las proclamas de esta fundación son para Mario Tapia una completa aberración a la Constitución. “El problema es que ellos son extremistas, fanáticos y muchos de ellos ignorantes. La ley de protección animal ya existe y siempre ha existido, ahí está el código de 1941, lo que pasa es que quieren inventar derechos absurdos. Derechos sólo tenemos las personas que pensamos, que tenemos deberes y responsabilidades en la sociedad, los animales son animales, los cuidás y los protegés, pero nunca los vas a poner al mismo nivel que un ser humano”, insiste Tapia, gallero y promotor de esta tradición.

Según explica, las peleas de gallos no se ven amenazada por este movimiento pues el Código Penal protege la práctica por tratarse de una tradición nicaragüense, pero no por eso está de brazos cruzados pues a diario tiene que defender a la comunidad de galleros que son señalados como personas violentas y sin escrúpulos.

“Cómo vas a satanizar algo que es parte de nuestra cultura y lo ha sido siempre a través de la historia”, reclama el gallero, “y peor aún, desprestigiar y condenar a quienes lo practican, que son hombres humildes, honrados, que no dañan a nadie. Lo que pasa es que ellos critican desde afuera, pero no saben la manera en la que el campesino se relaciona con sus animales. Hay cosas es cierto que hay que regular, pero no estoy en contra de eso, es más se necesitan regulaciones para de esta manera fortalecer la tradición y desmitificar todo lo que dice”.

Tapia, quien es fundador y director de la revista Gente de Gallos , cuestiona fuertemente a quienes ponen encima de los derechos humanos el bienestar animal. “Todos tenemos derecho a manifestar y defender nuestras tradiciones, los animalitos que son parte de ellas tienen su propia naturaleza y no podés ir en contra de eso. Además, será que estas personas hacen también por denunciar la miseria, la violencia, el abuso y todas las carencias que tiene esta sociedad. Yo considero que hay cosas más importantes que llevar a un perro a un spa si hay familias que ni siquiera tienen para comer. Lo que pasa es que ellos piensan que todos tienen las mismas posibilidades sólo porque a ellos los financian organismos internacionales y gracias al malinchismo que hay en el país están atentando contra las tradiciones”.

Desde su finca Moisés Cadenas, ganadero de Matiguás, defiende la tradición de su familia quienes participan exhibiendo tus toros en las montas de las barreras más prestigiosas del país. Él es uno de los tres hijos de don Jacobo Cadenas quien hace más de cinco años ha hecho de su hacienda Bello Amanecer un referente en crianza de toros.

“Quien participe en montadas de toros por tradición nunca va a permitir que le dañen su animal”, aclara de entrada Moisés Cadenas. “Es cierto que en algunos lugares hay un abuso hacia los toros de monta, que los hacinan y los golpean o los recargan de jinetes, pero eso sólo se da en barreras improvisadas y donde todo es un negocio, donde dejan que cualquiera monte y atienda a los toros”.

Cadenas sostiene que en lugares como la Plaza Taurina de Juigalpa o Expica la mayoría de quienes llevan a sus toros lo hacen por tradición, una manera de mostrar el trabajo que se hace en sus fincas y que todo está regulado con reglamentos.

“Cada quien lleva cuidadores para sus animales, está prohibido el uso de chuzos eléctricos, las espuelas deben ser de 6 milímetros y es ilegal usar las corredizas, pues se deslizan en la piel del animal provocando daños”, explica en ganadero. “El toro debe estar en excelentes condiciones físicas, nuestros animales tienen un cuido integral salud, alimentación y asistencia médica luego de cada presentación. Los jinetes deben ser profesionales, que sepan cómo montar al animal sin lastimarlo, las estructuras están diseñadas para procurar la comodidad del animal, las mangas de salida son anchas y los corrales están limpios. Cuando llevás años en esto tenés un aprecio y cuido especial por tus animales, lo que hacés es mostrar un espectáculo donde se evidencia el buen estado y la raza del animal, no debe desaparecer pero sí ser regulada para que no hayan abusos ni se desvirtúe la tradición”.

Por su parte Rimbaud aclara que no están en contra de las montadas de toros ni de las hípicas como tradición, pero que si esto conlleva al maltrato del animal debe ser sancionado, al igual que los abusos de los animales que se utilizan para el consumo.

“Sólo queremos que no se sigan disfrazando los abusos cuando las cosas son más que claras. Si alguien golpea a un perro o maltrata a un caballo cochero es mala persona, qué hace la diferencia con los galleros, las tradiciones sin sentido mueren solas, les quitás las apuestas y verás como desaparecen”, afirma el presidente de A.Mar.Te.

En el caso de los animales domésticos podrán respirar tranquilos siempre y cuando tengan hogar, mientras tanto los patos, gallos y toros seguirán en sus corrales sin saber el revuelo que causan aquí afuera y sin conocer la suerte que les espera al salir a su faena. b

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