El tramo de carretera La Subasta-El Cambio, 10 kilómetros comprendidos en la ruta Boaco-Camoapa, pareciera que existe en distintas realidades. Está la “realidad” que ofrece el Sistema Integrado de Gestión Administrativa, Financiera y Auditoría (Sigfa), un portal de Hacienda y Crédito que “permite garantizar un uso eficiente y transparente de los recursos del Estado”, según su introducción.
Acá los 24 millones 246,908.02 córdobas destinados para invertirse en el adoquinado del tramo gracias al respaldo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) ya han sido ejecutados en un 100 por ciento, por lo que este proyecto se considera concluido desde la perspectiva oficial de la Tesorería del Estado.
Para el Ministerio de Transporte e Infraestructura (MTI) este tramo se encuentra en otra “realidad”. El proyecto, que de acuerdo a su sitio web oficial debió haberse concluido en julio pasado, lleva un 74 por ciento de ejecución, según el mismo portal.
Finalmente está la carretera real, la que constató LA PRENSA en un viaje hecho la semana pasada. Y como todo lo que está a la vista no se puede negar, es una realidad entonces que esta carretera tiene por lo menos cuatro kilómetros que están parcialmente adoquinados o son todavía tierra compactada.
Lo más grave es que con los torrenciales aguaceros de estas últimas semanas, en varios puntos del tramo el agua ha levantado los adoquines y socavado los bordes de la carretera.
Conexión directa con uno de los municipios más productivos del departamento (Camoapa), las razones por las que este proyecto se encuentra amenazado antes de estar concluido oscilan entre la crisis política local, retrasos del MTI en el desembolso de los fondos y la ineficiencia en los trabajos desarrollados por algunos de los contratistas que estuvieron a cargo del proyecto.
TRABAJADORES EN FUGA
Durante el recorrido que hizo este Diario era evidente el poco personal destinado para continuar con la obra del proyecto. Sólo dos cuadrillas de 12 hombres cada una. La causa de esta poca mano de obra es el retiro, supuestamente temporal, de algunos contratistas, además de que muchos campesinos de la zona dejaron de trabajar en el tramo porque la paga era muy poca, además de supuestos retrasos en la entrega de ésta.
Yader Antonio Rivas Silva, quien se encontraba cortando leña a las orillas del puente La Pita (uno de los ocho comprendidos en el tramo), trabajó en el módulo uno del proyecto. “Nos pagaban muy poco, unos dos mil pesos al mes y de ahí nosotros teníamos que sacar para pagar el transporte para venir a trabajar, y eso a mí me costaba 15 pesos cada viaje a diario”, nos cuenta, machete en mano.
“Yo no sé qué pasó, la gente dice muchas cosas, que los reales no dieron, que no le pagaron a los constructores, yo lo que le puedo decir es que a mí me dijeron que no tenían cómo seguirme pagando y me fuera para mientras. Ahora veo que hay poquita gente trabajando, pero no sé por qué”, continúo relatándonos.
El ministro de Transporte e Infraestructura, Pablo Fernando Martínez, visitó el proyecto hace ocho meses. Durante la visita se logró convencer al alto funcionario para que se diera una vuelta por Boaco Viejo.
Julio Corea Jarquín, lugareño de Boaco Viejo, fue a quien le tocó atender al ministro Martínez. “Aquí vino él con una gente y en mi caso almorzamos y platicamos. Le decía que nosotros necesitábamos ver cómo adoquinaban la calle central del pueblo, que nunca habíamos tenido caminos de piedras. Él me dijo que, como parte del proyecto de la carretera, iban a adoquinarnos la calle central. Nos quedamos esperando. No sé qué paso, me imagino que algún problema hubo. Una lástima, porque el señor ministro me dio su palabra”, nos contó el señor Corea Jarquín.
Hugo Barquero, alcalde ilegalmente destituido de Boaco, confirmó la promesa hecha por el ministro Martínez. “El ministro Pablo Fernando Martínez cuando vino aquí prometió adoquinar Boaco Viejo. Eran 1.6 kilómetros. El ministro Martínez me dijo que con lo que sobrara del proyecto y un poquito que se pusiera por ahí daría para adoquinar la calle principal. No sé qué pasó, porque eso quedó en promesas”, dijo.
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Las anomalías en el proyecto provocaron que el MTI realizara una auditoría de su ejecución, cuyo contenido se desconoce en Boaco, ya que está bajo resguardo de la cartera de Transporte e Infraestructura. Los contratistas están temerosos de hablar para evitarse problemas con la Alcaldía o el MTI. El Departamento de Divulgación de esta institución del Estado no quiso atender ninguna de nuestras consultas durante toda la semana pasada.
El delegado de la Alcaldía de Boaco para este proyecto es el liberal PLC y actual alcalde de facto, Juan Obando. Éste sustituyó al también liberal y legítimamente electo en el 2006, Hugo Barquero, cuando éste fue expulsado de la silla comunal en una acción supuestamente promovida por el Gobierno debido a que éste se negó a respaldar públicamente las intenciones reeleccionistas del presidente Daniel Ortega. La salida de Barquero fue oxigenada por la indolencia del PLC y la complicidad del Consejo Supremo Electoral y la Policía Nacional.
”UNA COCHINADA”
Obando dice no tener conocimiento del informe de la auditoria que el MTI hizo del proyecto, pero sí asegura que en éste hubo irregularidades.
“La verdad es que eso ha sido una cochinada; siempre lo he criticado, porque más de dos kilómetros están destruidos y acabados de adoquinar, algunos dejaron abandonado el trabajo, aduciendo que no habían recursos. Lo que se menciona es que ha habido fuga de materiales. Nosotros estamos interesados en conocer qué pasó con exactitud, porque con los impuestos del pueblo no podemos andar jugando, ya que existe el compromiso que el adoquinado va a pasar también por Boaco Viejo”, indicó.
Añadió que como alcalde en funciones ha firmado alrededor de 60 cheques y que siempre le ha parecido sospechoso que sólo a una persona le compran los materiales de construcción, alguien llamado Ernesto Espinoza, a quien se le ha pagado con cheques de 200 mil y de 300 mil córdobas. Obando comentó que uno de los presidentes de los módulos de construcción le dijo que este proveedor era el único que les daba “al fiado” dichos materiales
“A don Hugo (Barquero) lo están acusando que firmó cheques sin fondo y con Nelson Rostrán, que es uno de los (contratistas) de los que está siendo cuestionado por algunas anomalías, se dice que tuvo problemas por un cheque de 250 mil córdobas sin fondos. Resulta que ahora como estoy de alcalde me quieren demandar a mí, pero si yo no he firmado nada, estoy esperando con mis abogados que me demanden, porque yo no he firmado ningún cheque”, expresó Obando.
SE REPARTIERON MÓDULOS
El alcalde facto reveló que para la ejecución del proyecto se produjo una repartición de los ocho módulos comunitarios que se encargarían del adoquinado, entre el ex alcalde Barquero y los concejales del Frente Sandinista. Cada una de las facciones escogió a cuatro contratistas (con su respectivo módulo) para llevar a cabo el proyecto.
“Todo lo que está pasando es por errores políticos, si se hubiera contratado una compañía seria la estaríamos demandando, porque habría una fianza y aquí no hay fianza. Ellos fregaron y se fueron. Todo fue por puro populismo. Ese tipo de metodología es lo mas absurdo que puede haber. Dicen que entre módulos se prestaron dinero y materiales, eso demuestra mala administración y supuestamente la Alcaldía era la contraparte, porque se pusieron cuatro millones de córdobas”, indicó Obando.
El secretario del Concejo Municipal, Francisco Mena Flores, confió que en dos módulos comunitarios se encontraron pérdidas por el orden de más de tres millones de córdobas. Mencionó que personas que trabajaron en el proyecto le han dicho que hubo mucha fuga de materiales: arena, cemento y adoquines.
“Materiales que estaban destinados para el proyecto se iban para otros destinos. Llegaban unos camiones a sacar materiales y eso es lo que se está investigando. El MTI se dio cuenta y lo que hizo fue la destitución inmediata del ingeniero residente que estaba a cargo del proyecto. En la parte administrativa ese relajo le correspondía al alcalde Barquero, él tenía que no andar apañando robos”, acusó Mena.
De acuerdo con el funcionario municipal, el MTI estaría a cargo de construir la carretera. Los puentes y las obras de mitigación le correspondían a la comuna boaqueña. Según el recorrido que hizo LA PRENSA, todos los puentes presentan severos daños.
Barquero por su parte se toma tranquilo los señalamientos, aduciendo que son ataques sin sentido de sus adversarios políticos. “Ahí estamos todavía esperando la auditoría de la Contraloría que me iban a hacer por supuesta corrupción, una auditoría que va a decir nada, nada van a poder hallarme”, vaticina.
PROYECTO POLITIZADO
Para el alcalde depuesto, el proyecto se salió de control porque fue politizado por el Frente Sandinista desde Managua. Asegura que no tuvo nada que ver con el desembolso de los pagos a los contratistas, porque eso estuvo bajo control del MTI y desde ya pronostica severas pérdidas en esa carretera, debido tanto a su atraso como a la destrucción provocada por las lluvias.
“El MTI era el que depositaba el dinero a los módulos, que eran como empresitas y ellos rendían cuentas al MTI. Nosotros no tocábamos ni un peso en todo ese proceso. Lo único que yo hacía es servir como supervisor en el sentido de que teníamos la firma B de los pagos que se hacían. Cada presidente de cada módulo ya venía con su firma y con el visto bueno del supervisor que tenía el MTI, para que no hubiese problema al dar la firma de la Alcaldía. Porque los gastos que venían sin la firma del supervisor del MTI nosotros no los firmábamos”, explica Barquero.
MTI SE ATRASÓ
Para el ex titular de la comuna los problemas comenzaron luego de haberse concluido los primeros cinco kilómetros del proyecto.
Luego se empezaron a dar los problemas entre los contratistas y el supervisor del MTI, atrasos en los desembolsos y la politización de la obra, al punto que las reuniones para discutir sobre ésta se daba en la Secretaría Departamental del FSLN en Boaco.
“Con los últimos kilómetros pareciera que el MTI no tuvo dinero en ese momento. Se atrasó por eso. Entonces fueron quedando módulos sin hacer y ahora el problema es que la parte que ya estaba hecha se perdió con las lluvias. Ahí va a haber una pérdida grande”, pronosticó.
Barquero coincide con sus adversarios Obando y Mena en que el MTI jamás compartió los resultados de la auditoría del proyecto, aunque indica que no era potestad de la comuna conocerlos. “Nunca me entregaron nada de estos reportes ni informes de gastos ni los resultados de la auditoría”, concluyó.
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