Aunque las lluvias han dado un respiro, su cese no es una respuesta para la incertidumbre de las tres mil personas que permanecen ubicadas en los albergues de Managua y Granada.
Hasta ahora se desconoce cuál será el destino de estas familias que han perdido todo o casi todo con el incremento del caudal en los lagos Xolotlán y Cocibolca.
El general Mario Perezcassar dice que se están adecuando centros de refugio para las personas que fueron trasladas, a fin de no afectar la normalidad del curso lectivo en las escuelas que hasta ahora han fungido como tales.
¿Y mañana?
Aunque la comida no falta y en algunos albergues incluso han realizado piñatas y repartido dulces a los niños, aún no se tiene una respuesta concreta para estas personas.
Los CPC de las zonas afectadas han sido notificados a fin de iniciar la elaboración de un censo para determinar la cantidad de viviendas que se requieren.
También se les ha solicitado que informen sobre aquellas personas o familias a quienes en otros momentos se ha beneficiado con viviendas o lotes en otros inviernos.
Se espera que en las próximas horas el territorio se vea afectado por las lluvias del huracán Igor.