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“No me han dado el lugar que merezco”

El cabello entre cano amarrado en una cola, dista mucho del peinado afro que lo hizo famoso cuando era miembro de la memorable banda Santana, que abrió el concierto de Woodstock en 1969, el más famoso que haya habido en el mundo. Sin embargo sus tarjetas de presentación son el recuerdo de esa época. Cuando me alarga la tarjeta sonríe y me dice: “Así era yo, soy el único que tiene pelo del original Grupo Santana”.

José “Chepito” Areas Dávila Percusionista y precursor del Latin Rock

Fotos de La Prensa/ Oscar Navarrete

Mide cinco pies (1.52 metros) y camina balanceándose de un lado a otro sobre unas botas con tacones de dos pulgadas que suenan cuando da el paso. Cuerpo encorvado y cabeza hacia abajo. Va y viene agitando las manos y moviendo los dedos donde lleva puestos unos grandes anillos que suenan al roce del uno con el otro. Tac-chis-tac-chis…

El cabello entre cano amarrado en una cola, dista mucho del peinado afro que lo hizo famoso cuando era miembro de la memorable banda Santana, que abrió el concierto de Woodstock en 1969, el más famoso que haya habido en el mundo. Sin embargo sus tarjetas de presentación son el recuerdo de esa época. Cuando me alarga la tarjeta sonríe y me dice: “Así era yo, soy el único que tiene pelo del original Grupo Santana”.

José “Chepito” Areas es un personaje y a sus 64 años sigue buscando una esposa. Lo hace enamorando a cuanta mujer se le ponga enfrente. La tarjeta de presentación que me entrega trae una nota escrita por él: “Te amaré por siempre”.

Estoy clara que no soy la primera a quien se lo dice, y posiblemente ese mismo día ya se lo había dicho a tres o cuatro mujeres a quienes les dio una tarjeta igual, pues se encarga que todas tengan la amorosa dedicatoria.

Considerado uno de los mejores percusionistas del mundo y precursor del latin rock, Chepito, como todo el mundo lo conoce en su natal León, es uno de los dos latinoamericanos que ha ingresado al Salón de la Fama del Rock. El otro es Carlos Santana, de quien Chepito no da buenas referencias pues asegura que inscribió varias de sus canciones como propias y ahora él no puede reclamar sus derechos.

Hace tres semanas la labor de Chepito fue reconocida con la Medalla César Prado, en la entrega de los premios Claro a la música nacional realizado en el Teatro Nacional, donde Chepito Areas brindó una probadita de su nuevo disco La Gigantona .

¿Cómo empezó en la música?

Muchos nicaragüenses creen que es saíno (tufo) la cosa. Pero no saben que me viene en la sangre porque desciendo de José de la Cruz Mena (llora y se toca el pecho). ¿Ves? Me emociono, porque no es saíno la cosa. Nadie toca como yo.

Se toma un trago de vino. Después esboza un gran sonrisa y afirma: “Ni en Puerto Rico ni en Cuba, hay alguien como yo. Yo vergueé a Tito Puente y Changuito. Changuito, el rey de Cuba, le ganaba a Tito, pero yo les gané a los dos con una sola mano. ¡Con una mano! No hay nadie como yo en el mundo. Estoy retirado pero estoy trabajando con Alfonso Lovo en un nuevo disco que se llama

La Gigantona que es puro África y es una combinación, ‘combineichion’ se dice”… Guarda silencio y toma más vino.

¿En qué se inspira?

(Ríe) Te quiero decir otras cosas muy poderosas (se pone serio) pero como ustedes son retardados no me entienden. Yo me inspiro escuchando, he estado con los mejores músicos del mundo, en jazz, latino y rock. ¡Los mejores del mundo!

De niño yo tenía la idea de irme a Estados Unidos para ser grande y yo soñaba con irme a tocar jazz, pero fijate una cosa, ni jazz, ni salsa. En Estados Unidos te morís de hambre. Las grandes orquestas se mueren de hambre sus músicos porque no pueden pagar ni un cuartito con música latina. Yo creé el latin rock en el 60 y ahora haré más cosas con el ritmo de La Gigantona y San Jerónimo con los que yo me crié porque no pierdo mi tradición. (Solloza, se pone la mano en el pecho). Me hace daño emocionarme, estoy deprimido ahora y yo estuve en coma. Santana me llamó, pero no quiero nada con él, él se queda con las regalías de los discos, Samba pa’ti era mía y Jugando también, yo creaba las canciones y él las inscribía como suyas, porque él no era grande.

¿Cuántos instrumentos toca?

Toco todos los instrumentos, míos y ajenos. Mi padre era famoso también, mi primer instrumento fueron los tambores. Mi padre tocaba cinco instrumentos, todos somos músicos. Todos. Mi niño de cuatro años tocó con Santana, una de mis hermanas fue la primera mujer baterista; Danilo Areas, mi hermano, vive en Europa es un gran músico también. Aprendimos con técnica, con método, a los cinco años yo era profesional porque aprendí a los tres años. No soy un músico cualquiera, me fui porque aquí me hubiera quedado muriendo de hambre con mis hijos descalzos. Me fui a Estados Unidos a hacer música, yo ya había estudiado. Santana era el peor guitarrista, los mejores son Jimi Hendrix, Joe Satreani, Jimmy Page, Al Di Meola y a todos los conocí.

¿En ellos se inspiró para crear el latin rock?

Yo tocaba latin rock. Yo lo inventé, porque había latin blues, latin jazz pero yo inventé el latin rock. Tocaba con un grupo que se llamaba The Aliens. ¿Sabés cómo se escribe? Tenés que saber.

Yo tocaba en un club y The Aliens eran buenos músicos. Allí llegó a vernos Santana, que en ese tiempo su banda se llamaba Santana Blues Band porque no tocaban rock, tocaban blues, para morirse de hambre. Santana me dijo: “Chepito enseñanos el latin rock”, y yo me fui con ellos porque los gringos son malditos y como The Aliens éramos puros latinos no nos iban a hacer caso, pero él tenía gringos, buenos músicos en su grupo y así fue que se hizo. Santana sin mí no era nada, de allí que cuando me fui se desintegró, no hubo más creaciones.

Yo toco congas, timbales, güiro. Soy creativo y voy a hacer varios discos aquí en Nicaragua. Ya empezamos y vamos a hacer mierda a todos los grupos que hay. ¿Sabes por qué? Porque haremos verdadera música. ¡Un nuevo capítulo para la música! También tengo otro proyecto aquí. ¿Sabés por qué quiero ayudar a mi país? Yo amo este país, soy bisnieto de José de la Cruz Mena y soy un gran músico, el único nicaragüense en Woodstock y no me hacen caso, le hacen caso a cualquier mariachi salsero y a mí ni me ven.

Pero bueno, lo que quería decirte… ¡Ey! (se interrumpe y llama)… quiero otro vino que no he comido nada hoy. (Y sigue) Es que vamos a hacer unas congas, tambores y timbales, toda la línea de instrumentos de percusión con mi nombre Chepito Areas para que se exporten y darle trabajo a la gente y que la gente sepa que yo vivo orgulloso de mi país y que vamos a hacer grandes cosas.

Yo soy el mejor, yo hice mierda a los cubanos y puertorriqueños con una mano, soy uno de los mejores percusionistas del mundo y han querido reemplazarme pero no han podido, porque lo mío es natural, lo traigo en la sangre y mis hijos lo han heredado.

¿Y cuántos hijos tiene?

Un montón. Yo siempre tuve muchas mujeres. Las mujeres lloraban porque querían estar conmigo. ¡Uf ! Era cansado. Te lo digo: a veces hasta con ocho mujeres en la cama. Tengo muchos hijos, quizá más de veinte en todo el mundo. Pero conmigo reconocidos y todo tengo a siete, varones todos, no pegué mujeres y 16 nietos.

Mirá, ¿ya vamos terminando verdad? Es que mucho me interrumpís vos. Preguntame, ¿qué querés saber?

¿Cómo quiere ser recordado?

Quiero que sepan que soy el único nicaragüense que estuvo en una gira en treinta países y que no tienen una foto mía. Nunca me han dado mi puesto. Yo estuve con lo más grande del mundo y quiero ser recordado como el creador del latin rock en el mundo y quiero legar a las nuevas generaciones las nuevas creaciones que haré. Voy a hacer mucho por este país, vamos a organizar conciertos para dar a conocer la música que estamos creando y para ayudar a la gente pobre, como hicimos en el 73 con el concierto que dimos con Santana para el terremoto.

¿ Y esas pulseras que anda tienen algún significado?

No te voy a decir quién me las dio, pero son verdes, todo verde. Sabés, yo soy psíquico después que estuve en coma siete días cuando tenía 27 años me quedé así, con este poder. Yo tengo un extrasentido y a quien me dio esto, le voy a pedir más.

Su colaborador Alfonso Lovo sonríe y me dice que la entrevista terminó porque Chepito ya agarró confianza y comenzará a divagar y hacer bromas de todo. Pero él insiste en contarme algo que le pasó después de recibir la medalla César Prado.

“Mira allí estaban todos los millonarios y yo no tengo dinero. Creen que soy millonario, pero no soy. Entonces salen todos en sus limusinas y yo con mis dos maletas me fui a subir a la ruta y hasta la puse de lado de lo (mucho) que pesaban”.

—¿ Qué ruta? —cuestiona Lovo.

—Pues la ruta del bus, vos no sabés nada, callate Alfonso —dice Chepito.

—Sí sé hombre, si andaba con vos.

—Callate, no sabés. Después de la premiación todos en limusina y yo en ruta porque no me dan ni ride.

¿ Se droga usted?

Yo nunca me he drogado, sólo bebo guaro, vino, no me he drogado. Mi droga han sido las mujeres y ya te dije que busco una esposa nicaragüense, pero vos no me hacés caso. Ya terminamos esto. b

DISCOGRAFÍA

El Azote

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