BUENOS AIRES/ EFE
Entre los miles de tangos escritos en un siglo de historia del “dos por cuatro” hay al menos cien que son “los peores”, entre ellos varios que ganaron popularidad al calor de grandes cantores como Carlos Gardel, dice un experto argentino que se ha tomado la “difícil” tarea de clasificarlos.
El libro Los 100 Peores Tangos , de Enrique Espina Rawson, quien preside el Centro de Estudios Gardelianos, no sólo desmenuza composiciones “bizarras”, “espantosas”, “contradictorias” y hasta “prosoviéticas”, sino que también embiste contra Fumando Espero , La Cumparsita , Azúcar, Pimienta y Sal y Fea , entre otros de gran popularidad.
Espina admite que el criterio de esta clasificación “es simplemente” el suyo; dice que la hizo “sin ánimo de ofender a nadie”, pero con fundamentos para afrontar previsibles polémicas.
La clasificación, que reúne letras también “ridículas“, “inverosímiles” e “involuntariamente cómicas” en una mezcla “en la que la suma de las partes excede al todo”, incluye unos pocos pasos dobles y rancheras que han sido adaptadas al ritmo del tango.
Los compositores se han aferrado a “estereotipos falsos”, en los que los versos aluden a “ambientes camperos”, ajenos al origen del tango o citan al “arrabal” (suburbio), una “indefinida región más cercana al decorado que a la geografía”, advierte Espina.
UNO DE SARITA MONTIEL
Espina señala que Fumando Espero , de “insospechado éxito” en los años 20 y popularizado por Sarita Montiel, es un “tango español” cuya protagonista podría ser “acusada de apología del delito”, en vista de que “se ha comprobado que fumar no es ni genial ni sensual”.
Espina agradece y hace suyo el recitado de Enrique Maroni: “Tango que me hiciste mal, y sin embargo te quiero”.
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