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Magdalena de Rodríguez

Estelí con Pancho Madrigal

Políticamente, Estelí es un pueblo difícil. Le costó salir de la apatía que tantos años de somocismo había impreso en el alma y las costumbres. En Estelí se vivía sólo para el trabajo. Comentábamos desencantados quienes queríamos despertar a los estelianos hacia el interés por el cambio, que desde los finqueros, que era la “clase alta” y adinerada, hasta el hombre asalariado del campo vivía su etapa más egoísta. Eran los años sesenta y principios de los setenta. Unos pocos hacíamos la oposición al somocismo. Costó mucho hacerles entender y participar en UDEL y luego aceptar el renacimiento del sandinismo. Los jóvenes sí fueron un campo abierto a la idea de la lucha armada y al cambio de sistema.

Sin embargo, hoy, desde que se conoció al amanecer del 8 del corriente septiembre que Fabio Gadea Mantilla, segoviano y padre intelectual de “Pancho Madrigal”, había aceptado la candidatura presidencial única de la oposición, el entusiasmo de la gente es unánime. Salí a la calle en encuesta solitaria y la aceptación es increíble. En los bancos, en los comercios, en la calle, por donde anduve, a la gente conocida y desconocida para mí, les preguntaba ¿votamos por Fabio Gadea? La respuesta fue vamos con Pancho Madrigal. Es mi testimonio serio.

El mismo día di una entrevista a la Radio Católica local, en la que más o menos expresé lo siguiente: “Fabio Gadea Mantilla es un segoviano real y confeso que nos sacaría del ostracismo político en que hemos vivido los cinco departamentos del norte de Nicaragua. Es un hombre que no necesita presentación, ya es conocido en todo el país. Empresario exitoso, en un campo espinoso como es el de dirigir y compartir una radio donde los trabajadores son intelectuales. Los intelectuales son difíciles. Que se sepa no ha afrontado Radio Corporación una huelga en su vida relativamente larga. Nadie ha hallado en Fabio Gadea un caso de corrupción para objetar su candidatura presidencial. El frentismo, especialista en el descrédito a los posibles contendores de Daniel Ortega calla también, señal de que Gadea Mantilla es incalumniable”.

Agrego por escrito que la gente mira en Fabio Gadea al creador de un personaje que es la propia imagen, que ha nacido del fondo mismo del pueblo. Pancho Madrigal “expresa el gesto, el espíritu y la emoción del habitante” del campesino segoviano principalmente y del nicaragüense todo. He comillado la primera parte de la frase porque pertenece a José María Salaverría refiriéndose al “Martín Fierro” del argentino José Hernández. Fabio Gadea se identifica con el campesino nicaragüense como José Hernández lo hizo con el gaucho argentino y ésa es la caja fuerte de su fortuna política.

Claro, que no todo está dicho y menos aún hecho en el caso de Fabio Gadea, candidato. ¿Y luego Presidente de Nicaragua? Al llegar aquí sólo él y los asesores que escoja, la gente que en total elija para la “corporación política” a dirigir serán quienes le den al país el cambio que urge, la confianza que anhela, la paz, el bienestar, la seguridad que ansía desesperadamente.

Un Presidente no es una entidad sola, es él y sus asesores. Ideal sería que don Fabio al escoger a los miembros de propaganda de su campaña electoral les encomendara; propaganda y cultura, puesto que él mismo es un ente de cultura y lo estamos apoyando gente de cultura. ¿Y el doctor Alemán? Un hombre de la calle me dijo —el día de mi solitaria encuesta— “Alemán se quedará sólo con cuatro gatos dañinos”.

La autora es profesora

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