La Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua (Excan) respaldó ayer el desarrollo de cultivos de la variedad de café robusta, porque podría aportar al país cerca de 140 millones de dólares por exportación y generar 80 mil empleos nuevos.
En agosto pasado, cafetaleros de ocho departamentos de Nicaragua se pronunciaron en contra de la “promoción, estímulo y financiamiento” de la siembra de café robusta, por considerar que esta variedad pone en riesgo el prestigio de calidad del café nicaragüense a nivel internacional.
La gerente de la Asociación de Exportadores de Café de Nicaragua, Conny Pérez, rechazó ayer esa declaratoria pública de los cafetaleros y afirmó que, por el contrario, el café robusta ofrece a Nicaragua una oportunidad de diversificar su mercado.
Recordó que actualmente el 40 por ciento del consumo de café en el mundo es de la variedad robusta, cuyo mercado mueve más de 66 mil millones de dólares anuales.
Indicó que si Nicaragua captara el tres por ciento de ese mercado, lograría un ingreso cercano a 140 millones de dólares.
La variedad de café robusta es cultivada en México, Guatemala e Indonesia.
En Nicaragua ya existen 700 manzanas con café robusta, cuyo costo de producción por quintal es de 40 dólares.
En cambio, para cultivar una manzana de café arábiga, el costo se eleva a 85 dólares por quintal.
Pérez explicó que el café tipo robusta no atenta contra el café arábiga, porque ambos productos tienen mercados diferentes, condiciones de siembra diferentes y costos de producción diferenciados.
EN NUEVA GUINEA
El representante de los productores de la variedad robusta en Nueva Guinea, Pedro Figueroa, manifestó que las plantaciones han tenido un impacto positivo en la zona, principalmente para paliar el desempleo y contener la emigración hacia Honduras.
Están generando 40 empleos por manzana durante la temporada de corte del café, lo que ha permitido que muchas familias tengan una nueva fuente de ingresos.
Figueroa indicó que este tipo de cultivo es amigable con el medio ambiente, porque favorece la reforestación de la zona.
El productor Cristóbal Cruz Herrera destacó el impacto del café robusta en la reducción de la pobreza en la zona de Nueva Guinea, donde por primera vez se produce ese grano.
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