RIO DE JANEIRO/ AFP/ EFE
Los candidatos a la Presidencia de Brasil peleaban cada voto ayer en las principales ciudades del país y en un debate televisado, en el último día de campaña para las elecciones del domingo a las que la oficialista Dilma Rousseff llega como clara favorita.
La ex jefa de gabinete Rousseff, el socialdemócrata ex gobernador de Sao Paulo, José Serra, y la ex ministra de Medio Ambiente, Marina Silva, del Partido Verde, multiplicaron apariciones públicas mientras esperaban a verse las caras en un debate previsto para las 22H00 locales (01H00 GMT).
Por su parte, Marina Silva tenía previsto una rueda de prensa, luego de una exitosa y multitudinaria aparición en la céntrica estación Central de Río de Janeiro el miércoles en la noche, en la que llamó a sus seguidores a pelear voto a voto para forzar un balotaje.
Silva, de 52 años, pidió a sus partidarios “movilizarse ante la sociedad y debatir con coherencia lo que es mejor para la salud, la seguridad pública”. “No paro de crecer (en los sondeos) y voy a mantenerme en estado de campaña hasta el momento final”, remarcó.
Con encuestas estancadas tanto para Rousseff, que con 47-50% ganaría en primer turno, como para Serra, quien con 26-28% quedaría en un modesto segundo lugar sin posibilidades de pelear la Presidencia, solo Silva ha logrado capitalizar los últimos días de campaña para crecer hasta 13-14% de las intenciones de voto.
Serra, de 68 años, quien ha venido perdiendo simpatía entre los votantes brasileños desde que lanzó su campaña con una cómoda ventaja de 30 a 17 sobre la candidata oficialista, hizo un llamado similar al de Silva a sus partidarios en el acto de cierre de su campaña en la noche del miércoles. “El lunes (día siguiente a la elección) nadie va a descansar. Descanso de la campaña sólo en noviembre, porque todavía tenemos que trabajar mucho”, insistió ante sus seguidores, invocándolos a continuar buscando votos para que haya segundo turno el 30 de octubre.
La última encuesta divulgada ayer, de la encuestadora Datafolha para el diario Folha de Sao Paulo, dio a Rousseff 47% de las intenciones de voto para el domingo.
Ese 47% de la intención de voto garantiza a la delfina del presidente Lula el 52% de los votos válidos (descontando blancos y nulos), suficientes para la victoria en primer turno, para la que es necesario 50% más uno de los votos considerados válidos o pasibles de ser escrutados.
“Para llegar a un segundo turno, Rousseff tendría que perder 6.3 millones de electores hasta el domingo, lo cual es muy improbable”, expresó el miércoles Ricardo Guedes, director de la encuestadora Sensus, luego de que el anterior estudio de Datafolha diera a Rousseff con algunos puntos de caída en las intenciones de voto.
La ex todopoderosa jefa de gabinete de Lula, de 62 años, tiene previsto votar en Porto Alegre (sur) el domingo, para luego volar a Brasilia, en donde esperará los resultados junto al mandatario. Fuentes cercanas a la Presidencia brasileña indicaron además que ambos esperarán el resultado en el Palacio de la Alvorada, la residencia oficial de los mandatarios brasileños.
Serra, en tanto, votará en una escuela de Sao Paulo y esperará los resultados en su residencia paulista, informaron fuentes de su campaña. Marina Silva votará en el nordestino estado de Acre, del que es oriunda.
SELECCIÓN DE FUTBOL
Una “selección” de futbolistas que se apoyan en su fama para aspirar a cargos en los órganos legislativos brasileños ha entrado en el juego político para las elecciones del próximo domingo. En su mayoría los candidatos a diputado federal y regional vinculados al mundo deportivo son futbolistas retirados, como los consagrados Romario y Bebeto.
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