14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Los intérpretes expresan las dudas de los alumnos y sus participaciones en clases, así como la explicación de los maestros y maestras. Su trabajo es vital.

Manos que hablan,

—¡Mira que nadie me toque la máquina! —dice en voz alta—. Dejo colocado un pantalón y así lo quiero encontrar. Poneme lo que vayas terminando para revisarlo mañana que venga. Me voy, ya es tarde.

De los nueve mil que existen en Nicaragua sólo 80 estudian el bachillerato, apenas 20 lo han terminado y uno estaría a punto de coronar un carrera universitaria. Faltan intérpretes que los conecten al sistema

Fotos de LA PRENSA/Guillermo Flores

Una costura en línea recta y el pantalón estará terminado. El reloj apunta las 10:10 de la mañana, así que decide levantarse de la máquina, no puede atrasarse más, con la prisa no sería el primero que echaría a perder.

—¡Mira que nadie me toque la máquina! —dice en voz alta—. Dejo colocado un pantalón y así lo quiero encontrar. Poneme lo que vayas terminando para revisarlo mañana que venga. Me voy, ya es tarde.

El hombre bajito se ciñe una gorra roja desteñida y sale a recorrer las siete cuadras leonesas que separan el taller, que ostenta el nombre de Industriales Varela S.A. (IVSA), del lugar donde pasa el bus. Camina con prisa, casi debe correr, sube en el bus que ya va en movimiento.

—Casi no llega don Félix —le dice el conductor, mientras se seca el rostro con una toalla que una vez tuvo rayas.

—Eso creés vos, pero te tengo medido, así que no te distraigás —bromea don Félix, después de recibir el cambio.

Sin duda si hay algo que don Félix tiene medido desde hace dos años es el tiempo. Cuando llega a la parada de La Paz Centro están aguardando por él, las causas de su prisa, su hija Mercedes y su amiga Carmen, con quienes aborda un bus hacia Managua.

En el Zumen toman la ruta y su logro es que las adolescentes estén en la sección del octavo grado A, turno vespertino, recibiendo todas las clases, en el Instituto Público Bello Horizonte, de Managua.

El gasto diario en los tres pasajes es de 185 córdobas, pero no sólo eso, don Félix sale de su casa todos los días a las tres de la mañana, pasa viendo el ordeño por una pequeña finca propiedad de su mamá, llega a León a las seis de la mañana y desde esa hora hasta las diez se ubica en la máquina o corta la tela para no quedar mal con los pedidos que llegan al pequeño taller. Las tardes de febrero a diciembre están consagradas a la educación de su hija, quien fue diagnosticada como sorda a los tres años y medio de edad.

“Yo trabajo por cuenta propia, ellas salen de clases a las 5:00 y 5:40, entonces vamos llegando a la casa a las 7:00 de la noche. A esa hora cenamos y después yo me pongo en la máquina hasta las 10:00 de la noche cuando ya me voy a dormir, esto es de todos los días, porque una vez me la asaltaron en una (ruta) 120 y prefiero perder la tarde de trabajo que perderla a ella”, dice don Félix, un señor que parece mayor de los 42 años que tiene.

La amiga de su hija esta “becada” por él, no porque le sobre dinero sino porque han estudiado juntas desde niñas en la escuela de sordos de León y no lo hacía feliz que la joven no estudiara a causa de los pocos ingresos de sus padres que habitan en la comunidad Momotombo, en las faldas del volcán del mismo nombre.

Existen unas nueve mil personas en el país. De ellas sólo 20 han concluido el bachillerato y otras 80 lo estudian en la actualidad.

Javier López, presidente de la Asociación Nacional de Sordos de Nicaragua (Ansnic), destaca que en cada municipio la media de personas sordas es de 50 a 70 y que se debe tomar en cuenta que la mayor parte de ellas son jóvenes y adolescentes.

“Hay varias generaciones que demandan educación, pues han quedado rezagadas en el analfabetismo, en la primaria como es mi caso que no tuve la oportunidad de ir a la secundaria, hay muchas personas exigiendo ser incluidas en la secundaria pero por la edad y los costos en los que se deben incurrir no se acercan pues tienen responsabilidades”, señaló López por medio de la intérprete Perla García.

López también comentó que en muchas escuelas en algunos departamentos del país las personas sordas ni siquiera logran completar el sexto grado porque asisten a escuelas especiales que sólo llegan hasta el tercer grado.

Cabe destacar que la primera escuela para personas sordas en Nicaragua se fundó en 1977 y dos años después se fundó la primera escuela vocacional para permitirles tener un oficio que les diera independencia económica.

En los pasillos no hay nadie y hay mucho silencio para ser un colegio de secundaria. Al avanzar por el corredor se nota que hay alumnos en las secciones y en una de ellas un profesor armado de un compás define que el óvalo es una curva cerrada plana.

El profesor habla de espaldas a los alumnos, no es necesario que se gire porque ellos “escuchan” la explicación, observando las manos de una de las 12 intérpretes de lenguaje de señas que hay en el Instituto Público Bello Horizonte, el único del país que ofrece la oportunidad a jóvenes sordos de estudiar la secundaria.

“El profesor imparte su clase normalmente lo único que cambia en esta secundaria inclusiva es que los alumnos en lugar de tener a una persona al frente, tienen a dos, así ha sido desde el año 2004, ya hemos tenido dos graduaciones de muchachos sordos y en la actualidad estudian aquí 80 sordos no sólo de Managua sino de Ciudad Sandino, La Paz Centro, Mateare, Tipitapa, San Marcos y hasta una joven de Bluefields que sólo viaja allá en vacaciones y permanece con familiares aquí en Managua”, destacó la subdirectora Xiomara Cuarezma.

Cuarezma dice que si bien los maestros se encuentran complacidos de la dedicación al estudio y proactividad que demuestran los jóvenes sordos, le preocupa que varios de ellos se retiran de las clases porque carecen de recursos para continuar asistiendo y se vean expuestos a diario a accidentes y robos.

“Tenemos muchachos y muchachas que vienen de lugares lejanos, el costo para una familia pobre es inmenso y este año han desertado varios, nos preocupa su seguridad, hay niñas que vienen acompañadas por padres o familiares, pero eso también representa un costo porque quiere decir que esa persona que les acompaña a demás de ser otro pasaje no va a trabajar”, manifiesta la subdirectora Cuarezma.

ANSNIC tiene registrados a nivel nacional 20 intérpretes capacitados. Hay muchas personas que entienden y pueden servir de facilitadores, como los padres y familiares de personas sordas, pero sólo aquéllos que han dedicado cuatro años de su vida a aprender el lenguaje y la ética son fiables, advierten en la asociación.

Ante la promesa en el año 2008 de propiciar una educación inclusiva, que permitiera el incremento de la matrícula en la población con discapacidad, y la publicación de la Ley de Lenguaje de Señas, fue creado en el año 2009 el Consejo Nacional de Lenguaje de Señas presidido por el Ministerio de Educación (Mined), a quien se le destinó un monto de 250 mil córdobas para la formación de intérpretes.

Sin embargo, el presidente de Ansnic señala que la comunidad sorda continúa a la espera que se cumpla el artículo 9 de la ley de lenguaje de señas que expresa que “el Estado de Nicaragua reconocerá la formación de intérpretes para personas sordas de Nicaragua”.

“El año pasado el monto para formación de intérpretes no se ejecutó y nos preocupa que este año estemos en octubre ya y aún no se ha ejecutado, fue por eso que hicimos plantones para el día de las personas sordas a finales de septiembre, porque queremos secundarias inclusivas en todo el país, y no se puede porque no hay intérpretes”, manifestó López.

Domingo solicitó una entrevista con la dirección del Consejo Nacional de Lenguaje de Señas, ubicado en el Mined y no proporcionaron ninguna respuesta.

“No hay diferencia, hay noviazgos, bromas, burlas, discusiones sólo que uno no lo sabe si desconoce la postura de las manos, para leer en el gesto de una mala palabra o si aún no sabes con qué seña te han identificado, no sabés si hablan de vos”, expresa Malcom Nobelo, a quien sus compañeros sordos del Cuarto Año lo identifican tocándose el antebrazo mostrando el color oscuro de su piel y pasándose la mano sobre la cabeza hacia atrás.

“Entonces para ellos yo soy negro con el cabello hacia atrás, porque así lo usaba cuando comenzamos a estudiar hace cuatro años, yo he aprendido el lenguaje de señas con ellos, bromeamos, hacemos círculos de estudio, todo igual, hay incluso una pareja de novios que ella no oye y él sí, ellos nos han enseñado y ahora nos comunicamos más”, destacó Malcom.

Y es que la comunicación es la gran brecha que deben superar quienes rodean a una persona sorda, pero una vez aprendido el lenguaje todo se desarrolla con normalidad, comenta Roxana, la mayor de los tres hermanos Martínez Martínez que estudian en esta secundaria.

“Nosotros somos tres hermanos sordos, pero nuestros padres aprendieron el lenguaje de señas, tenemos amigos no sólo del colegio sino también en el barrio, nos regañan igual cuando nos peleamos, mis hermanos son mis amigos, aunque tenemos gustos diferentes, en la casa hacemos cosas juntos y somos una familia normal, bueno somos deportistas entonces cuando hay competencias entrenamos, pero creo que es lo único”, señala Roxana.

Entre Harold, Roxana y Alex Martínez Martínez suman alrededor de 20 trofeos y medallas en campeonatos centroamericanos, en las disciplinas de natación y atletismo. Ninguno de los tres ha decidido aún qué estudiará, pero están seguros que la primera meta por superar en la actualidad es terminar el bachillerato.

“Quiero terminar el bachillerato, tal vez estudie mecánica para trabajar con mi papá, pero no sé, estoy en primer año aún tengo tiempo de pensar”, comenta Alex quien está en el mismo año que su hermano Harold.

Otros jóvenes no tienen la misma suerte que los hermanos Martínez. Scarlette Huete, originaria de Mateare, comenta que en su casa hasta que cumplió 12 años logró tener una conversación fluida con su mamá porque antes de eso no le entendía bien.

“Mi mamá vende tortillas, yo soy una de las cinco estudiantes sordos que cursan el cuarto año de bachillerato gracias a una beca que nos otorga la Alcaldía de Mateare, cada año tenemos miedo que nos la quiten porque nuestro sueño es terminar el bachillerato para después estudiar magisterio y poder dar clases a niños sordos en nuestro municipio o donde nos necesiten”, comentó Scarlette.

La primera generación de bachilleres de este proyecto piloto que se graduó en el año 2008, comenzará a dar sus frutos en diciembre próximo cuando 12 bachilleres de esta secundaria reciban sus títulos como maestros de la Escuela Normal Alesio Blandón.

“En el año 2009

se graduaron ocho jóvenes sordos, de éstos dos hicieron examen de admisión en la universidad, uno de ellos clasificó en Licenciatura en Computación en la UNAN, va a clases con un intérprete y en la Asociación esperamos que sea el primer licenciado sordo del país, el otro está en Missouri con una beca”, destacó la intérprete Patricia Gutiérrez.

La satisfacción por ayudar a las personas sordas es el aliciente que tienen las intérpretes del país, pues sin duda no es por salario que devengan puesto que el Mined les paga lo mismo que a una maestra aunque ellas deban estar presentes en todas las clases.

“Los brazos duelen por eso aquí nos alternamos, pero es agotador, a veces no le entendemos a alguna cosa entonces les pedimos a ellos que nos esperen y le pedimos a los profesores que nos expliquen hasta que quedamos completamente claros de lo que se les está impartiendo”, comenta la intérprete Rosa Adelina Elizabeth Flores.

El Mined no ha destinado presupuesto para pagar a las interpretes es así que su apoyo en los cursos sabatinos de secundaria y en la Normal, es trabajo voluntario.

“Soy maestra ayudante en Mateare, quiero ser una profesional, tener un trabajo y así como lo quiero para mí lo quiero para todos los sordos del país, no es mucho, sólo igualdad”, concluyó Ana Regina Mercado Borge. b

Un nuevo idioma Science destacó en un artículo las conclusiones de un estudio a cargo de Ann Senghas y otros investigadores del Colegio Barnard, de la Universidad de Columbia, sobre el lenguaje creado para comunicarse conocido desde entonces como LSN (Lenguaje de Sordos de Nicaragua). b

La Prensa Domingo

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí