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El cuerpo de Eusebio González Palacios, líder indígena que luchaba por la institucionalidad, fue sepultado ayer. LA PRENSA/L.E.MARTINEZ

Presumen pasada de cuenta política

Como una “pasada de cuentas” calificaron productores y miembros de la Comunidad Indígena de Matagalpa (CIM) el asesinato del que fue víctima Eusebio González Palacios, líder indígena que mantenía una lucha por restablecer la institucionalidad y derechos de su casta.

CORRESPONSAL/MATAGALPA

Como una “pasada de cuentas” calificaron productores y miembros de la Comunidad Indígena de Matagalpa (CIM) el asesinato del que fue víctima Eusebio González Palacios, líder indígena que mantenía una lucha por restablecer la institucionalidad y derechos de su casta.

González, de 62 años, murió el viernes al recibir un impacto de bala que detrás de la cabeza le asestó un hombre cuya identidad aún investiga la Policía. El crimen ocurrió en la comunidad Apatite del municipio de Matagalpa, donde el líder indígena alquilaba tres manzanas de tierra para el cultivo de granos básicos.

Con la versión de quienes vieron al hombre que acompañaba a González, peritos policiales están elaborando retratos hablados para identificarlo pronto, señaló el subcomisionado Marvin Pérez, del Departamento de Auxilio Judicial de la Policía en Matagalpa.

“No tenemos mayores elementos para establecer cuál fue el móvil”, dijo Pérez.

EMPRENDIÓ LUCHA DESDE EL 2004

Sin embargo, durante las honras fúnebres de González, este lunes, productores e indígenas coincidieron en que el crimen presuntamente tuvo que ver con la lucha que éste emprendió hace más de seis años, por lograr elecciones transparentes en la CIM, organización cuyos directivos han sido impuestos desde el 2004 por el orteguismo en el municipio de Matagalpa, sede de las autoridades formales de los matagalpas.

“Eso que pasó con Eusebio fue a traición, porque hay muchos contrincantes que están en desacuerdo con la lucha que llevamos”, comentó Liberato Mendoza, quien tenía cuatro décadas como miembro del Consejo de Ancianos de la CIM, hasta que en 2006 fue destituido por ex directivos orteguistas, porque respaldaba a González en la demanda de elecciones.

Mendoza recuerda que en varias ocasiones advirtió a González Palacios que “estábamos arriesgando mucho y que hasta nos podían matar, pero él me decía que no sería así y que no tuviera miedo”.

“LO ASESINARON POR CELOS”

Por su parte Gregorio Zamora Salgado, quien presidió la CIM en 1968, considera que el crimen contra González “fue premeditado y lo asesinaron por celos de esa gente que está en contra de nosotros (…), pero jamás nos van a doblegar”.

“Nos quitaron al mejor miembro que teníamos, este hombre trabajaba definitivamente legal y luchó por ver mejorías, porque la Comunidad Indígena está en bancarrota y nos quieren quitar la autonomía y por ahí viene la cosa”, agregó Zamora.

“Yo le decía a mis compañeros (del Consejo de) Ancianos que esto viene desde arriba, pero no crea que esto será así por así”, dijo Zamora Salgado.

ESTE AÑO HABRÍA ELECCIONES Y VÍCTIMA PARTICIPARÍA

Mientras tanto, Juan Pérez Díaz, Cacique Mayor de la CIM hasta 2008, cuando fue destituido ilegalmente por respaldar a González, opinó que “en la muerte de él (Eusebio) hay una venganza, porque este año deben haber elecciones y él iba a encabezar una terna como candidato”.

“Es doloroso para nosotros los indígenas y pienso que tenemos que averiguar este caso. Debe salir a luz quién fue el autor”, agregó Pérez Díaz.

Asimismo, el productor Roberto Reyes consideró que “este crimen podría ser una pasada de cuentas porque Eusebio estaba defendiendo los valores democráticos y a la casta indígena con el propósito de apoyar a los desprotegidos de la etnia”.

Hasta ahora, la Policía cuenta con la versión de Rubén González Chavarría, el mayor de los ocho hijos de González Palacios.

González Chavarría dijo a LA PRENSA que en las últimas dos semanas, un hombre habría llegado tres veces a la casa de “Chevito”, como llamaban al líder indígena, a proponerle que le alquilara tierras para sembrar granos básicos.

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