CORRESPONSAL/CHINANDEGA
Animales muertos, bolsas y botellas destacan en una poza fétida de dos metros de profundidad, ubicada de La Cruz —en el barrio del mismo nombre— una cuadra al Oeste. La pestilencia perjudica a los vecinos y la corriente putrefacta sigue directo hacia el cauce del río Acome.
Los lugareños solicitaron a las autoridades correspondientes que apliquen fuertes sanciones para quienes lanzan desechos en el lugar.
El plan de un grupo de trabajadores de la comuna es establecer una rampa que conduce hacia el cauce, para evitar que el terreno cercano a éste continúe derrumbándose.
También se construirá un muro con piedras, arena y cemento, para evitar el derrumbe de las paredes del cauce. En la entrada de la rampa colocarán un enmallado, a la orilla de la calle, para evitar que la gente ingrese a la zona a echar basura.
El albañil Manuel de Jesús Prado dijo que la semana pasada ubicaron una caja puente, con dos tubos que trasladan las aguas servidas domiciliares.
Los vecinos hicieron un llamado a los representantes de la Unidad Ambiental Municipal y del Ministerio del Ambiente y Recursos Naturales (Marena) para ejecutar una ordenanza que fije multar a las personas que tiran basura. “Es necesario que sancionen a los que vean tirando la basura”, precisó el albañil.
DISCORDIA DE VECINOS
El basurero y la poza contaminada han provocado discusiones entre los que ensucian el lugar y los habitantes de las casas cercanas, que no soportan la hediondez, las moscas y zancudos.
“La misma gente de este sector tira la basura, se les dice y no hacen caso, ahí le decimos el pantano porque también cae el agua que produce el barrio y para mí que implementen las multas, sería bueno”, señaló Danilo José Torres, un ciudadano que habita a pocos metros hacia el este del cauce.
Marcial Campos, responsable de la Unidad Ambiental Municipal, ha expresado que implementarán multas, pero hasta hoy esto no ha sido efectivo.
Ver en la versión impresa las páginas: 8 B