A pesar del optimismo mostrado por autoridades colombianas, sobre el litigio limítrofe con Nicaragua, el ex canciller Norman Caldera estima que nadie puede tener seguridad sobre los resultados del juicio que se dirime en la Corte Internacional de Justicia (CIJ), con sede en La Haya.
“Nosotros vamos en un 75 por ciento ganando este litigio, y es que San Andrés, Providencia y Santa Catalina son de Colombia, que el Tratado (Bárcenas-Esguerra) es vigente y ahora vamos a esperar a que la Corte decida cuál es el límite. Ello será, más o menos, en 2012”, expresó ayer la canciller colombiana María Ángela Holguín, en una actitud triunfalista sobre la querella que fue interpuesta por Nicaragua en 2001.
Norman Caldera considera que las declaraciones de la canciller colombiana son para incentivar la opinión pública de su país, por lo tanto son para consumo interno.
Para el ex canciller, los nicaragüenses deben estar confiados de que la CIJ va a decidir dónde va a estar el límite para resolver el litigio histórico entre ambas naciones; y sobre esa base se decidirían otras situaciones después, relacionadas a San Andrés, Providencia y Santa Catalina, así como los Cayos Roncador, Serrana, Serranilla y Quitasueño.
“De todas maneras, lo que se estaría recuperando son porciones marítimas del territorio nicaragüense que equivalen al territorio de Nicaragua actual”, explicó Caldera.
El ex canciller recordó que desde que se presentó la querella ante la CIJ, la defensa del caso ha sido “sólida” y se ha mantenido en todas las administraciones de Nicaragua, ya que es una posición generalizada recuperar lo que legítimamente le corresponde a este país.
Caldera duda que puedan haber muchas variantes. “Yo creo que la movida de pedir a Costa Rica y Honduras que trataran de intervenir nos dice que no hay mucha solidez en la posición de Colombia, buscando aliados de alguna manera”, subrayó.
Extraoficialmente se conoció que el gobierno de Nicaragua no considera oportuno pronunciarse sobre las declaraciones de la canciller colombiana María Ángela Holguín, ya que puede tratarse de una estrategia para perjudicar a Nicaragua en el proceso.
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