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El vicepresidente de Argentina, Julio Cobos, con la mandataria, Cristina Fernández, en una actividad en julio de 2008. LA PRENSA/AFP/JUAN MABROMATA

Nuevo conflicto gubernamental

La presidenta argentina, Cristina Fernández, rechazó ayer una ley que concede un sustancial aumento de las jubilaciones y calificó al vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, de “okupa” después de que su voto favorable permitiese la aprobación de la polémica norma en el Senado.

BUENOS AIRES/EFE

La presidenta argentina, Cristina Fernández, rechazó ayer una ley que concede un sustancial aumento de las jubilaciones y calificó al vicepresidente de la Nación, Julio Cobos, de “okupa” después de que su voto favorable permitiese la aprobación de la polémica norma en el Senado.

Es una “ley de quiebra y de estafa a los jubilados”, consideró Fernández en alusión a la nueva normativa que aprobaron ayer en la madrugada los senadores y que hace efectivas jubilaciones que representen el 82 por ciento del salario mínimo que cobran los trabajadores. Al cabo de once horas de debates, al momento de la votación hubo un empate en 35 votos, con lo que Cobos hizo valer su condición de presidente del Senado para inclinar la balanza en favor de la oposición y volver a contrariar al Gobierno de Fernández.

“Nunca se vio en ninguna parte del mundo que haya un vicepresidente opositor, no entra en la lógica de nadie”, denunció la mandataria en un acto en la Universidad de Moreno, a las afueras de Buenos Aires.

“Tenemos un vicepresidente okupa pero no importa, somos muy respetuosos con la legalidad y nadie va a pedirle la renuncia”, agregó en referencia a Cobos, quien en julio de 2008 rompió con el Gobierno al votar contra un sistema de impuestos móviles a la exportación de granos cuestionado por las patronales agropecuarias.

Fernández consideró que “nadie puede explicar sensatamente con los números en la mano cómo financiar” el aumento de las jubilaciones que prevé la ley, basada en un criterio de movilidad, es decir, que las pensiones se ajusten al alza cuando los trabajadores logran aumentos en el salario mínimo. Esto supone elevar la jubilación mínima de los actuales 895 pesos (224,8 dólares) a 1,427 pesos (358,5 dólares) mensuales, con un costo para el Estado calculado por la oposición en 18,900 millones de pesos (4.748,7 millones de dólares) anuales y por el oficialismo en 40,000 millones de pesos (10,050 millones de dólares).

Se trata de una “ley de quiebra” que “será vetada”, porque el Gobierno no va a permitir “que Argentina y el Estado se suiciden”, consideró el jefe del Gabinete, Aníbal Fernández, por medio de mensajes en la red social Twitter.

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