Río de Janeiro / EFE
La Agencia Nacional de Petróleo (ANP) de Brasil anunció ayer el descubrimiento de un yacimiento de hidrocarburos en aguas muy profundas que, según las primeras evaluaciones, cuenta con reservas recuperables de entre 3,700 millones y 15,000 millones de barriles de crudo equivalentes.
Según el órgano regulador de los hidrocarburos en Brasil, el cálculo más probable para las reservas del área, conocida como “Libra”, es 7,900 millones de barriles, que lo convierten en el mayor yacimiento del país.
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El nuevo yacimiento está en el llamado presal, el nuevo horizonte de explotación descubierto por Brasil en aguas muy profundas del Atlántico, y por debajo de una capa de sal de dos kilómetros de espesor.
Las reservas que comenzaron a ser explotadas comercialmente hace dos días, con la instalación de una plataforma en el campo de Tupí, pueden convertir a Brasil en uno de los mayores exportadores mundiales de petróleo.
El volumen de las reservas descubierto en el nuevo campo del presal fue valorado por la certificadora Gaffney, Cline & Associates, según la ANP.
“Este hallazgo valora enormemente el patrimonio del Estado”, informó la agencia reguladora en un comunicado en el que destacó que el área en que fue hecho el descubrimiento, conocida como “Libra”, pertenece al patrimonio público y su explotación no ha sido otorgada en concesión a ninguna empresa.
El pozo pionero fue perforado cerca de 183 kilómetros del litoral del estado de Río de Janeiro, en una región de la cuenca marina de Santos, en la que el mar tiene una profundidad de 1,964 metros.
“Hasta el momento la profundidad alcanzada en el pozo en ‘Libra’ es de 5,410 metros, con 22 metros perforados en el presal. La profundidad final prevista, de cerca de 6,500 metros, se calcula que será alcanzada a comienzos de diciembre”, asegura el regulador.
La Agencia agregó que encomendó la perforación del pozo “Libra” sólo para aumentar el conocimiento sobre el potencial del presal, por lo que aún no hay previsión de cuándo comenzará a ser explotado.
Según la reglamentación específica para el presal, aprobada este año por el Congreso, la explotación del yacimiento será concedida al mejor postor en una subasta pública, pero la petrolera estatal Petrobras tendrá que ser el operador y tener participación en el proyecto.
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