14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Nicaragua apuesta a que el dragado del río San Juan dinamice la economía del país, especialmente de San Juan de Nicaragua, que hoy depende casi exclusivamente de Costa Rica. LA PRENSA/ARCHIVO

Dragado mejoraría economía

Aparentemente las esperanzas de Nicaragua con el dragado del río San Juan están centradas en la reactivación de la economía en San Juan de Nicaragua y, sobre todo, en el impacto económico para el país. Según el estudio de impacto ambiental del dragado del río San Juan, al que tuvo acceso LA PRENSA, a pesar de la censura del Gobierno, la apuesta es darle impulso a la economía por medio de una nueva ruta de comercio, la misma que hace 150 años era la más importante de América, pero que quedó en desuso al construirse el canal de Panamá.

Aparentemente las esperanzas de Nicaragua con el dragado del río San Juan están centradas en la reactivación de la economía en San Juan de Nicaragua y, sobre todo, en el impacto económico para el país.

Según el estudio de impacto ambiental del dragado del río San Juan, al que tuvo acceso LA PRENSA, a pesar de la censura del Gobierno, la apuesta es darle impulso a la economía por medio de una nueva ruta de comercio, la misma que hace 150 años era la más importante de América, pero que quedó en desuso al construirse el canal de Panamá.

[doap_box title=”La discordia creada por el dragado” box_color=”#336699″ class=”aside-box”]

  • Hace menos de dos semanas inició el dragado del río San Juan, pero ya ha causado serios roces diplomáticos entre Nicaragua y Costa Rica.
El pasado 22 de octubre decenas de oficiales costarricenses fuertemente armados con ametralladoras se dirigieron a la zona del dragado, sitio donde, según Costa Rica, el Gobierno nicaragüense habría violado su soberanía al depositar sedimentos extraídos de la limpieza del San Juan.

También señalaron que miembros del Ejército de Nicaragua habrían violado la soberanía tica al ingresar a su territorio, lo cual fue negado por la institución castrense.

Costa Rica también señala que el dragado intenta cambiar el cauce del río, y por lo tanto variar la frontera.

[/doap_box]

Según el estudio, “la actividad de dragado es una obra que coadyuva al desarrollo de un país… en el último año se han firmado varios acuerdos comerciales… a lo cual, es de esperarse que diversos sectores de la economía nacional crezcan en sus exportaciones”.

Cabe destacar que Nicaragua es suscriptor del acuerdo comercial conocido como el Alba (Alianza Bolivariana para las Américas), de la que también son firmantes Cuba y Venezuela, ambos países con costas en el mar Caribe, donde desemboca el río San Juan.

El caudal promedio del río San Juan es de 1,636 metros cúbicos de agua por segundo. Eso es como ver pasar una piscina olímpica a la velocidad de un pitcheo de Grandes Ligas.

Sobre ese caudal Nicaragua aspira a darle impulso a los tres sectores de la economía, según el estudio.

Pretende que el sector primario se beneficie con los costos operativos de las empresas, mejorando así la economía local y la macroeconomía. El sector secundario se vería beneficiado por medio del transporte de mercadería y acciones operativas de la economía misma. El sector terciario vería reflejados sus beneficios en los parámetros económicos a nivel regional (Región Autónoma del Atlántico Sur, RAAS) y nacional.

Las aspiraciones se basan en que, una vez que la desembocadura del río San Juan sea navegable, afectaría positivamente a la salud de la población, habría mejoras en la economía, aumento de empleo, flujo de transporte y turismo, así como cambios en la calidad de vida.

La dependencia hacia Costa Rica que tiene la economía de San Juan de Nicaragua hace que transportar un paquete desde Nicaragua hacia ese lugar sea 12 por ciento más caro que trasladarlo desde Costa Rica, ya que desde San Carlos sólo llegan tres embarcaciones con capacidad para 80 pasajeros, tras 12 horas de viaje.

Los pescadores pueden vender una libra de langosta espinosa en 155 córdobas, un precio que no pueden lograr en territorio nicaragüense. Lo mismo ocurre con los camarones.

Un poblador de San Juan de Nicaragua que comercializa sus productos en Costa Rica puede obtener ganancias próximas a los tres mil córdobas en un mes, algo que no lograría en Nicaragua, a pesar de que es menos de lo que gana un barrendero de la Alcaldía de Managua.

Nicaragua aspira a recuperar para sí este mercado, que incluye a una de las especies de camarones de agua dulce más grandes del mundo.

Puede interesarte

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí