14
días
han pasado desde el robo de nuestras instalaciones. No nos rendimos, seguimos comprometidos con informarte.
SUSCRIBITE PARA QUE PODAMOS SEGUIR INFORMANDO.

Cartas al Director

Sabiduría

 

 

 

“La prueba más clara de la sabiduría es una alegría continua”.

 

 

Michel Eyquem de Montaigne (1533-1592), escritor y filósofo francés.

MANDATARIO EJEMPLAR

Brasil tiene nueva mandataria al ganar en segunda vuelta con más de 55 millones de votos, Dilma Rousseff, siendo la primera mujer para gobernar el mayor país de América Latina, logrando mantener el partido de Lula en el gobierno.

Pero lo más interesante de todo esto es que Luiz Inácio Lula da Silva, actual Presidente de Brasil, ha descartado la posibilidad de volver a postularse para las elecciones presidenciales del 2014, también aseguró que no asumirá ningún cargo en el gobierno de Rousseff, quien fue electa como la nueva Presidenta de Brasil tras derrotar en segunda vuelta al opositor José Serra, aún sabiendo que fue un hombre que supo gobernar bien a su país, que promovió la libre empresa y la inversión del mismo, propuso alternativas de solución para fortalecer el desarrollo de su país, entre otros, y sobre todo que ante la Ley y la Constitución de su país puede reelegirse, pero prefiere darle paso a nuevas generaciones, como decimos acá en Nicaragua el relevo generacional, con líderes jóvenes.

Por qué el señor Daniel Ortega no sigue el ejemplo de Lula, por qué no se retira, sabiendo que no tiene el apoyo de la mayoría de los nicaragüenses, porque no ha sabido gobernar con armonía, libertad, unidad y reconciliación a como lo dice su famoso eslogan, sino que ha hecho todo lo contrario. Desde que Ortega llegó nuevamente al poder, lo único que ha hecho es meter en miedo a la oposición, gobernar con chantajes y opresión, y con decretos ilegales, y para colmo imponiendo magistrados de facto en el Consejo Supremo Electoral (CSE) que le garanticen su reelección, para seguir gobernando nuestro sufrido país.

Le sugiero al señor Ortega que siga el ejemplo del señor Da Silva, quien supo gobernar bien a su país, siendo un hombre de partido de izquierda, pero con visión de nación, garantizando que ganara su correligionaria legalmente y sin fraudes electorales, porque supo ganarse a su gente, pero sin embargo, prefiere darle pase a otras personas, para ser recordado como un buen presidente de los pobres y de su país.

Ezequiel Pérez

MES DE LOS DIFUNTOS

En noviembre, los campo santos se engalanan de flores, de velas e imágenes sagradas. En nuestro pensamiento aparece la eternidad.

Esta vida se asemeja a noviembre porque es tiempo de sementera: aquí se siembran las obras buenas. En la Eternidad, lo que, sobre todo, cuenta es la caridad. Si aquí se siembra el bien, allá se recoge paz y felicidad; si se obra el mal, nos envolverá la amargura. Estamos tentados a vivir como si Dios no existiera, olvidando que este mundo no es nuestra meta. Allá nos mostrarán nuestra cartilla, con un buen saldo, en blanco o con deudas. Las deudas, si se refieren a pecados contra la justicia (robos, calumnias…), deben darnos miedo, pues no se perdona el pecado sin devolver lo robado y quizá los herederos no estén dispuestos a reparar. Yo siempre digo a mis hijos que cuiden de ser verdaderos, justos y caritativos.

No hay caridad sin justicia, ni justicia sin verdad. Con el recuerdo de la muerte o con su olvido, lo cierto es que esta vida no es la Vida, que estamos equivocados si tomamos los medios como fines. No nos engañe el dinero o el poder, ni nos encandile el placer, que todo lo de abajo es pasajero. Decía Santa Teresa: “Sólo Dios basta”. El jesuita padre Tomás Morales, ahora siervo de Dios, repetía: “Esta vida no es la vida”. Sí, esta vida tiene fecha de caducidad, y, ¡cuidado!, porque “en la tarde de la vida, seremos juzgados en el amor” (San Juan de la Cruz).

Josefa Romo

CRISTINA FERNÁNDEZ

El deceso de Néstor Kirchner, ex presidente de Argentina, convierte a la actual presidenta Cristina Fernández de Kirchner, de 57 años, en una viuda millonaria pero sola y débil políticamente hablando en la Casa Rosada.

El ex presidente y su esposa Cristina formaban un “combo político”, así se promocionaron desde la primera campaña del ahora extinto ex presidente, desde el extranjero daba la impresión que los dos conformaban un equipo muy unido y con mucho poder.

Parecía que la pareja tenía un plan político trazado, posiblemente esperaban gobernar al menos cuatro períodos intercalándose la Presidencia, eran jóvenes, ambiciosos los dos y reunían todas las condiciones electorales que se necesitan para alcanzarla, cosa que con el tiempo se confirmó.

Ambos con un discurso populista y “peronista” en contra de los empresarios y del capitalismo similar al de su colega de Venezuela, Hugo Chávez, han fomentado el odio entre las clases sociales en Argentina.

Sin duda alguna la cabeza de este dúo tan protagonista era Néstor Kirchner, todos los argentinos lo sabían, la pregunta que está en el aire es si la presidenta Cristina Fernández se encuentra capacitada para controlar el poder político que tenía el difunto, porque los “buitres políticos” de su propio grupo estarán al acecho.

Las dudas no sólo son en este punto, existen otras como por ejemplo la que plantean algunos analistas en cuanto al cómo gobernará sola, no dudamos de sus capacidades, es una mujer inteligente, pero la fuerza y el respaldo de su ex esposo se le fue, necesitará algo más que carácter, gobernar no es fácil y menos en Argentina.

Lo que parece muy posible es que Cristina Fernández viuda de Kirchner se convierta con el tiempo en un icono similar a su compatriota Evita Perón, adorada por unos y odiada por otros, tiene todas las características mediáticas, lo que no estamos seguros es si tendrá el ánimo para convertirse en una verdadera líder política de su país.

Carlos Vílchez Navamuel

 

EL MIEDO A EXIGIR

Todo proceso de educación supone el paso del ser al deber ser. Es partir de la situación educativa en que se encuentra un chico para llegar a un estado de mayor perfección. Para dar este paso el educando necesita ordinariamente la ayuda de los padres y los profesores, porque de por sí tiende a la comodidad, a lo fácil y al mínimo esfuerzo. Para que esa ayuda sea efectiva el educador ha de exigir con fortaleza, pero con afecto, buscando siempre el bien del chico.

En los tiempos actuales observamos que tanto algunos padres como profesores no ejercen esta exigencia necesaria para lograr la educación.

Una razón es que piensan que la exigencia es incompatible con la tolerancia y la democracia y lo que está de moda en el ambiente es respetar la libertad de los pequeños. Una cosa es el objeto positivo de educar en la libertad y para la libertad y otra es “dejar hacer”, el encogerse de hombros y dejar en el abandono a los chicos. Esto supone una dejación de deberes por parte del educador que produce un perjuicio en el educando.

Otras veces los padres dicen que no están formados para educar a sus hijos, que no tienen conocimientos suficientes de las asignaturas para poderles ayudar y que esa labor la dejan en manos de los profesores. Con esta postura caen en el error: la explicación de las materias escolares es labor prioritaria de los profesores y de forma secundaria de los padres, pero la formación humana y la adquisición de hábitos de conducta es tarea prioritaria de los padres y de forma subsidiaria de los profesores. Por eso está claro que los padres son los primeros educadores de sus hijos y tienen gracia de estado para llevar a cabo la educación de las criaturas que han engendrado.

Algunos padres no se atreven a exigir a los pequeños porque dicen que no tienen autoridad, que no les hacen caso y que no les obedecen. Es este caso han de aprender a ganar autoridad y lograr con buenas maneras que sus hijos les obedezcan. Porque los hijos primero desobedecerán, pero después discutirán, les gritarán, les insultarán o les pegarán. Algunos padres tienen que denunciar a sus hijos por malos tratos a sus progenitores.

En otras ocasiones los padres no exigen a sus hijos por miedo a perder su cariño o por temor a que les pase algo malo o que les produzca un trauma o quedar mal ante los vecinos o amigos. En estos casos que se quieren más a sí mismos que a los pequeños y anteponen su bien al suyo. El afecto no quiere decir exceso de indulgencia ni falta de exigencia, porque el afecto, cuando es verdadero, va unido a la exigencia.

Da pena ver a muchos padres que, siendo buenos, hagan desgraciados a sus hijos por no exigirles, pensando que eso es una manifestación de cariño, cuando es más bien una forma de debilidad o de egoísmo.

Arturo Ramo García

×

El contenido de LA PRENSA es el resultado de mucho esfuerzo. Te invitamos a compartirlo y así contribuís a mantener vivo el periodismo independiente en Nicaragua.

Comparte nuestro enlace:

Si aún no sos suscriptor, te invitamos a suscribirte aquí