DESDE REPÚBLICA DOMINICANA
Everth Cabrera, quien se convirtió en un ejemplo de determinación y confianza en sí mismo, al subir a Grandes Ligas contra todo pronóstico, se encontró ayer ante un nueva prueba para su carácter, al ser separado de los Tigres de Licey, en el beisbol de República Dominicana.
- “Cada vez que se me dice que no puedo hacer algo, lo he hecho. Siempre he encontrado una motivación en cada obstáculo y ahora no será la excepción”, dice Everth Cabrera.
“No me siento derrotado. Estas cosas -ser dado de baja— suceden en el beisbol. Lo que hace la diferencia en tu actitud ante esta situación y yo no me siento derrotado”, indicó.
Cabrera resumió .255 (377-96) en el 2009 con 59 anotadas, 18 dobles, ocho triples y 25 robos. Este año cayó a .208 (212-44) con 22 anotadas, 22 impulsadas y sólo ocho robos.
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Esta situación, viene a ser como el corolario de un año terrible para el torpedero pinolero, que tras lesionarse en varios momentos, no pudo recapturar su energizante juego y luego perdió la titularidad de las paradas cortas con los Padres de San Diego. Ahora queda fuera de Licey.
“Es evidente que éste no ha sido un buen año para mí, pero muchas veces uno aprende más de los tropiezos que de los triunfos”, dice un Cabrera golpeado, pero no destruido. “Claro que no me alegra lo que ha pasado, pero nada me bajará la guardia”, asegura el nandaimeño.
A Cabrera se le informó anoche que ya no formaba parte de los Tigres, cuya paciencia se les agotó debido a que el nica resumió únicamente .125 de average, (24-3) con dos anotadas, un robo, cuatro bases y seis ponches, mientras el equipo en general batalla por salir a flote.
“Creo que quise hacer más de lo que podía y al final no hice nada. Vine con muchos deseos de ayudar al equipo y ayudarme a mí mismo en el aspecto ofensivo, pero las cosas no fueron como yo y el equipo deseábamos, así que fui dado de baja”, lamentó el short pinolero.
Everth no sabe aún cuál será el próximo paso, pues asegura que aquí mismo en Dominicana y en México, hay equipos interesados en sus servicios, y aunque no quiso ser concluyente, dio la impresión que jugar en Nicaragua no es una opción en estos momentos para él.
“No sé qué haré todavía. Probablemente permanezca aquí hasta el martes y vamos a ver qué pasa. No descarto ir a Nicaragua, descansar unos días y luego comenzar a trabajar porque al entrenamiento de primavera voy a llegar lo mejor que yo pueda”, promete el nica.
Cabrera no tiene una respuesta clara sobre lo que ha pasado con su carrera en estos momentos. Sólo sabe que las cosas han ido de mal en peor. Sin embargo admite que descuidó su condición física en las vacaciones y su peso ganó algunas libras de más.
“Siendo honesto, llegué con unas libras de más al spring training, pero no fue porque no hice bien el trabajo físico, sino porque pensé que eso me ayudaría a batear más fuerte. Y la verdad eso perjudicó mi velocidad en las piernas, que es mi machete”, explica el torpedero.
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