Por Wilder Pérez, Amalia Morales y Josué Bravo
La visita del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, “para promover el diálogo” entre Nicaragua y Costa Rica la próxima semana, “en busca de una solución al conflicto fronterizo entre ambos países”, evidencia un triunfo nicaragüense y una derrota tica en Washington.
Costa Rica pidió una sesión del Consejo Permanente de la OEA para exigir que Nicaragua suspendiera el dragado del río San Juan y retirara sus tropas de Harbour Head.
Nicaragua rechazó las peticiones de Costa Rica, y mantuvo su posición de abrir un diálogo bilateral.
Al final, la OEA decidió que Insulza viaje a ambos países para propiciar este diálogo.
En opinión del experto en derecho internacional, Mauricio Herdocia, “es una victoria de los dos países, porque va en la línea de buscar un entendimiento”.
Para Herdocia la idea es que con el diálogo “se garantice la tranquilidad y que permita que las aguas regresen a su curso”.
Sin embargo, está claro que la decisión de la OEA estuvo más cerca de los intereses de Nicaragua que de los de Costa Rica.
“La propuesta costarricense de establecer una comisión de verificación ha sido en ese sentido descartada, y ha prevalecido la moderación y la sensatez en el Consejo Permanente de la OEA, de tal forma que la tesis inicial de Nicaragua se ve reflejada en esta disposición de la OEA de facilitar un acercamiento entre los presidentes”, comentó Herdocia.
DIÁLOGO BILATERAL
Para el experto, la vía del diálogo bilateral nunca debió ser abandonada por Costa Rica, que sorprendió en los últimos días con un lenguaje agresivo y una solicitud precipitada ante la OEA, tras negarse a conversar con Nicaragua.
“No hay que olvidar que las sesiones del Consejo Permanente han permitido mostrar la validez plena de los alegatos de Nicaragua sobre el dragado del río San Juan, y lo que estamos viendo es más bien un regreso de las negociaciones al escenario donde nunca debieron haber salido, que es el ámbito de las relaciones Nicaragua-Costa Rica”, dijo Herdocia.
Lo que queda por hacer son reuniones al más alto nivel diplomático y luego mesas técnicas, para dilucidar todos los puntos del tema, según el especialista, pues Insulza únicamente será un “facilitador” del diálogo.
Herdocia advirtió que “el dragado no debe estar en tela de juicio en estas negociaciones, tampoco la capacidad de Nicaragua de combatir el narcotráfico.
Las negociaciones se debe limitar a los aspectos relacionados con preocupaciones sobre la ubicación precisa de la frontera, a la luz del tratado Jerez-Cañas de 1858, el laudo Cleveland de 1888, y los cinco laudos Alexander”.
COSTA RICA “SATISFECHA”
Costa Rica dijo sentirse satisfecho con la decisión de la Organización de Estados Americanos (OEA), a pesar de que este organismo no concedió sus principales peticiones y trasladó el conflicto fronterizo al plano bilateral, como desde el inicio lo propuso Nicaragua.
Costa Rica sigue condicionando el retiro del Ejército de Nicaragua de lo que llama su territorio, a la realización de una binacional a final de mes, cuya petición reiteraría este país en la reunión del Consejo Permanente de la OEA del próximo martes.
El canciller René Castro declaró desde Washington a medios locales que “en este momento la petición de Costa Rica” es que el Ejército se retire de la isla en disputa, la cual nombra como costarricense. “Antes de reiniciar cualquier tipo de relación binacional y es la petición principal para la reunión del Consejo Permanente convocado para el martes 9 de noviembre”.
Tras dos días de debates y negociaciones, Costa Rica no logró que una comisión técnica de la OEA verificara en sitio la supuesta violación a su soberanía y que a la vez constatara daños ambientales. Tampoco logró que el organismo ordenara el retiro de militares nicaragüenses de Isla Calero.
“Todos hemos planteado nuestras perspectivas, creo (que) estamos en una etapa en la que no podemos decir qué ceder cada uno porque apenas va a hacerse la visita”, explicó Castro.
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OEA NO DEFINIRÁ FRONTERA
La Cancillería costarricense, al manifestar la satisfacción por esta decisión, indicó que Insulza encabezará una misión que además de visitar las capitales, San José y Managua, recorrerá la zona del conflicto, pero el propio Insulza dejó claro que “no es que la OEA vaya a participar de manera alguna en dirimir un tema limítrofe”.
“Eso es un asunto que está entregado a los países y ellos deciden a qué lo someten y a qué no lo someten, incluso el presidente había dicho que el tema lo iba llevar a la Corte Internacional de Justicia”, añadió.
Insulza dejó entrever que la visita a los dos países es de carácter político. “Nosotros (lo que) tenemos que ver es que existe a partir de este problema una controversia y es necesaria dar una solución pacífica; a nosotros lo que nos preocupa es encontrar caminos de diálogo”, agregó.
En declaraciones a la prensa local, el embajador de Nicaragua ante la OEA, Denis Moncada Colindres, insistió en que la posición nicaragüense es recurrir por este caso a la Corte Internacional de Justicia. “Eso está claramente definido”, explicó Moncada.
“El valor que tiene (la visita de Insulza) es acercar el diálogo binacional, conversar y analizar una serie de temas que tienen que ver en la relación de los dos países, que van más allá a las dificultades fronterizas”, explicó Moncada Colindres.
ASÍ ES HARBOUR HEAD
La esquina del conflicto entre Nicaragua y Costa Rica, por el lado del Caribe, es un paradisíaco complejo de agua que incluye mar, laguna y río. Lo primero que se descubre es Punta de Castilla, una barra de arena que separa al mar de la laguna de Harbour Head, y que es el muelle natural donde se asolean garzas blancas y huidizos lagartos de hasta cinco metros que los lugareños llaman “los juanchos”.
Por el lado de adentro de la barra, frente a la laguna de Harbour Head está el mojón, una especie de obelisco de concreto de casi dos metros que se descubre en medio de una palizada de cocos. Ese mojón, lo mismo que el hito 1 que está a unos 300 metros dentro del mar, fueron colocados décadas atrás y son la confirmación de la línea divisoria, que según el Tratado Jerez – Cañas y los laudos Cleveland y Alexander trazados hace siglo y medio, continúa por la laguna de Harbour Head hasta el primer caño que luego continúa hacia la margen sur del río San Juan.
La base provisional del Ejército de Nicaragua está a 300 metros al norte del obelisco, sobre la barra de arena que se extiende a lo largo de unos dos kilómetros y que empalma con el desagüe al mar del río San Juan.
Ahí permanece izada la bandera azul y blanco del país. La laguna de Harbour Head es un cuerpo de agua virgen, rodeada de árboles, donde llegan algunos pescadores de San Juan de Nicaragua.
Por el borde sur de la laguna, al lado tico, asoma una palizada de cocos y unos ranchos que en estos días están deshabitados. Siguiendo ese borde de la laguna se llega al primer caño del que hablan los laudos Cleveland, escritos por el ingeniero Alexander, hace siglo y medio, y que sirvieron para definir la frontera entre los dos países.
En ese punto se alza otra bandera azul y blanco. En otros tiempos, se supone que ese caño iba a dar directamente al río San Juan, y entonces a partir de ahí, hasta varias millas antes de El Castillo, la margen derecha del San Juan, en su estado navegable, marca la frontera. Sin embargo, la sedimentación constante a lo largo de décadas habría tapado buena parte del caño que ahora con la draga se prevé recuperar para restablecer la real línea divisoria.
En la entrada del caño hay árboles tumbados, lo mismo que en la salida. Se estima que unos 800 metros serán limpiados para restaurar ese caño, de acuerdo a lo que ha dicho Edén Pastora, responsable del proyecto de dragado.
El cordón de árboles tumbados, hasta ahora, comprende un área de poco más de cincuenta metros. Eso es lo que Costa Rica ha denunciado como daños ambientales a su territorio, sin embargo, de acuerdo al mojón, es territorio nicaragüense. El estudio de impacto ambiental que aprobo el Ministerio de Recursos Naturales y del Ambiente (Marena) ha dicho que los efectos son mínimos.
SESIONARÁN EN SAN CARLOS
Como adelantaron ayer, en una muestra de apoyo a las acciones en defensa de la soberanía, los diputados de la Asamblea Nacional sesionarán el próximo miércoles en San Carlos. Harán el viaje por tierra con el objetivo de verificar in situ el estado de la carretera hacia aquel municipio, detalló el secretario del parlamento Wilfredo Navarro.
Tienen previsto salir de la capital a las 8:00 a.m. y realizar la sesión al momento de su llegada a eso de las 3:00 p.m. El programa incluye la presentación de un informe por parte del Ejército.
Al concluir el acto, gran parte de los legisladores regresará a la capital. Sólo los miembros de la junta directiva, los jefes de bancada y los presidentes de las Comisiones de Asuntos Exteriores y Gobernación se quedarán. Al día siguiente se trasladarán en helicóptero a la zona para realizar “actos de soberanía”, indicó Navarro.
Añadió que ese Poder del Estado también ha dispuesto “no escatimar” en las asignaciones del Presupuesto General de la República los recursos que necesite el Ejército, la Policía y las autoridades de río San Juan para las acciones de defensa de la soberanía.
NICARAGUA PIDE A GOOGLE RECHAZAR SOLICITUD TICA
Por su parte, el canciller nicaragüense Samuel Santos López, en una carta enviada a Jeffrey Hardy, ejecutivo de Google, potente buscador en internet, le reitera la solicitud del director ejecutivo del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter), Alejandro Rodríguez, para que no se acepte la solicitud que Costa Rica les hace o pueda hacer para que se modifique el trazo de la frontera con Nicaragua que aparece, y ha venido apareciendo en los mapas de Google, hasta el momento de la comunicación de Rodríguez enviada ayer mismo.
“De la misma manera, reitero que para Nicaragua, el trazo de la frontera Nicaragua-Costa rica, que se indica y se ha venido indicando en los mapas de Google, es absolutamente correcto, y por lo tanto, le solicito oficialmente que no sea de ninguna manera modificado”, agrega la carta del canciller Santos a Hardy.
El funcionario nicaragüense dice a Hardy que “en caso que Costa Rica haya hecho dicho pedimento o lo haga en el futuro, le solicitamos oficialmente se nos envíe una copia de la misma”, finaliza la misiva fechada ayer en Managua.
(Con la colaboración de Lucydalia Baca.)
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