Por Gloria Picón y Octavio Enríquez
Tanto la Policía Nacional como la Fiscalía General de la República se señalan de haber recibido la denuncia que el Consejo Supremo Electoral (CSE) interpuso por daños y amenazas contra los jóvenes que, el pasado 9 de noviembre, realizaron una protesta frente a las instalaciones de ese Poder del Estado en Metrocentro.
La jefa de Relaciones Públicas de la Policía Nacional, comisionada mayor Vilma Reyes, en un primer momento dijo que quienes realizaron la inspección fueron los “muchachos que respaldan el edificio”, pero al aclararle que eran oficiales de Auxilio Judicial los que LA PRENSA vio en el lugar, se limitó a decir que era una inspección que pidió la Fiscalía.
“Tengo entendido que el Ministerio Público ofició a la Policía Nacional para hacer una inspección; de parte del CSE no tenemos ninguna denuncia”, expresó Reyes. Sin embargo, el fiscal general Julio Centeno Gómez expresó que la denuncia la hizo el Consejo Supremo ante la Policía.
“Más bien parece que fue un oficio que dirigieron ellos a la Policía, parece que fue el Consejo. Eso está en manos de la Policía. Estoy llegando de Río San Juan, vine anoche, hasta donde yo tengo conocimiento fue una denuncia que puso el Consejo en la Policía”, dijo Centeno.
Por su parte Reyes mantuvo su versión de que fue la Fiscalía quien pidió la inspección y agregó que tendrán que ver con el Distrito Cinco de la Policía para ver si abrirán proceso contra los jóvenes. “No tengo mayores detalles, sólo sé que no recibimos denuncia, que sólo recibimos un oficio de la Fiscalía y la inspección inició ayer (jueves)”.
Mientras la Policía y la Fiscalía al parecer actúan de oficio contra los jóvenes de la Resistencia Juvenil por la Dignidad Nacional (Rejudin), porque ninguno acepta que tiene denuncia, jóvenes de diferentes movimientos se declaran perseguidos y sin derecho a la protesta.
POLICÍA NUNCA VE A LAS TURBAS AGRESORAS
Leonor Martínez, activista social y quien ha sido agredida en tres ocasiones por las mismas personas, lamentó que la Policía y la Fiscalía estén actuando de una forma política. “Los jóvenes tenemos derechos a protestar, hace una semana estuvimos en una protesta también frente al CSE y después de la protesta nos siguieron hasta el lugar donde nos concentramos, no somos vagos, ni pandilleros, no sé a qué se debe esa persecución”, expresó Martínez.
Martínez fue agredida por primera vez en octubre del 2009; en esa fecha sufrió fracturas en su brazo izquierdo, de las cuales aún no se recupera.
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“A las tres agresiones que he tenido por la turbas del orteguismo, no me han dado respuesta, tenemos un año de haber interpuesto la denuncia tanto a nivel nacional como internacional, pero no hemos tenido respuesta ni de la Policía ni de la Fiscalía. El caso está engavetado por falta de pruebas y todas las pruebas se las hemos proporcionado, donde vienen a agredirme, pero no han dado respuesta y siempre hemos estado presionando junto con el Cenidh”, manifestó Martínez, quien ahora se encuentra sorprendida por la diligencia de la Policía Nacional.
NO CAPTURAN A DELINCUENTES
Martínez ha señalado por las agresiones sufridas, tanto físicas como verbales, a Erick Mairena y Armando Tercero, alias “El Gato”, este último es trabajador de la Alcaldía de Managua, incluso Martínez ha proporcionado fotografías de ellos, pero hasta el momento no ha encontrado justicia, mientras los delincuentes se pasean frente a su casa.
Cabe señalar que a finales de noviembre le realizarán otra cirugía en el brazo a Martínez, para quitarle un clavo y ver si las secuelas de la fractura serán para siempre.
Otro de los agredidos, en una protesta por las turbas del partido de gobierno, fue el periodista Iván Olivares, a quien el 18 de noviembre del 2008 un delincuente le asestó una puñalada en el abdomen y en ese caso la Policía tampoco actuó, aún cuando el hecho fue apreciado por casi todo el país a través de sus televisores.
“Yo puse la denuncia como un deber ciudadano, pero sabía que no iba a pasar nada, en esa ocasión dije que el jefe del sector (policía) sabe quién es el delincuente, pero como es afín al gobierno, lo tenían que proteger, no por la Policía, no hablo mal de la Policía, sino que por razones políticas le inhiben de realizar correctamente su trabajo”, expresó Olivares.
PENOSO PAPEL DE LA POLICÍA
El periodista señala que después del hecho, agentes de Auxilio Judicial lo llamaron para que les llevara la camisa que andaba ese día y de esa manera confirmar que la rotura de la tela correspondía a lo que él había dicho en la denuncia y que la mancha era de sangre. Olivares dijo que no llevó la camisa porque sabía que no valía la pena.
“Un amigo policía me dijo que saben quiénes son los delincuentes y que los llevaron del Reparto Schick esa mañana, los concentraron en la Escuela Normal, ahí los alimentaron, los armaron y los mandaron a la protesta y luego cuando iban de regreso a sus casas, mataron a dos personas con las armas que les proporcionó el partido de gobierno”, expresó Olivares.
El periodista dijo que le da pesar el papel que está jugando la Policía Nacional y lamenta que el Gobierno esté convirtiendo la institución en un instrumento partidario.
“Yo creo mucho en nuestra Policía, pero es lamentable que teniendo la ventaja de tener una Policía tan capaz, el Gobierno en lugar de mejorarla la utilice como elemento partidario y es condenable que el Gobierno desperdicie la posibilidad que tiene de mejorar la situación social”, manifestó Olivares.
JÓVENES VEN POLICÍA PARTIDARIZADA
Saúl Mora, de la Red de Resistencia Ciudadana y quien formó parte de una protesta, también realizada frente al CSE el pasado 5 de noviembre, además de solidarizarse con los jóvenes de Rejudin, le pide a la Policía Nacional que recuerde dónde ha estado su beligerancia cuando hace un año las turbas del partido de gobierno agredieron a ciudadanos, e incluso, agredieron la institución de la Policía Nacional.
“Con esto dejan ver que la Policía Nacional, si se le puede llamar así, y la Fiscalía están actuando bajo un sistema político”, señaló Mora.
“Los jóvenes no pueden manifestarse aunque tengan ganas, porque nos reprimen, ¿dónde están esos señores para defender los derechos de los chavalos que están en las calles?, porque hoy sí son eficientes para defender a un magistrado de facto que no tiene por qué convocar a elecciones ni a nada”, señaló Mora.
Mora dijo que el presidente del CSE es más amenaza para la democracia del país que las pintas que los jóvenes de Rejudin hicieron. “Aquí hacen filas los trabajadores del Estado como que fuera Purísima, para recibir su cédula y los demás que no pueden pagar su cédula ¿qué hacen?, ¿qué más muerte puede haber? Él (Roberto Rivas) está matando la democracia y no una simple pintura donde le exigen que se vaya”, señaló Mora.
Por su parte Carlos Morales, también miembro de la Red de Resistencia Ciudadana, dijo que para él está claro que lo que está pasando es la simple manifestación de una policía y una fiscalía partidarizada y sometida a las arbitrariedades del Gobierno.
“No vemos una amenaza en una pinta que diga: Muerte a Rivas, porque es simplemente una expresión y la Constitución da el derecho a expresarse mientras no se llegue a una acción concreta. Donde sí hubo acciones concretas fue en el caso de Leonor Martínez y otros, y la Policía no actuó tan diligentemente, nos solidarizarnos con los jóvenes porque están buscando una sociedad mejor, en donde impere la democracia”, señaló Morales.
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