ROMA/AP
Dos paquetes bomba estallaron ayer en manos de empleados de las embajadas de Chile y Suiza y les causaron heridas graves, en un presunto ataque de anarquistas que elevó las medidas de seguridad de las sedes diplomáticas en medio de la agitada temporada navideña.
Los investigadores sospechaban que los ataques son obra de anarquistas, al igual que durante la ola de atentados con cartas explosivas en Atenas el mes pasado, las que llegaron a 14 embajadas, incluidas las de Chile y Suiza, durante dos días. En ese momento también se interceptó en Italia un paquete explosivo dirigido al primer ministro Silvio Berlusconi.
La noche del jueves (hora local) la agencia noticiosa ANSA informó que una nota de un grupo anarquista apareció en una caja que quedó cerca de uno de los empleados heridos y que la brigada antiterrorista de la policía la analizaba.
LARGA VIDA A ANARQUÍA
Funcionarios de la policía antiterrorista se negaron a hacer declaraciones al respecto. Según ANSA, el mensaje era de la Federación Anarquista Informal o FAI. El grupo es conocido desde hace tiempo en Italia y tiene un sitio de internet en el que llama a terminar lo que considera la explotación del hombre por el hombre.
“Larga vida a FAI, larga vida a la anarquía”, decía la nota, según la agencia.
La semana pasada las autoridades culparon a los anarquistas de desatar choques sangrientos con la policía en Roma, durante manifestaciones, por lo demás pacíficas, de estudiantes contra una reforma universitaria.
Tras los estallidos de ayer, la policía seguía “la pista de anarquistas insurgentes”, informó a la prensa el ministro del Interior, Roberto Maroni. “Varios elementos nos llevan a creer que éste es el camino correcto”.
“Estos son grupos muy violentos que también están presentes en España y Grecia y que están muy bien conectados”, agregó.
FUNCIONARIO DE CHILE PUEDE PERDER UN OJO
En Chile, el canciller Alfredo Moreno confirmó que César Mella, un empleado administrativo de la embajada, resultó herido.
Mella corría el riesgo de perder el ojo derecho por lesiones en la córnea, y los cirujanos le habían extirpado un tornillo del pecho, manifestó Massimiliano Talucci, vocero de la Policlínica Umberto I.
Un funcionario de la embajada, que pidió no ser identificado, señaló que Mella sería sometido a una intervención quirúrgica, porque además podría perder un dedo pulgar.
El otro paquete estalló tres horas antes. El funcionario suizo también sufrió heridas en las manos y el pecho. Su vida no corría peligro, dijo el embajador suizo Bernardino Regazzoni.
ANSA señaló que el paquete enviado a la embajada de Chile fue despachado dentro de Italia, pero el embajador chileno Oscar Godoy afirmó que no estaba claro si llegó por correo o por un mensajero. Era un sobre mediano, enviado al agregado cultural de la legación.
La carta estalló alrededor de las 2 de la tarde, después que los empleados terminaron una celebración navideña. “No hubo llamas, sólo un poco de humo”, dijo Godoy.
“No hubo ninguna demanda, ninguna queja, ningún acto hostil contra la embajada que nos hiciera pensar que deberíamos haber tomado medidas especiales de protección”, agregó.
El canciller dijo que la embajada tomará algunas precauciones y que similares medidas se adoptarán en otras embajadas chilenas en Europa.
FALSA ALARMA
Momentos después de ambos atentados, la policía verificó un paquete sospechoso en la embajada de Ucrania, pero resultó ser una falsa alarma.
Agencias noticiosas locales dijeron que la policía realizaba inspecciones en todas las embajadas en Roma.
Los ataques del mes pasado —que incluyeron paquetes al presidente francés y la canciller alemana— no dejaron heridos luego que sólo dos estallaron en Atenas. Un grupo griego llamado Conspiración Núcleos de Fuego se atribuyó la responsabilidad.
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