En cuestión de pocos minutos las llamas consumieron el ochenta por ciento de la casa de doña Dina Navarrete López al mediodía de ayer, en el barrio Altagracia, en Managua.
El teniente Juan Carlos Carrión, del Benemérito Cuerpo de Bomberos (BCB), indicó que el incendio se originó en la casa de doña Dina y, según la versión de Léster Navarrete, de 30 años, éste iba a cocinar, encendió la cocina y parece que había fuga, porque hubo una explosión y salió corriendo.
Carrión indicó que la casa machimbrada está compuesta de cinco cuartos, sala y cocina, y toda fue consumida en un área de 180 metros cuadrado y aún no se han cuantificado las pérdidas, pero son cuantiosas, ya que nada se pudo rescatar de los enseres.
Agregó que quizás la madera y la dirección del viento favorecieron para que se propagara rápido el incendio, que afectó en un diez por ciento las casas de los vecinos ingeniero Gustavo Lacayo y Carolina Gutiérrez.
Por su parte, el técnico en emergencias de la Cruz Roja, Carlos Suazo, indicó que atendieron a Léster Navarrete con quemadura leve en una mano y crisis de nervios. La Cruz Roja atendió con dos ambulancias y cuatro paramédicos.
El subcomandante Byron Rivera, de la Dirección General de Bomberos (DGB), confirmó que sacaron el tanque de la cocina calcinado y que aparentemente había fuga en la manguera.
Al lugar, además de la Policía de la tercera delegación, llegaron ocho agentes del complejo Ajax Delgado, con tres carros patrullas.
El comandante Enrique Chavarría, del BCB, indicó que trabajaron en conjunto con la Policía, la DGB y la Cruz Roja, y que no hubo víctimas humanas.
Los bomberos fueron avisados de inmediato mientras los vecinos trataban de sofocar las llamas. Los apagafuego rápido escalaron hacia el techo y desde ahí controlaron lo que quedaba del incendio, que incluso afectó un poco una ferretería en la parte posterior.
VENGANZA
En el barrio Francisco Meza, colindante con el Jorge Dimitrov, la madrugada del sábado fue reportado un incendio, según la Policía de la Estación Uno.
En este barrio ayer algunos religiosos manifestaron a LA PRENSA que están preocupados y esperan que la Policía no permita que este país llegue al sistema de otros países centroamericanos, donde la delincuencia extorsiona a la población, pero algo similar está ocurriendo en dicho barrio, porque ese incendio fue provocado por delincuentes.
M.V., de 45 años, confirmó la denuncia y dijo que su hija de 18 años se despertó la madrugada del sábado por el resplandor de las llamas y los vecinos les ayudaron a apagarlas.
“Los vecinos expresaron que escucharon la bulla de hombres y voces de mujeres corriendo”, dijo la afectada.
Ayer la familia perjudicada, que era dueña de una pulpería, se fue a vivir a otro barrio porque aseguró que ya no se puede habitar ahí.
Agregó que los autores del siniestro son pandilleros de la zona que responsabilizan a dicha familia de la muerte de uno de los delincuentes, en el mes de diciembre del año pasado, que pasó rafagueando la vivienda de los afectados. Este sujeto después apareció muerto.
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