Por Lucía Navas y María José Uriarte
El entendimiento entre la empresa privada y el Gobierno empieza a rendir frutos este año al alcanzar un “amarre” en lo relacionado al salario mínimo, ya que se aprobará el ajuste en las condiciones que favorecen a los empresarios.
Tanto la ministra del Trabajo, Jeannette Chávez, como el presidente del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep), José Adán Aguerri, aceptaron que el acuerdo es que se fije un único porcentaje para todo el año, que no superaría el 16 por ciento.
El entendimiento del Cosep con el presidente Daniel Ortega es criticado por políticos de distintas ideologías, quienes señalan a los empresarios de “egoístas” porque sólo protegen sus negocios, mientras asumen una actitud conformista frente al menosprecio del actual régimen respecto a la observación en las elecciones de noviembre y su irrespeto a las leyes.
Además de eso, los empresarios no se pronunciaron contra la inconstitucional candidatura de Ortega.
EL COSEP Y ORTEGA CON EL MISMO DISCURSO
El “amarre” sobre el salario mínimo incluye que la negociación se defina en menos de un mes, y el porcentaje se defina en el margen de las propuestas del 10 que hace el Cosep y el 16 por ciento que hacen los sindicatos del orteguismo.
Aunque para el sector de la pequeña y mediana empresa, la propuesta de ajuste del Cosep es del ocho por ciento anual, es decir, cuatro por ciento por semestre.
La ministra Chávez, la noche del martes al finalizar el encuentro en la Casa de los Pueblos, dijo a LA PRENSA que entre el Gobierno y el Cosep “tenemos coincidencia en que se negocie una sola cifra para el año, pero efectivamente al final del primer semestre nos volvamos a sentar para revisar el segundo ajuste”.
“Tienen una conveniencia y es que da una mayor certeza en cuánto es lo que te vas a mover (salario), y que las empresas puedan tener una mayor certeza en cuanto a sus costos”, aseguró Chávez.
Ayer por la mañana el presidente del Cosep se mostró más que satisfecho, pues prácticamente dio por hecho que a partir del 16 de febrero se estará aplicando la mitad del porcentaje que se acuerde, es decir, entre un cinco y ocho por ciento para el primer semestre del año. La otra mitad del porcentaje se aplicaría a partir del 16 de agosto.
A AGUERRI LE MOLESTAN LAS CRÍTICAS
Aguerri (igual que Ortega) se mostró molesto por cuestionársele que el porcentaje que se fijará no cubrirá el incremento real del costo de la canasta básica, que de acuerdo al Instituto Nacional de Información de Desarrollo (Inide) en el 2010 se encareció poco más de los mil córdobas.
Los ajustes salariales propuestos por los empresarios andarían en un rango de los 176 y 438 córdobas. Con lo de los sindicatos pro Gobierno el reajuste sería entre 330 y 528 córdobas.
“Nuestras empresas van a comenzar una etapa de inversiones en Nicaragua”, indicó el ex mandatario salvadoreño, en declaraciones al Canal 12 de la televisión local, aunque no ofreció montos.
Saca, que participó anoche en un encuentro entre el Gobierno de Daniel Ortega y representantes del Consejo Superior de la Empresa Privada (Cosep) de Nicaragua, precisó que invertirá en este país en la radio, “que es básicamente a lo que se dedican nuestras empresas familiares”.
El ex mandatario, que se definió como un “pequeño inversionista”, dijo que ve “señales positivas” en Nicaragua y espera que el proceso electoral a celebrarse en noviembre próximo en este país “sea como parte del esquema democrático y un día más en el que los nicaragüenses deciden su destino”.
“Que las elecciones no se conviertan en un tropiezo para la actividad económica, que es la única capaz de generar empleo y riquezas en los países”, agregó Saca, quien explicó que se encuentra en Nicaragua “en actividades privadas”.
Nicaragua elegirá el 6 de noviembre próximo a un nuevo presidente y a un vicepresidente, a 90 diputados ante la Asamblea Nacional y 20 ante el Parlamento Centroamericano (Parlacen).
En Nicaragua existe inversión de empresarios salvadoreños, sobre todo en el centro comercial Metrocentro, controlado por el Grupo Poma.
El ex presidente Saca, quien llegó a la Presidencia por el derechista partido Alianza Republicana Nacionalista (Arena), actualmente se encuentra distanciado de la misma, luego de ser responsabilizado de la derrota electoral ante el FMLN.
Saca fue uno de los presidentes aliados durante su gestión del ex mandatario Enrique Bolaños Geyer, con quien además tuvo buenas relaciones.
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“Estamos iniciando la negociación y veremos si cubre o no cubre. Creo que expresarse de esa manera, hay que ser cuidadosos en los planteamientos y ver los resultados. Nosotros hemos sido muy cuidadosos. Desde del 2007 no ha habido un año en que no se haya recuperado el poder adquisitivo del sector trabajador de este país año con año”, respondió Aguerri.
La ministra Chávez aseguró que el acuerdo sería tripartito, pues lo respaldarán los sindicatos. Aunque en un principio el secretario general de la Central Sandinista de los Trabajadores (CST), Roberto González, dijo desconocer el compromiso de Ortega, apoyará que sea un único porcentaje para el año.
Sin embargo, rechaza un ajuste inferior al 16 por ciento para siete de los sectores, un 10 por ciento para la pequeña y mediana empresa y 18 por ciento para el área agrícola.
Entre las concesiones al Cosep está que definirán con el Mitrab una calendarización de los días de asuetos y feriados, y les prometen que se garantizará la atención en las aduanas.
NEGOCIOS POR ENCIMA DEL INTERÉS GENERAL DEL PAÍS
Para el presidente del Partido Conservador (PC), Alejandro Bolaños Davis, esa complacencia del sector privado con la Administración Ortega, a pesar de las constantes violaciones a la institucionalidad, responde a que “vela por sus intereses empresariales y para ellos lo más importante es proteger sus inversiones y sus empresas”.
Bolaños Davis expresó que para mantener intactas sus inversiones y negocios, los empresarios optan por aceptar la negativa del mandatario de incluir temas de índole político, que son parte fundamental para la democracia en el país.
Más que una posición “cómoda”, el parlamentario precisó que la actitud de los empresarios es “egoísta”, porque protegen sus intereses y no los de la mayoría.
“Se lavan las manos en torno a las otras cosas que ocurren en el ámbito político y tal vez social, esa lavada de manos no propicia un buen sentimiento hacia ese sector”, precisó Bolaños Davis.
AHORA IRÁN AL CSE
Sin embargo, el presidente del Cosep insistió en el interés en la observación electoral, por lo cual ahora enviarán un carta a los magistrados de facto del Poder Electoral en la que expresarán esa necesidad, además de proponerles ayudar en la cedulación.
EMPRESARIO DESESTIMA CRÍTICAS AL COSEP
Por su parte, César Zamora, quien participó en el encuentro sostenido en la Casa de los Pueblos, desestimó las críticas contra el Cosep, ya que recordó que se planteó la posición frente al tema institucional, en más de una ocasión, en el marco de una reunión franca y que estima positiva para el país, ya que los problemas fueron expuestos ante el mandatario nicaragüense de “manera clara”.
Zamora insistió en que se expuso en la medida de lo posible el tema institucional, pero que la prioridad era el aspecto económico, donde el presidente Ortega reconoció que, al ser un año electoral, hay que fortalecer la economía.
“No es una reunión de políticos, es una reunión entre Gobierno y empresarios, la prioridad no es el tema político”, reiteró Zamora, quien, al consultarle si lo económico debía anteponerse a lo institucional, respondió que “no, el tema de lo institucional es importante para los empresarios y se planteó, y se les dijo, esto vamos a hacer, y nos preocupa, siendo un año electoral”.
JUSTIFICA AL GOBIERNO
Indicó que la responsabilidad de los temas políticos debe ser asumida por los sectores políticos, ya que ellos son empresarios. Aunque reconoció que no hubo un compromiso de parte del Gobierno en temas como la observación electoral, Zamora resaltó que el tema está planteado, porque lo que se efectuó en ese encuentro fue un “intercambio de ideas” y que no pueden registrarse cambios en la “primera hablada”, por lo que el Gobierno no tenía por qué responderles, lo que no implica que no haya recibido el mensaje.
“No se le puede pedir a los empresarios más de lo que hicieron ayer, porque plantearon con claridad el tema y también obtuvieron respuestas claras en cuanto a que el Gobierno reconoce que es un año político y que van a blindar la economía, ¡hombre!”, aseveró Zamora.
Añadió que “si el Gobierno no contestó esa pregunta, no quiere decir que no la oyó, y los políticos tienen sus tiempos, ¿qué más quieren? ¿Qué nos suicidemos frente al Presidente?”
Oscar Moncada, del Partido Liberal Constitucionalista (PLC), fue más crítico contra la cúpula empresarial, que aparece saludando al presidente Ortega, “cuando ha pisoteado la gobernabilidad de Nicaragua y la Constitución de este país, y nadie dijo nada que había violado la Constitución”.
Moncada se olvida que él como diputado y su partido han ayudado a Ortega a violar la Constitución.
“¿QUÉ TAL SI HUBIÉRAMOS SIDO NOSOTROS?”
Para Moncada, lo publicado en los medios de comunicación sobre el encuentro de Ortega con los empresarios fue bastante tímido, lo que no hubiese ocurrido si quienes se reunieran fueran miembros del PLC.
“¿Qué tal si hubiéramos sido nosotros? Hubieran dicho que además de pacto, ya era un casamiento total con (Arnoldo) Alemán, pero como se trata de la empresa privada, no hay una crítica fuerte contra ellos, si fuéramos nosotros, estuviera ocho meses consecutivos en LA PRENSA criticando”, observó Moncada.
Expresó que para el Cosep es una posición “cómoda”, no así para el resto de la ciudadanía, aunque inmediatamente dice que es una cúpula, porque el resto de empresarios no tienen las mismas condiciones de aquellos vinculados con el orteguismo.
“Los que se están beneficiando son unos cuatro, pero esos cuatro deberían tener la hidalguía y decirle claramente al señor que están de acuerdo con la posición macroeconómica que está siguiendo el Gobierno, pero no con la macropolítica de violar la Constitución y las leyes del país”, concluyó Moncada.
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