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 Los aficionados chinandeganos apoyan a su equipo, los Tigres, en la Final de la Profesional. LA PRENSA/O. NAVARRETE

Pasión chinandegana

Para los chinandeganos su equipo de beisbol es como un emblema, así quedó demostrado en el juego de ayer, el tercero de la Serie Final de la Liga Nicaragüense de Beisbol Profesional (LNBP).

Para los chinandeganos su equipo de beisbol es como un emblema, así quedó demostrado en el juego de ayer, el tercero de la Serie Final de la Liga Nicaragüense de Beisbol Profesional (LNBP).

A las 5 de la tarde las filas para entrar al estadio eran cortas, pero no por una escasa asistencia de aficionados, sino porque los aficionados de los Tigres de Chinandega empezaron a entrar desde las 3, ansiosos por ser testigos del duelo de su equipo ante el Bóer.

Banderas, silbatos, mantas, cornetas, matracas, eran algunas de las herramientas que los chinandeganos utilizaron para animar a sus jugadores y tratar de desconcentrar a los rivales.

Pero una herramienta diferente que llamaba la atención a aquellos que no acostumbran asistir a los juegos en el estadio Efraín Tijerino Mazariego eran un par de pequeños rótulos blancos con números rojos.

Al ver con mayor cuidado los números alzados por un señor de avanzada edad tomaron sentido: era el conteo de bolas y strikes.

John Álvarez era quien alzaba los números hacia el frente y atrás. Ubicado en la segunda fila, justo atrás del home plate Álvarez mantenía al tanto del conteo a los demás fanáticos.

Aunque no hace ruido, éste es el aporte que el hombre de 60 años hace para los Tigres, después de ser por 15 años su cargabate.

Álvarez asegura que no falla en el estadio (donde no se le cobra la entrada), una muestra de su pasión por la pelota y por los Tigres del Chinandega.

Mientras Álvarez seguía levantando los números, otros fanáticos gritaban, saltaban y hacían sonar los objetos que portaban. Uno de esos fanáticos era Francisco, un niño de ocho años que era acompañado por su primo Domingo Lara. Ambos se unieron a la fila de aficionados que querían entrar al estadio a las 3 de la tarde.

Quien no tuvo que llegar tan temprano ayer al Estadio de Chinandega fue Mireille Monjarrez, una joven de 23 años que, al igual que la mayoría de chinandeganos, había comprado su boleto desde el día anterior.

Monjarrez era una de los tantos seguidores de los Tigres que vestía la camiseta del equipo, con su apellido en la espalda. Otros tenían sobrenombres como “Nina”, o la frase “Barra tigre”, pero seguramente la identificación que más importaba era la de aficionados del equipo de Chinandega.

Deportes Efraín Tijerino LNBP Tigres de Chinandega archivo

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COMENTARIOS

  1. INDIO DE CORAZON
    Hace 13 años

    Q BIEN POR ELLO LO MALO DE ESTA BARRA MEDIOCRE A DIFERENCIA DE LA NOSOTROS LA BARRA DEL BOER ES Q NOS QUEDAMOS A MORIR CON ELLOS EN EL ESTADIO Y ELLOS AL VER LA PALIZA Q LE PROPINAMOS EL DIA DE AYER SE DIERON LA RETIRADA, BARRA MEDIOCRE

  2. Indios del Boer
    Hace 13 años

    No te hagas Ofensivo ni vulgarazo INDIO DE CORAZON que te voy a decir aqui en managua hay personas ORDINARIAS y ofensivas mas por el Jardin Derecho y antes de hablar y ofender analiza ayer en Chinandega el Boer apaleaba a su equipo y ni una bolsa de agua salio hacie el Jardinero derecho mientras que aqui en managua el Boer ganando la barra VULGARAZA que se pone alli estaba volando botellas de plastico asi que de mediocres no hables que llevamos las de perder. Falas si no gana no llegamos al ver

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