Nicaragua persiste como uno de los países con los índices más bajos de productividad en Latinoamérica y el Caribe.
Así lo refleja el estudio La era de la productividad sobre América Latina y el Caribe. Cómo transformar las economías desde sus cimientos, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), que será presentado mañana a empresarios, Gobierno, políticos, cooperantes y organismos no gubernamentales.
- El estudio del BID refleja que Latinoamérica, al compararse con Estados Unidos, en la década de los 60 no estaba tan alejada en crecimiento económico. Indica que el ingreso per cápita en la región era casi un cuarto del de Estados Unidos, pero ha caído a un sexto.
Resalta la preocupación que al compararse con el crecimiento acelerado en niveles de productividad e ingresos demostrado por Asia, el rezago aún es mayor.
“Este estudio lo que pone de relieve es que hay sectores no transables que no son objeto del comercio internacional, por ejemplo el sector servicio, y sin embargo es importantísima la productividad para aumentar el crecimiento económico y los ingresos de un país”, dijo.
La presentación del estudio se realizará mañana en Managua.
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Mirna Liévano, representante del BID en Nicaragua, en entrevista con LA PRENSA explica que este estudio tiene el objetivo de “brindar una radiografía” por cada país, pues requerían analizar qué factores están influyendo para “que las brechas entre el crecimiento de la economía y de los ingresos como tal” sean cada vez más grandes.
El estudio se realizó en 47 países, de ellos 17 de América Latina y el Caribe. En ese ranking Nicaragua ocupa uno de los puestos más bajos en la región, sólo está por encima de Jamaica, Ecuador, Bolivia, Perú y Honduras.
El estudio realiza una comparación de la evolución de las economías de la América Latina y el Caribe en el período de 1950-2005.
LARGA AGENDA
La representante del BID explica que entre los principales factores identificados están que atraer inversión no es suficiente para que el país mejore su productividad.
“Tan importante como el monto es cómo se invierte, o sea que con la misma cantidad de recursos invertidos más productivamente se puede tener un rendimiento mayor”, asegura.
Otros elementos son la infraestructura en transporte, en telecomunicaciones y en servicios públicos que tienen los países, que aún son deficientes. También son limitantes el acceso al crédito y la poca formación del recurso humano.
Liévano destaca que más importante aún es el diseño de las políticas de los Gobierno para incentivar o no la productividad. Menciona que debe cuidarse de que las políticas salariales “no se constituyan un impuesto al empleo” y que no estimulen la informalidad.
Señala de ejemplo que se diseñen diversas fuentes de ingresos a la Seguridad Social para fomentar la formalidad de las empresas.
Políticas bien pensadas, dice Líévano, son requeridas para reducir los altos costos para el comercio, pues es más barato exportar vino de Chile a Estados Unidos que exportar café de Nicaragua a Estados Unidos cuando la distancia es menor.
Recomienda que deben revisarse los costos de transporte y el manejo de puertos, ya que “son tremendamente altos”, al igual que garantizar que exista mayor eficiencia en las aduanas para facilitar el intercambio comercial.
Igual de importante, según Liévano, es que haya mayor inversión tecnológica en el sector agropecuario, pues indica que aunque es la fortaleza de Nicaragua, se está descuidando.
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