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Freddy Potoy Rosales

Manejos sucios del orteguismo

Cada día que se avanza hacia la fecha de las elecciones de noviembre próximo, se puede observar la naturaleza dictatorial del presidente Daniel Ortega Saavedra, quien no escatima en retorcer las leyes para promover su inconstitucional candidatura.

Pero además abusa de los bienes del Estado y hace añicos la dignidad de las personas, al obligar su régimen a los empleados públicos a que promuevan su ilegal candidatura. De lo contrario, estas personas pierden sus trabajos y más.

Los votantes deben estar claros de que la dictadura de turno utilizará todo tipo de halagos para pretender obtener votos a su favor, pero es en este punto donde se debe reflexionar antes de ejercer este derecho, como lo ha expresado el Obispo Auxiliar de Managua, monseñor Silvio José Báez.

Es oportuno escuchar siempre a los líderes espirituales de la Iglesia católica cuando explican cuáles son las verdaderas intenciones del mal, que se ha apoderado de un partido y de la figura de una familia que pretende hacerse de las instituciones del Estado para su bienestar.

No en vano el Gobierno de Alemania y el Reino de Holanda, así como otros países democráticos que ayudan a Nicaragua, exigen observación electoral, transparencia y respeto a los derechos de los nicaragüenses durante todo el proceso electoral de este año.

Cabe recordar que los magistrados al servicio exclusivo de la familia presidencial (Daniel Ortega y Rosario Murillo) en la Corte Suprema de Justicia (CSJ) han avalado las pretensiones reeleccionistas del mandatario, a pesar de que eso violenta la Constitución Política de Nicaragua.

En ese sentido, el obispo Báez ha explicado que la Iglesia ha sido clara y la Conferencia Episcopal ha insistido en que lo ideal es respetar a la Constitución Política, que prohíbe la reelección presidencial continua y después de dos mandatos, y en los dos casos Ortega está inhibido.

Sin embargo, “los manejos que se han hecho (para permitir la reelección de Ortega) tienen mucho de fachada legal, pero en el fondo todos sabemos que son ilegalidades, manejos sucios y turbios para hacerlo parecer legal”, dijo el fin de semana el obispo Báez.

Los votantes deben reflexionar sobre los planteamientos del jerarca católico. Es claro que Ortega es una persona que no conviene al país por los lastres de corrupción de su gobierno y por el atropello a la dignidad humana.

Los magistrados judiciales de Ortega, en complicidad con conjueces incorporados ilegalmente, ratificaron la decisión espuria de la Sala Constitucional, de octubre del 2009, que le permite a Ortega volver a ser candidato presidencial. Esa decisión de la Sala Constitucional la tomaron seis magistrados del FSLN y, con el aval de una supuesta “corte plena”, la publicaron en La Gaceta la semana pasada.

Los votantes deben observar que no sólo la maldad de un dictador se opone a un proceso electoral transparente, sino también los socios políticos de éste y los serviles en instituciones como el Consejo Supremo Electoral (CSE), Fiscalía, Contraloría, entre otros. El punto es no votar por Ortega si éste finalmente es candidato, pues es inconstitucional.

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