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Egipcios comienzan a proveerse de comida

El pan y el agua embotellada comenzaban a escasear hoy en los supermercados y las tiendas de El Cairo, donde los ciudadanos se aprovisionaban de alimentos ante el temor a un grave desabastecimiento.

Por Laura Millan Lombraña
El Cairo/EFE

El pan y el agua embotellada comenzaban a escasear hoy en los supermercados y las tiendas de El Cairo, donde los ciudadanos se aprovisionaban de alimentos ante el temor a un grave desabastecimiento.

“Toda la comida que tenemos está en los estantes”, explicó a Efe el encargado del supermercado Saoudi del barrio de Zamalek, Mohamed Mussa, que agregó que el pan y las verduras están llegando cada día, pero dejaron de recibir ayer productos envasados.

Tras él, los estantes donde se almacena el arroz y la pasta aparecían medio vacíos, al igual que la sección de congelados, mientras que las reservas de té, bebida muy popular en Egipto, o los productos de limpieza eran las habituales.
En las neveras de la sección de lácteos comenzaban a verse estantes vacíos y la comida escaseaba también en la carnicería y en la panadería.

“Tenemos para dos o tres días como máximo, luego comenzarán a faltar cosas”, contó Mussa, que destacó que el agua embotellada y el pan son los dos productos con más demanda.

De hecho, varias panaderías de El Cairo estaban hoy cerradas y en el resto los clientes comenzaban a comprar panecillos, pastas o tostadas a falta de pan convencional.

Frente al supermercado Saoudi, Sarah Benlahouanoui mostraba una bandeja de bollería con resignación. “He ido a Dokki y allí no había pan, ahora veo que aquí tampoco y al final he tenido que comprar esto”, agregó.

Poco después, la estudiante argelina Veronique Albes comentaba la situación con unos compatriotas. “Estamos intentando comprar provisiones porque no sabemos si el supermercado seguirá recibiendo mercancía” dijo y, señalando las bolsas de plástico a sus pies, enumeró su compra: “Arroz, patatas, legumbres, carne y pollo”

En las calles de la capital egipcia, la mayoría de las tiendas estaban cerradas, los bancos no funcionaban e incluso los quioscos donde pueden comprarse desde chocolatinas y refrescos hasta tarjetas de recarga para el teléfono móvil habían echado el candado.

Sólo los supermercados, los colmados y algunas farmacias permanecían abiertas, aunque algunas áreas comerciales, como un hipermercado de la cadena francesa Carrefour, han sido escenario de actos de pillaje en los últimos días.

En las calles, la mayoría de los transeúntes cargaban con bolsas de la compra e iban de una tienda a otra en busca de pan y productos básicos; de vez en cuando algunos afortunados habían conseguido llenar las bolsas con barras de pan.

En una tienda de barrio, el vendedor Abu al Hamid vendía las últimas cajetillas de cigarros y explicaba que ya no le quedan tarjetas de recarga para el móvil.

Al Hamid confirmó que el camión de reparto de alimentos no llegó hoy, pero aseguró que en su tienda quedan provisiones para algunos días. “Aunque si la gente sigue comprando a este ritmo, no sé cuanto duraremos”, agregó.

Ahmed Yauns, que regenta una de las pocas gasolineras que todavía quedan abiertas, aseguró que tiene más clientes de lo habitual, algo que la larga cola de vehículos esperando para repostar hacía evidente.

Aún así, Yauns se mostraba optimista ante la situación mientras llenaba el depósito de un vehículo: “Egipto está bien, todo va bien, esto acabará de aquí a unos días”.

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