CORRESPONSAL / COSTA RICA
El gobierno costarricense elevó ayer su “más enérgica protesta” ante Nicaragua por la reciente publicación del Instituto Nicaragüense de Estudios Territoriales (Ineter) de un mapa en el cual se corrige un error sobre la frontera entre ambos países en la zona del Caribe e incluye a Harbour Head en territorio pinolero.
La Cancillería de este país informó que la protesta se debe a la “publicación reciente de mapas que modifican la frontera terrestre existente y acordada entre ambos países”.
El mapa oficial divulgado esta semana por Ineter incluye a Harbour Head dentro del territorio nicaragüense, un sitio que Costa Rica insiste en llamar isla Calero, nombre que no aparece en tratados internacionales y que, según autoridades locales, pertenece a ese país.
“Dado que este error es manifiesto e intencionado, claramente dirigido a ajustar la cartografía nicaragüense a los falaces argumentos que Nicaragua presentó ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) durante las audiencias orales celebradas entre el 11 y 13 de enero pasado, con el claro objeto de justificar la ilegal ocupación y destrucción de territorio costarricense en esa misma zona, Costa Rica presenta su más enérgica protesta ante tal hecho”, expresa el texto de la nota entregada este jueves a la Embajada de Nicaragua en San José y dirigida al canciller Samuel Santos.
“Asimismo, mi país rechaza enteramente cualquier valor jurídico que se le quiera dar a esos mapas”, se sostiene en el texto firmado por el Ministro de Relaciones, René Castro.
“Mi Gobierno recuerda al de Nicaragua que esos actos agravan la disputa entre ambos Estados y son contrarios al derecho internacional”, señala el funcionario costarricense.
Castro declaró que no le sorprende la publicación del mapa, porque Nicaragua se lo comunicó en la primera audiencia de la CIJ.
NO QUIEREN DIÁLOGO
La presidenta Laura Chinchilla aseguró también que no habrá negociación bilateral con Nicaragua a pesar de que comprobaron que no hay militares nicaragüenses en Harbour Head.
La mandataria dejó entrever que maneja detalles relacionados con eventuales medidas que se dictarían en La Haya, pero su rechazo al diálogo contradice la posición inicial de ese país de poner, como condición para la conversación, el retiro de los militares.
Ver en la versión impresa las páginas: 7 A