CORRESPONSAL/ GRANADA
Las paredes de las siete salas que componen el área de pediatría del Hospital Amistad Japón Nicaragua, de Granada, ahora lucen bien pintadas y con muchas figuras de dibujos infantiles, lo que permite un ambiente más agradable para los pequeños que llegan a recibir atención médica.
El aspecto de las salas es más alegre y vistoso, pero además los niños y niñas que por diferentes razones son hospitalizados también tienen la oportunidad de ver películas infantiles y jugar con pelotas, carros y otros juegos inflables, que son parte de una donación que hizo el Club de Leones de Granada-Decano.
Este sábado en la mañana fue inaugurada la obra por autoridades de esta entidad y del centro hospitalario, que recibieron con alegría este apoyo.
El Club de Leones también donó un televisor, un DVD y películas infantiles para que los niños puedan distraerse un poco mientras reciben sus tratamientos hospitalarios.
Sor Elena Dos Santos, originaria de Brasil, dijo que lleva ocho años colaborando en la sala de pediatría del hospital de Granada y asegura que la donación e iniciativa del Club de Leones ha sido una bendición para el centro, pues en esta área se necesitaban elementos para que los niños sientan más placentero estar hospitalizados.
“Trajeron un juego inflable con dos bolsas de pelotas pequeñas para que los niños se distraigan y también donaron dos pelotas grandes y dos carros para que jueguen en la sala de recreación, eso es muy hermoso”, dijo la religiosa.
El presidente del Club de Leones Granada-Decano, Demetrio Martínez; Gilberto Alcocer López, gobernador del Club de Leones de Nicaragua, autoridades del centro hospitalario e invitados especiales participaron en la actividad de inauguración y entrega de los juguetes y equipo de TV.
Los Leones dejaron abierta la posibilidad de que en un futuro se pueda habilitar un jardín en los patios del área de pediatría del Hospital Amistad Japón Nicaragua, de Granada, con la idea de instalar juegos como chinos, resbaladeros y otros.
La hermana Dos Santos dijo que sería muy buena ayuda, ya que los niños necesitan ambiente para olvidar su enfermedad. “Nosotros aquí pedimos colaboración para hacerles piñatas y darles golosinas, a veces recolectamos dinero en el centro para ayudar a las madres con el pasaje, o para que compren leche para sus hijos y medicinas”, refirió la religiosa.
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