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las casas fueron construidas en el reparto La Vinagrera, de El Viejo, y el reparto Germán Pomares-19 de Julio, de Chinandega. LA PRENSA/S. Martínez

Benefician a humildes mujeres con casas

Cuarenta humildes familias que habitaban hacinadas en casas con zinc derruido, cartón y plástico en repartos de Chinandega y El Viejo estrenaron el fin de semana casas construidas con polines o paletas de madera y con perlines galvanizados. Los albañiles con dirección técnica aplicaron aceite a las paletas para evitar el comején y colocaron mallas metálicas rellenas de cemento para la pared.

CORRESPONSAL/ CHINANDEGA

Cuarenta humildes familias que habitaban hacinadas en casas con zinc derruido, cartón y plástico en repartos de Chinandega y El Viejo estrenaron el fin de semana casas construidas con polines o paletas de madera y con perlines galvanizados.

Los albañiles con dirección técnica aplicaron aceite a las paletas para evitar el comején y colocaron mallas metálicas rellenas de cemento para la pared.

La prioridad de estas casas fueron las familias con residentes ancianos, niños, madres solteras y discapacitados.

LAS CASAS

Las casas, de 49 metros cuadrados, disponen de una sala, cocina, dos cuartos y se ubican en el reparto Pedro Joaquín Chamorro, zona conocida como La Vinagrera, en la periferia sur de El Viejo.

Otras de las casas inauguradas, de 42 metros cuadrados y perfiles metálicos, se construyeron en el reparto Germán Pomares-19 de Julio, Chinandega.

La construcción de las viviendas inició hace ocho meses, en momentos del copioso invierno. Los representantes del organismo italiano África 70 lucharon con el escepticismo de los pobladores seleccionados.

“Las familias comprendieron que con algunos materiales se puede hacer casas decentes. El plan es dar ideas y con apoyo municipal se empiece a cubrir el déficit habitacional”, dijo Mauricio Loneli, presidente del referido organismo.

“La gente no está acostumbrada a construir casas de esta forma, son suficientemente altas para que no haya mucho calor”, dijo Loneli.

Para construir las casas hubo que recolectar polines; con Casa Pellas se logró buena parte, también con Eskimo y otros.

Las madres de familia en su mayoría recibieron documentación de sus casas de manos del embajador italiano Antonio D’Andrea; Mauricio Loneli, presidente de Fundación África 70; Piero Coen Ubilla, cónsul de Italia en Nicaragua, alcaldes de El Viejo y Chinandega.

El costo del proyecto, sumado a una escuela y dos centros comunitarios, es de 230 mil dólares.

Desde el año 2002 hasta el 2009 en los municipios de Chinandega, El Viejo y San Juan de Cinco Pinos, este organismo junto a las familias pobres construyó 80 casas de ladrillos y bloques, cada una con el costo de cinco mil dólares.

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COMENTARIOS

  1. Maria
    Hace 13 años

    No queda más que agradecer a esa organizacion italiana por su generoso aporte. Ahora le toca a los pobladores cuidar sus casitas, ampliarlas, adornarlas bonitos con plantas para que se vea su elegancia en medio de la sencillez, pero delicadeza de esas sacrificadas mujeres y familias en general.

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