He aprendido a disfrutar el futbol, porque además de tener atractivos naturales, como la magia de Messi o la velocidad de Ronaldo, es a la vez un motivo de convergencia muy especial con mis hijos, aficionados al Real Madrid.
Pero este futbol americano honestamente no le entiendo. Y lo que es peor, es que sé que hay en mí cierta resistencia a comprenderlo. Cada vez que algún amigo se me ofrece para explicarme, se me activan barreras mentales que tornan inútil cualquier esfuerzo amistoso por sacarme de mi ignorancia.
Tendré que cambiar de “casete”, como me ha dicho uno de mis jefes aquí en LA PRENSA, porque aunque por ahora sea a paso lento, cada vez más hay más demanda de noticias y temas sobre este deporte, que emociona como ninguno otro en Estados Unidos y otros países donde se practica.
Es decir, ningún deporte compite con el beisbol de las Grandes Ligas en Estados Unidos en cuanto a la cantidad de personas que lo llegan a ver a través de la temporada, pero los niveles de audiencia y de convergencia que el Super Bowl tiene, no los consigue ninguna otra actividad deportiva de una sola jornada.
Quizá si se hace la Serie Mundial del Beisbol a un juego, entonces cambien las cifras, pero por ahora los 106.5 millones de teleespectadores que vieron el Super Bowl del 2010 es el récord para un programa televisivo. El precio promedio de entradas el domingo fue de 3,600 dólares y los 30 segundos en TV costaban tres millones para los anunciantes.
Al Cowboy Stadium llegaron 103,219 aficionados y una gran cantidad más, que se debió conformar con ver el partido en pantallas gigantes colocadas en algunos sectores exteriores del parque. La cadena Fox ganó más de 280 millones en anuncios publicitarios y Hollywood utilizó el evento para promover las producciones que está a punto de sacar del horno.
Mientras tanto, me gusta más ver desbordado a Messi, abriéndose espacio entre los defensores, o a Cristiano moviéndose como un sprinter y maniobrando en espacios cortos, antes de soltar un bombazo. Pero las cosas están cambiando y quizá habrá que sacarse el “casete”, algo que cuesta, pero que se hace necesario en el tiempo.
Por ahora ya al menos sé que los Packers ganaron. No me pregunten cómo.
Ver en la versión impresa las páginas: 1 B