Ajedrez
La entrega del PLI a Indalecio Rodríguez no podemos dejar de verla fuera del ajedrez que están jugando los orteguistas. No nos hagamos, todos sabemos que el CSE puede entregarle esos partidos a Clodomiro El Ñajo si le da la gana, porque nunca ha necesitado argumentos legales para hacer lo que les ronca. Y todas sus acciones están encaminadas a una sola cosa: asegurar el poder de Ortega. Por las buenas o por las malas.
Gato y ratón
Dicho lo anterior, cabe la pregunta: ¿Cuál es el interés del Frente Sandinista en entregarle el PLI al grupo que posiblemente más interés tiene de quitarle el poder? Obviamente meter más cizaña entre la ya revuelta oposición y evitar que ALN tome vida propia. Es el gato jugando con el ratón, adundándolo, haciendo como que no lo ve y lo deja correr No quiero pecar de ave de mal agüero, pero esto es lo que ocurrirá: el CSE suelta la carnada, alguien se ampara dizque inconforme, el grupo de Fabio Gadea se monta en la casilla y, después, cuando ya se hayan vencido los tiempos de inscripción ¡zas! algún tribunal le quita el partido a Indalecio. El gato se aburrió de jugar y le arrancó de un mordisco la cabeza al ratón.
La libertad
No es la vida de tal o cual partido lo que está en juego, ni siquiera quién saca más o menos votos, o qué ideología prefieren los nicaragüenses. Hay más. Es, aunque suene cansón, democracia y dictadura, vivir como hombres y mujeres libres o como individuos domesticados. Y este dilema vale para todos: liberales, conservadores, sandinistas e, inclusive, orteguistas. Ningún nicaragüense es menos libre que los orteguistas de medio pelo para abajo, que deben aceptar con la mayor complacencia todo lo que decida el grupo que los manda. Basta que prueben a opinar diferente para que se percaten de su condición. Y la libertad, lo ha demostrado la historia mundial, vale más que un cargo, un paquete de comida o unas láminas de zinc.
Alemanorteguismo
Lo que deberíamos tener claro es que el enemigo a derrotar es esa criatura que se incubó hace más de diez años y ahora se pasea rechoncha y voraz: el “alemanorteguismo”. Ojo, no estoy hablando del PLC ni siquiera del Frente Sandinista. Inclusive los miembros de estos partidos deberían luchar contra este fenómeno que se caracteriza por el oportunismo, la falta de escrúpulos, que considera las leyes como instrumentos para someter y nunca para regularse ellos, y que en el fondo tiene la certeza de que los nicaragüenses somos personas de cuarta categoría, que no merecemos ciudadanía libre, sino que somos masa para servir a sus intereses.
Veleta
Imagínese qué clase de partidos éstos. Dice el reverendo Osorno, de Camino Cristiano, que la convención de su partido aprobó buscar un acercamiento con UNE, de Fabio Gadea, y que si eso no funciona, pues se irá al Frente Sandinista, que es todo lo contrario. ¡Clase de principios! No importa si es con Dios o con el diablo, lo importante es ver quién le garantiza la diputación que no puede ganar con sus propios votos.
Justicia
Como no hay justicia que los castigue, la única satisfacción que nos queda a los ciudadanos comunes y corrientes es ver a este tipo de diputados desesperados buscando cueva dónde meterse, porque el señor a quien le han servido no va a malgastar una curul de las suyas para dársela a alguien cuyo valor es conseguirla con votos de sus adversarios y que luego se pueden comprar en baratillo.
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