Cambio
“Quien pretenda una felicidad y sabiduría constantes, deberá acomodarse a frecuentes cambios”.
Confucio (551-479 A.C), filósofo Chino
Clima de inseguridad
Con la asistencia de representantes de Belice, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y República Dominicana, hace algunos meses se realizó, en la capital panameña, una importante Feria orientada a la seguridad, que contó con el apoyo del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, del Sistema de la Integración Centroamericana y de la Agencia Española de Cooperación Internacional.
Este evento cerró con la firma de un acuerdo entre las repúblicas mencionadas para, durante el 2011, proseguir colaborando con la Estrategia Regional de Seguridad en Centroamérica y México.
Este último país viene llevando a cabo, en concertación de esfuerzos con los Estados Unidos, la Iniciativa Mérida que tan buenos resultados está dando en el combate a la delincuencia transnacional organizada.
Éstos y otros referentes demuestran la enorme preocupación que existe en el área centroamericana y caribeña, en torno a la violencia e inseguridad ciudadana que, junto a la pobreza, constituyen los principales factores adversos para el progreso y el bienestar.
Es por demás inquietante analizar que a esta pintoresca región se le cataloga como una de las más violentas del mundo.
El diagnóstico al respecto es conocido y lo que corresponde es intensificar esfuerzos, nacionales e internacionales, enmarcados en la seguridad y el desarrollo, basados en valores y problemas comunes, bajo el lógico principio de la complementariedad de los países que significa, como enseñaban los antiguos, la unión hace la fuerza.
La globalización que vivimos entraña aspectos sumamente positivos, también de los otros generados por la mundialización del delito, por ello es imprescindible el recíproco apoyo de los Gobiernos para incrementar los niveles de protección a la ciudadanía y abatir la impunidad, con miras a que imperen la paz, la estabilidad y el respeto al derecho ajeno, como sinónimos de adelanto.
Son crecientes los fenómenos sociales, entre otros, tráfico y consumo de drogas (avanzan aceleradamente las sintéticas), lavado de activos, contrabando de armas de fuego y municiones, secuestros, asaltos, trata de personas, accionar de pandillas y extorsiones de diversa índole.
Ante esto, que ocasiona zozobra, muertes y descenso comunitario, lo menos que debe hacerse es reforzar las medidas pertinentes, mejorar los programas de beneficio popular especialmente en los sectores más pobres y perfeccionar las capacidades operativas de las correspondientes fuerzas de seguridad.
No hay que olvidar que, singularmente, las mafias del narcotráfico manejan colosales cantidades de dinero turbio y llegan, por ello, a desafiar a las principales potencias, con mayor razón a los pueblos como los nuestros, carentes de recursos económicos y tecnológicos.
Ante el clima de palpable inseguridad que diariamente se vive, desde México hasta la Patagonia, la cobertura debe abarcar no solamente a territorios centroamericanos y caribeños, si se considera, además, el dinamismo de grupos narcoterroristas procedentes de América del Sur, como las FARC, o de Oriente Medio, impulsados por el fundamentalismo islámico que cataloga como héroes a los asesinos.
En ésta y otras materias, se vuelve necesario retomar los recomendables caminos ya trazados por el panamericanismo.
Franklin Barriga López
Votar por el cambio
En el transcurso de los más de 20 años durante los cuales he visitado Nicaragua, he comprobado que los nicaragüenses poseen una generosidad natural y una preocupación por los demás que quizás más que cualquier otra cosa atraen a visitantes como yo que regresamos a este país una y otra vez. Tal vez sean estas cualidades las que han sostenido a este país durante muchos años de privaciones.
Pero estas cualidades no parece que han llegado a la clase política. El interés particular y la obsesión por mantener el poder personal y la acumulación de riqueza de un selecto grupo parece ser una práctica aceptada.
En noviembre los nicaragüenses tendrán la oportunidad de demostrar que están dispuestos a ir más allá de este tipo de egoísmo y avaricia. Si escogen el camino de la verdad, la justicia y el compromiso de servir este gran país puede constituirse en un líder en el cambiante orden mundial. De lo contrario el sufrimiento de miles de nicaragüenses continuará. La conciencia colectiva del planeta está en marcha y pide de cada uno de nosotros que hagamos nuestra parte para hacer del mundo donde vivimos un mejor lugar. No hay tiempo que perder.
El aspirar a ocupar un lugar en el Gobierno es un privilegio no un derecho. Significa en primer término, servir a los demás y no a nosotros mismos. Votar significa asumir la responsabilidad de nombrar a un representante que esté preparado y dispuesto a servir a una causa justa y de interés general.
El sufrimiento de Nicaragua y del mundo entero terminará cuando demostremos la voluntad de cesar de cavar en el pasado y cambiarlo formando parte activa en la transformación del mundo.
Tendremos el valor de votar por el cambio en noviembre o vamos, como de costumbre, a hacer negocios después de las elecciones. Su decisión es importante porque no solamente votaremos por nosotros mismos sino por el futuro de nuestros hijos y su descendencia.
Dr. Keith willcock
Inglaterra
Crítica a reportaje
El reportaje publicado en el suplemento Domingo del 6 de febrero, sobre el doctor Jorge Ovidio Quintana, adolece de muchas cosas, hacen ver como si el entrevistado es enajenado mental y excéntrico. Yo soy amigo del entrevistado desde la juventud, y creo que la persona que realizó la entrevista no era la indicada, no fue bien planeada, creía que entrevistaba a un personaje curioso que vive en Ometepe. Pero no es así, este amigo fue el mejor alumno de su carrera en la escuela de Agricultura, cuando era una escuela de renombre, luego aplicó a las becas Fulbright que ofrecía la Embajada de EE.UU. y obtuvo la puntuación más alta de todos los solicitantes. Así realizó la Maestría en Fertilidad de Suelos en la Universidad de Cornell en Nueva York, finalizando como el mejor alumno en una de las más prestigiosas de los Estados Unidos de Norte América.
El reportaje dice en suelos y no especifica fertilidad de suelos. Quintana luego regresó a Nicaragua y trabajó en el Ministerio de Agricultura de Nicaragua.
Un año después la misma Universidad de Cornell lo buscó y le ofreció beca para realizar Doctorado (Phd. en Fertilidad de Suelos), la cual aceptó y logró alcanzarla antes del tiempo normal (tres años) luego la misma universidad lo contrató para realizar importantes investigaciones; trabajó con la Organización de las Naciones Unidas en proyectos en África y Suramérica.
El coeficiente intelectual de este amigo lo hace parecer excéntrico.
Tiene todavía fuerzas y conocimientos para ejercer, pero está decepcionado, él sabe cuál es la vocación de las tierras de todas las zonas de Nicaragua, los más altos funcionarios que hay en Nicaragua que saben algo de lo que él sabe, no lo buscan.
Su padre a mucha honra fue el poeta Emilio Quintana (q.e.p.d.)
Rafael Villavicencio Ruiz
Comentario a la crítica
Agradecemos los comentarios del se- ñor Rafael Villavicencio al artículo publicado en nuestra revista Domingo , pero no compartimos con él que de la entrevista se desprenda que el doctor Jorge Ovidio Quintana sea un “enajenado mental”. Ésa es una conclusión que sólo el señor Villavicencio ha sacado y que no coincide con todos los comentarios de felicitaciones que ha generado el artículo, tal como puede comprobarse en la página web.
Las calificaciones académicas del poeta están por demás bien expuestas en la parte donde dice: “Pero su entrega a los animales es sólo una faceta de su vida, pues este excéntrico personaje se graduó en la Escuela Nacional de Agropecuaria (Enag, hoy Universidad Nacional Agraria, UNA) como ingeniero y posteriormente realizó estudios de maestría y doctorado en suelos en la Universidad de Cornell, en Estados Unidos”.
El Editor
Ver en la versión impresa las páginas: 8 A