Hace unos dos meses, aproximadamente, un pariente de José Garmendia, “Yajob”, denunció en la filial de Estelí del Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) la supuesta presión que recibía de parte de autoridades policiales para que él y su familia entregaran al alzado en armas.
La presidenta del Cenidh, Vilma Núñez, aseguró que el familiar de “Yajob” les aseguró en ese momento que “no aguantaba el acoso policial”.
- El Centro Nicaragüense de Derechos Humanos (Cenidh) cuenta con tres informes sobre hechos ocurridos en la década de los noventa, donde hay una lista de fallecidos de recompas, recontras y gente común consideradas como ejecuciones sumarias.
Núñez estimó que éste fue el último grupo rearmado con reivindicaciones sociales y políticas. Sus integrantes fueron eliminados uno a uno, a través de operaciones de inteligencia.
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Para Núñez “eso evidencia de que a este hombre (Yajob) le estaban dando seguimiento”. Núñez anunció que ese organismo de derechos humanos inició su propia investigación sobre el crimen contra Garmendia. Aunque aclaró que la averiguación la hacen con muchas limitaciones porque hasta la familia del fallecido ha expresado temor.
En la década de los ochenta “Yajob” perteneció al comando regional Sagitario. Había retomado las armas en rechazo al fraude electoral municipal y a la reelección del presidente Daniel Ortega.
La presidenta del Cenidh manifestó que es obligación de la Policía Nacional investigar lo ocurrido el lunes pasado en una finca ubicada en Kilambé, Jinotega, pues las contradicciones existentes hasta ahora sobre la muerte de “Yajob” generan dudas y especulaciones.
Núñez lamentó que en Nicaragua “siga muriendo gente, en un contexto en el que aparentemente toman decisiones que pueden ser equivocadas”, pero que éstos consideran es la única forma que les queda para reclamar por la situación de represión y exclusión que se vive en el país.
TIRO CERTERO
A Núñez le llama la atención “la puntería” de quien disparó la bala que segó la vida de “Yajob”, al impactarle la arteria femoral. Y recordó que en medio de esta efervescencia política nadie se puede imaginar que la muerte de “Yajob” fue resultado de un delito común o de un accidente.
“Todo mundo está pensando que se trata de una acción de inteligencia y… tienen que descartar si acaso no es cierto. Y es la Policía la que tiene que realizar esa investigación”, insistió la defensora de derechos humanos. El Cenidh conoció que la Policía de Jinotega está a cargo de las investigaciones del crimen.
El miércoles, el presidente Daniel Ortega se limitó a decir que quienes intentan desprestigiar al Ejército deben entender que “por mucho lodo que lancen”, esa institución se instaló en la realidad nicaragüense.
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