Yessi Carina Chavarría Fonseca es una niña de 10 años, pero a esta edad ya demostró cómo se puede cambiar de vida con 50 dólares si uno se empeña en ser buen alumno.
Desde que Yessi se puso por primera vez el uniforme azul y blanco, nunca dejó de tomar en serio sus estudios. Y sus padres nunca dejaron de apoyarla a pesar de su extrema pobreza.
El sacrificio de la niña y sus padres les trajo la mayor sorpresa de sus vidas este viernes. La Fundación Monge, que premia la excelencia académica entre niños pobres de Centroamérica, le regaló una casa nueva por ser la mejor estudiante del quinto grado de primaria de la escuela Hermanos de Japón, de Masaya, con un promedio de 100 puntos.
Modesta, la mamá de Yessi, no contuvo sus lágrimas cuando le avisaron del premio, frente a unas 650 personas, entre niños becados, padres de familia y padrinos.
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“Es que nosotros soñábamos con mejorar la casa, pero yo sabía que era difícil porque no tenemos dinero, y yo diario le pedía a Jehová Dios que nos ayudara, no esperé que nos ayudara por medio de la niña”, dijo Modesta.
UNA SÁBANA COLGADA
La casa de Yessi es de ripios, con piso de tierra. Al consultarle a Modesta cuántos cuartos tiene, movió la cara de un lado a otro, sonriendo a medias: “No tenemos, sólo cruzamos una sábana colgada”.
Ahora tendrá una casa, pequeña, pero con su sala, cocina, baño, y dos cuartos, afirmó Carlos Velásquez, gerente del Grupo Monge.
Este grupo, compuesto por las tiendas El Gallo Más Gallo y El Verdugo, ubica a uno o tres niños pobres pero con alto rendimiento académico por cada establecimiento, y les otorga bonos que valen 50 dólares al mes para que sus padres les compren en un Palí todo lo que necesitan para estudiar.
Además, les brinda los uniformes, zapatos y una visita al médico cada año, así como charlas de motivación, liderazgo y superación personal.
El objetivo, según Maidy Barrera, directora de la Fundación, es evitar la deserción escolar, que actualmente es del diez por ciento en Nicaragua.
Al igual que Yessi, los niños Roberto Carlos Moreno, Jader Rocha, Xiomara Rodríguez y María Tapia, estrenarán casas con sus familias.
Por su parte Alcides Díaz fue premiado con un televisor de 21 pulgadas; Tania López recibió un camarote Capri, Francisco Granados se ganó una cama Olympia, Róger González ahora tiene un ropero, y Wilson Sandino una cocina y su tanque de gas.
Todos tuvieron un promedio superior a 97 puntos.
Egberto Montoya, designado como padrino de un niño, como trabajador de una tienda en Rivas, afirmó que su responsabilidad es garantizar un buen ambiente de estudio para el niño.
Eso significa visitar la casa del niño, ir a la escuela, participar de reuniones de padres de familia, entre otras cosas.
Yessi quiere ser profesora de computación cuando sea grande. En su casa sólo hay una computadora, pero es de juguete. Por eso disfruta cuando su hermano mayor la lleva al cibercafé una vez al mes.
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