CORRESPONSAL/GRANADA
En las altas paredes que conforman la nave lateral norte de la catedral Inmaculada Concepción de María, de Granada, un grupo de artistas ejecuta los trabajos de pintura y construcción de una gruta en homenaje a la aparición de la Virgen de Lourdes.
En este mismo sitio existió una gruta igual, según dijo el escultor Pedro Vargas, quien además es el encargado de la obra. “Hace unos 20 años desapareció, estaba ubicada en este mismo sitio y ahora se volverá a concebir”, explicó el artista.
Dijo que iniciaron el pasado 1 de febrero, en la víspera del novenario de la imagen, que se celebró enmarcado en el 153 aniversario de la aparición a la niña Bernardita. Estas apariciones ocurrieron en Francia y fue donde la Virgen le dijo a la niña que era la Inmaculada Concepción, comentó Vargas.
La obra consiste en pintar un paisaje boscoso en las paredes, crear cuatro saltos de agua que van a caer en una pila bautismal. La imagen de la Virgen de Lourdes tendrá al lado un hilo de agua, el que caerá por sus pies y finalmente se recogerá en la misma pila, donde se bautizará a los católicos. También incluye a la niña Bernardita.
Vargas asegura que esta obra es patrocinada por la familia Pasos, de la ciudad de Granada y probablemente culminen los trabajos en la semana de pascua.
El equipo de trabajo está conformado por dos jóvenes pintoras, formadas en la Escuela de Bellas Artes de Granada. Jessica Vargas, hija del escultor y su nuera, Cheila Chamorro, permanecen largas jornadas sobre un andamio, a una altura de diez metros pintando los paisajes en las enormes paredes.
El joven arquitecto Pedro Vargas, también hijo del escultor, dirige la obra y se unieron al trabajo los muchachos Eliezer y Josué.
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