Ernesto López y Pedro Selva son nombres que provocan impacto al oído. No importa el orden en que se les ubique o lo encendido que sea el debate, ellos son sin espacio a dudas los más paradigmáticos jonroneros que ha tenido el beisbol nacional en su historia.
- En el pasado torneo, Juan Carlos Urbina resumió .304, con 17 jonrones y 60 remolques en 230 oportunidades al bate. El artillero capitalino disparó un jonrón cada 13.5 turnos al bate, una frecuencia superior a la de todos los demás artilleros nacionales.
- Turnos se tomaba Pedro Selva entre un jonrón y otro. Ernesto López, 16.9
Esteban Ramírez, quien militando con los Leones y Rivas el año pasado acumuló nueve, es un bateador que de acuerdo a los expertos está para conectar más jonrones, pero necesita no perder el enfoque y evitar adquirir más tonelaje del conseguido hasta ahora. la bola largo. Lo que ha hecho falta ha sido la decisió n de optar por el swing largo, aunque ello implique sacrificar el average.
Está claro que no tenemos un Ernesto López o un Pedro Selva, pero hay bateadores con el potencial físico necesario para enviar
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El “Tiburón” granadino envió 319 proyectiles sobre la cerca, la máxima cifra de un artillero pinolero. El “Bambino” caraceño por su lado acumuló 151 toletazos en 2082 turnos, con lo que ostenta la mejor frecuencia jonronera: un trancazo cada 13.8 veces al bate.
Entre los bateadores actuales, ¿existe alguno que podría aproximarse al ímpetu de Ernesto y Selva? Hace tres años, Justo Rivas parecía en ruta hacia su establecimiento definitivo como bateador de poder, pero en lugar de crecer, el cañonero hizo una variante en su estilo.
Sacando provecho a las dimensiones del estadio de Matagalpa, pero sobre todo apelando a su poder, Rivas metió 17 jonrones en 173 turnos, para un ritmo de un palo cada 10.2 turnos, mientras tumbaba el registro de Selva, de 16 bambinazos con bate de madera, en 1973.
Eso lo hizo Justo, en una temporada de 60 desafíos, de los cuales él jugó en 56. Así que con la reaparición de los torneos de 80 partidos y el talento dispersado por todo el país, se pensó que haría más destrozos, pero en cambio ha mejorado su average y bajado sus jonrones.
En la pasada campaña, Rivas resumió .374 en promedio, pero sólo tumbó la cerca 10 veces. En cambio, Juan Carlos Urbina, bateador de físico compacto pero fuerte y con más huecos en su bateo, disparó 17 y lideró la liga. La diferencia ha estado en la determinación.
¿Quién debe dominar la liga en este departamento? Bueno, Rivas es siempre un candidato, a pesar que ha ganado peso y parece más confortable con su average que con sus jonrones. Y claro, Urbina es también un pretendiente, más cuando ha adquirido mayor experiencia.
No se puede dejar fuera a Lenín Aragón, uno de los bateadores más potentes del beisbol nacional. Es quizá el más errático en su mecánica, pero su fortaleza no tiene discusión. Y junto a Urbina debe formar un dúo terrible desde el centro del equipo de Nueva Segovia.
No hay que perder de vista a Ronald Garth, quien metió 13 pelotas a las gradas en el pasado torneo y cada día luce más asentado como bateador de fuerza; igual a Jonathan Loáisiga, el prometedor aporreador de los Indios, quien podría hacer explosión en cualquier instante.
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