TRÍPOLI / AGENCIAS
El número uno libio Muamar Gadafi ordenó ayer a sus fuerzas de seguridad aplastar las protestas que desde hace una semana exigen su salida del poder, purgándolos “casa por casa”.
Los diplomáticos que han dejado sus puestos son los jefes de las misiones libias en Estados Unidos, Polonia, India, Indonesia, Australia, Malasia, Bangladesh y el embajador ante la Liga Árabe, con sede en la capital egipcia.
También han presentado su renuncia el “número dos” de Libia ante la ONU y otro diplomático de alto rango acreditado ante el Gobierno de Pekín.
La cadena entrevistó a uno de ellos, el embajador libio en la India, Ali el Essawi, quien denunció que Trípoli “está ocupada por mercenarios” y se está utilizando al Ministerio de Asuntos Exteriores “contra los libios”.
“Están haciendo cosas terribles contra la gente“, agregó el diplomático, refiriéndose al uso de la fuerza de la Policía y del Ejército contra los participantes en las manifestaciones que estallaron el pasado 17 de febrero.
“Gadafi debe renunciar para que se pare este baño de sangre. No tiene ninguna legitimidad“, agregó el ahora ex embajador libio en Nueva Delhi.
Al Yazira también recogió en su sitio de internet declaraciones de quien estaba acreditado ante la Casa Blanca, Ali Aujali, quien pidió la renuncia de Gadafi al no existir otra solución para la crisis que vive el país.
“¿Cómo puedo apoyar a un Gobierno que está matando a nuestro pueblo? Lo que he visto con mis ojos no es aceptable en absoluto“, agregó el diplomático.
EL CAIRO / EFE
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Gadafi, de 68 años y en el poder desde 1969, advirtió: “Cualquier libio que lleve armas contra otros libios será castigado con la pena de muerte”, mientras sostenía un libro de leyes en sus manos y llamó a sus partidarios a manifestarse hoy, en contraofensiva para salvar a su “Jamahiriya” (República de Masas) Árabe Popular y Socialista.
“Hombres y mujeres que aman a Gadafi…, salgan de sus casas y ocupen las calles”, dijo. “Salgan de sus casas y atáquenlos en las calles”.
“Lucharé hasta la última gota de mi sangre”, proclamó. “Muamar Gadafi no tiene un cargo oficial del que pueda dimitir.
Muamar Gadafi es el Guía de la revolución (…). Éste es mi país, el de mis padres y el de mis antepasados”, declaró.
También llamó a sus seguidores a “capturar a las ratas”, refiriéndose a sus detractores.
“Soy un combatiente, un revolucionario de las carpas… Al final moriré como un mártir”, expresó Gadafi. El veterano dirigente realizó su alocución televisiva mientras el Consejo de Seguridad de la ONU se reunía en Nueva York para discutir la situación del país norafricano miembro de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo).
La reunión se hizo a pedido del embajador adjunto de la misión libia ante Naciones Unidas, Ibrahim Dabbashi, quien el lunes retiró su lealtad a Gadafi, al igual que otros diplomáticos y jerarcas del régimen, para protestar contra el violento aplastamiento de las protestas.
El ministro libio del Interior, Abdel Fatah Yunes, declaró su adhesión a la causa del pueblo, según imágenes difundidas ayer por la cadena satelital catarí Al Yazira. “Llamo a todas las fuerzas armadas a responder también a las demandas del pueblo en solidaridad con la revolución”, añadió.
“POR FAVOR, POR FAVOR, AYUDEN A LOS LIBIOS”
Por su parte, el embajador de Libia en Washington, Ali Suleiman Aujali, pidió la marcha de Gadafi e instó a la comunidad internacional a que actúe en la crisis por la que atraviesa Libia.
En una entrevista en la cadena estadounidense ABC, Ali Aujali esgrimió que la única solución al conflicto libio es que Gadafi dimita “y deje al pueblo que decida solo su futuro”.
Ali Aujali, que trabaja para el Gobierno libio desde hace 40 años, pidió especialmente a EE.UU. que alce su voz con contundencia contra el régimen de Gadafi y defienda al pueblo de Libia. “Por favor, por favor, ayuden a los libios. Ayúdenlos. Están ardiendo. Necesitamos que el mundo luche con nosotros”, llamó Ali Aujali.
Según datos presentados ayer en la noche por un portavoz del Ministerio de Interior, los actos de violencia dejaron 300 muertos —189 civiles y 111 militares—. Éstas son las primeras cifras oficiales sobre las víctimas de la rebelión popular iniciada el 14 de febrero.
Antes de los enfrentamientos del lunes, organizaciones internacionales de defensa de los derechos humanos evaluaban entre 200 y 400 muertos.
“La calma fue restablecida en la mayoría de las grandes ciudades y las fuerzas de seguridad y del Ejército recuperaron sus posiciones”, aseguró a su vez Mohamed Zwei, presidente del Congreso General del Pueblo (Parlamento).
AISLAMIENTO INTERNACIONAL
Perú fue ayer el primer país que anunció la suspensión de sus relaciones diplomáticas con Libia tras la represión.
La Liga Árabe, que también convocó un cónclave de emergencia en El Cairo, decidió excluir a Libia de sus reuniones, indicó un comunicado.
La Organización de la Conferencia Islámica (OCI) denunció “una catástrofe humana contraria a los valores del islam”. Residentes en Trípoli denunciaron una “masacre” en los barrios de Tayura y Fashlum. Según reportes de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH), los manifestantes controlan varias ciudades, entre éstas Benghazi (la segunda del país), Syrta y Tobruk (todas en el este), así como Misrata, Joms, Tarhuná, Zenten, Al Zawiya y Zuara, cerca de la capital.
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