La rebelión en Libia, así como los levantamientos populares en el Norte de África y Oriente Medio, ya afecta directamente a Nicaragua.
Mientras en toda Centroamérica empiezan a tomarse medidas de precaución para enfrentar la fuerte alza en el precio del barril de crudo, en Nicaragua se dará este fin de semana un fuerte incremento en el precio de los combustibles.
Esto se suma al incremento en la tarifa de energía eléctrica, que se dará a raíz del incremento en el precio del petróleo, pues más del 70 por ciento de la matriz energética del país funciona con derivados del mismo.
Una fuente del sector de hidrocarburos informó que para este domingo se estima un incremento de 3.07 córdobas por galón de gasolina súper, es decir unos 81 centavos por cada litro. En el caso de la gasolina regular, el encarecimiento será de 2.73 córdobas por cada galón, o sea, unos 72 centavos de córdoba por litro.
El diesel, por su parte, se espera aumente su precio en 1.15 córdobas por galón, es decir unos 30 centavos por litro.
“Ése es ya un efecto de lo que está pasando en Libia”, dijo la fuente, pues para calcular el ajuste a los precios este fin de semana, se tomó en cuenta los precios de los derivados del petróleo del jueves y viernes de la semana pasada, así como los del lunes, martes y miércoles de la semana que concluye.
Al tomar como referencia los precios promedio del monitoreo semanal que hace el Instituto Nicaragüense de Energía en las gasolineras de Managua, la gasolina súper pasará a costar este fin de semana 26 córdobas por litro.
En el caso de la gasolina regular costará 24.80 córdobas por litro, mientras que el diesel pasará a unos 23.81 córdobas por litro.
El pasado miércoles, los contratos de Petróleo Intermedio de Texas más negociados en la Bolsa Mercantil de Nueva York (Nymex) cerraron la sesión a 98.10 dólares por barril, su precio de cierre más alto desde octubre de 2008. Y en el transcurso de la semana superó los 103 dólares en las negociaciones.
El encarecimiento del precio del crudo ha provocado que en Nicaragua se hable ya de una reforma presupuestaria, pues el Presupuesto del 2011 contempla que el barril de petróleo tendría un precio promedio de 78.80 dólares, pero ahora se estima que deberán elevar la estimación a 98.30 dólares.
En Honduras se lanzó un paquete de medidas para ahorrar combustibles, que incluye cambios en los horarios de trabajo y en el tránsito vehicular.
En Guatemala se empezó a fiscalizar las gasolineras para evitar abusos.
Por su parte, la Asociación Salvadoreña de Distribuidores de Petróleo impulsa una campaña de ahorro.
CÁMARAS ESPERAN MEDIDAS DEL GOBIERNO
El Gobierno de Nicaragua prepara un plan de emergencia para lograr aminorar el impacto tanto en las actividades de las instituciones públicas como en el sector privado, por el aumento en los costos de la tarifa de energía eléctrica y de los combustibles.
Dicho plan, según dieron a conocer la Asociación Nicaragüense de la Industria Textil y de Confección (Anitec) y la Cámara de Comercio de Nicaragua (Caconic), el Gobierno se los estará presentando en las próximas semanas para ser acordadas las estrategias que deben seguirse en el país.
Por su parte Alfredo Marín, presidente de la Cámara de Industria (Cadin), afirmó que al afectarse al alza las estructuras de costos de producción de las industrias por el aumento de la tarifa de la energía eléctrica, incluirá a su vez que se eleven los precios de los productos de consumo a la población.
“Todos los costos suben, no sólo en Nicaragua, es a nivel mundial. Va a subir todo. Lamentablemente eso es así. ¿Qué camino te queda?”, refirió Marín.
Opinó que es preferible que se acepte el alza en la tarifa eléctrica, que el país enfrente nuevos racionamientos, como hace cuatro años.
Mientras Dean García, de Anitec, y Eduardo Fonseca, de Caconic, indicaron que las empresas en ambos sectores ya están resintiendo el ajuste en sus costos de producción, por lo cual elaboran programas de ahorro.
En el caso de las empresas de manufactura, según García, el fuerte golpe se dará por el servicio de lavandería y planchado de las prendas de vestir, que representa el 15 y 20 por ciento en los costos de producción.
“Por ello, dice, estamos en un esfuerzo de reducir los costos dónde sea, porque eso nos va a permitir no recurrir a medidas extremas de reducir puestos de trabajo”.
Por su parte Fonseca aconsejó a las empresas y en los hogares a ejecutar planes de ahorro como cuando hubo racionamiento de energía.
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