Naciones Unidas/EFE
Las agencias de Naciones Unidas están preparadas para hacer frente a cualquier eventualidad humanitaria que surja de la rebelión popular contra el régimen de Muamar Gadafi en Libia, dijo hoy la subsecretaria general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos.
La responsable de Naciones Unidas indicó que el acceso y la información acerca de la situación en el interior del país es “escasa”, por lo que hay una gran preocupación por la seguridad de la población civil en las zonas donde se producen enfrentamientos entre partidarios y opositores del régimen.
Ante la incertidumbre, aseguró que “el brazo humanitario de la ONU está adoptando medidas para garantizar que estamos preparados para afrontar cualquier eventualidad”.
“Nuestra principal preocupación es conseguir acceso a Trípoli y sus alrededores, donde la situación de seguridad es muy volátil”, indicó en una conferencia de prensa Amos, quien señaló que hasta ahora no se ha podido precisar una cifra exacta de muertos y heridos.
Asimismo, señaló que los refugiados que huyen de Libia aseguran que en el interior del país hay una escasez de alimentos, combustible y medicamentos.
Por ello, indicó la diplomática británica, su principal preocupación es poder tener acceso a las zonas donde se han producido violentos enfrentamientos, para así contar con un retrato preciso de la situación humanitaria en un país que importa casi toda la comida que consume.
La máxima responsable humanitaria de la ONU también confirmó que la cifra de personas que han huido del país desde el inicio de la revuelta supera las 100.000, tal y como informó el Ato Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) el domingo.
De esas personas, unas 61.000 cruzaron la frontera con Egipto y 40.000 la de Túnez, mientras que otras 1.000 se desplazaron a Níger, según la ONU.
“No hay información precisa sobre el desplazamiento interno de población en Libia, pero hay mucha preocupación por la posibilidad de que en el interior del país y en la capital se impida la huida de civiles”, resaltó la subsecretaria general de la ONU.
Al mismo tiempo indicó que las autoridades tunecinas han solicitado ayuda de la comunidad internacional para hacer frente al creciente número de refugiados que llegan a su territorio, particularmente con relación a la necesidad de agua potable y servicios sanitarios.
Acnur envío este fin de semana unas 10.000 tiendas de campaña con el objetivo de establecer un campamento cerca de la frontera para albergar a los desplazados por la violencia en Libia, explicó.
Amos alabó la generosidad de los países vecinos de Libia por mantener abierta las fronteras y solicitó a los de la Unión Europea (UE) que no impidan el paso de quienes traten de cruzar el Mediterráneo para huir de la violencia.
